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lunes, diciembre 26, 2005

Tacita a tacita

Entre tantas cartas que llegan estos días al buzón (al real, no al electrónico), me ha llegado una de Cajamadrid que me hizo reflexionar y acabó llenándome de gozo, ya que estamos en Navidad.

La carta en cuestión, me llegó, como digo, con "natividad" y alevosía, mezclada entre el montón de felicitaciones y publicidades diversas de mil y una empresas. Cajamadrid me avisa de que a partir del uno de enero me va a cobrar un euro (1 €) al mes por mantener la cuenta con menos de mil euros de media al mes. Vamos que la gente pudiente no va a tener que pagar nada, pero quien tenga poquito para ir tirando, tendrá que desprenderse, además, de un eurazo cada mes.

Aunque al principio mi reacción fue de indignación, después pensé en toda esa publicidad que Cajamadrid se hace en la tele. Por ella, sé que Cajamadrid no tiene ánimo de lucro, que casi es una ONG que se dedica a cuidar a la gente con Alzheimer, que crea fundaciones benéficas, que tiene como fin primordial velar por nosotros y hacer un mundo más feliz. Vamos, que lo de banca es casi una tapadera (estoy pensando incluso que su presidente puede ser Michael Langdom).

Así que me he dado cuenta de que ese euro no va a ser mal usado, que muchos pobrecitos podrán disfrutar de él. Estoy muy contento porque Cajamadrid ha demostrado tener mucho espíritu navideño. Sólo le veo un fallo, tendrían que cobrarle mil euros al mes de mantenimiento a las cuentas con más de un millón de euros de media, sería lo justo.

miércoles, diciembre 21, 2005

Raros instrumentos


Leo en el Rockzone de Diciembre un artículo sobre el próximo disco de Marilyn Manson. En él, se nos cuenta que va a meter más guitarras, que gracias a la incorporación a la banda de un tal Tim Skold, el señor Manson ha redescubierto el gusto por este instrumento. Según él ha sentido una sensación similar "a lo que debe sentir un tipo que acaba de salir de la cárcel y se encuentra con una mujer desnuda".

Que conste que a mí me gusta la música de Marilyn Manson, pero lo que cuenta a continuación en este artículo ya me parece un poco patochada para la galería. En el disco, además de las guitarras, quiere experimentar con otros sonidos. Entre ellos, ojo, dice que "hemos creado un sonido de percusión con un frasco de sedantes". Y digo yo, ¿qué coño me importa que el frasco sea de sedantes o de fabada Litoral? Pero eso no es lo peor, otro gesto mucho más para la galería es el siguiente: "También hemos utilizado varios de los artilugios sexuales que tenemos mi mujer y yo. Cuando golpeas una polla de látex contra un parche de batería, obtienes un sonido entre el de un bajo y una batería que no puedes lograr con ningún otro instrumento". Vamos, y yo me lo creo.

Después de todo, este tipo de declaraciones dan vidilla al mundo musical, aunque espero que no se olvide de que ante todo, hay que hacer música, da igual que se golpee la batería con una baqueta, una polla de látex o una polla de verdad.

Por cierto, ¿volverá al próximo Festimad?

martes, diciembre 20, 2005

Atasco sin coche

Estoy en uno de esos malos momentos del proceso creativo. Hace unos meses decidí volver a presentarme al Premio Pilar Miró de guiones de películas para televisión. Pensé varias ideas, elegí una y me puse a trabajarla. Tras una sinopsis y una especie de tratamiento en que busqué giros, subtramas y esas cosas, desarrollé la historia y quedé bastante contento.
En mis ratos libres he ido escribiendo este guión hasta que hace pocos días acabé una primera versión. Y ahí viene lo peor. Ahora comienzo a leerlo y veo grandes lagunas por todos lados (los diálogos a veces son flojos, pero eso tiene remedio más fácil). Es el momento del proceso en el que te dices: ¿voy a ser capaz de sacar algo bueno de esto? Probablemente, sí, pero el plazo acaba dentro de dos semanas, así que, bueno, que lo intentaré.
Por cierto, ni voy a decir de qué va la historia, ni el título, ni nada, no vaya a ser que acabara ganando alguno de los premios y se pudiera usar la información para anular el fallo. Nunca se sabe.

lunes, diciembre 19, 2005

Derecho al pataleo

Madrid es hoy por hoy una ciudad caótica, no digo nada nuevo. En esta ciudad con serios problemas de movilidad (la mayoría provocados por el propio Ayuntamiento), la policía municipal hace a veces lo que puede para agilizar el tráfico. Sin embargo, hay veces en que se ajustan a la letra y muestran esa cara autoritaria y despótica de la autoridad que ya no tiene sentido en nuestros días.
Cada mañana paro unos minutos junto a una boca de metro para recoger a varios compañeros que vienen en mi coche al trabajo. La calle en la que lo hago y a la hora a la que lo hago no suele tener problemas de atasco. Esos momentos en doble fila (míos y de más gente que también sube o baja a gente) no suponen un problema para la movilidad de Madrid.
Esta mañana, como casi todas, intenté parar allí, cuando un policía municipal, de los de moto, se me acercó y me dijo que no, que no podía parar. Aprovechando que el semáforo estaba en rojo, bajé la ventanilla e intenté explicarle que no iba a estar más de dos minutos, que sólo iba a recoger a alguien que venía del metro (al fin y al cabo hago un uso del coche que es el que propone el propio ayuntamiento: compartirlo). Bueno, el tipo no es que me dijera que no, es que me ignoró. Tenía el casco de la moto puesto y no sé si no me oía, y como miraba al frente cual Terminator, hacía como que no me veía. Al comprobar que, efectivamente, pasaba de mí, y ponerse el semáforo en verde. Salí de allí, di la vuelta a la manzana y, al volver a pasar, ya estaba allí la persona a la que tenía que recoger. No sólo eso, el poli se había ido y ya había tres coches en doble fila. No había atasco.

No sé que absurdo motivo lleva a la policía a estar cinco minutos quitando coches de un sitio, para irse de allí inmediatamente y que todo vuelva a estar igual. Y sobre todo, en un sitio en que no se entorpece el tráfico.

Nunca sabré cuales son las motivaciones del ayuntamiento para mover a sus agentes, pero hoy no he sentido que me ayudaran (que para eso están, ¿no?, para ayudar al ciudadano), sino todo lo contrario.

domingo, diciembre 18, 2005

Habas con gambas

En una sartén se pone un poco de aceite de oliva y un par de dientes de ajos cortados en láminas, cuando empiezan a dorarse, se añaden unos 250 gramos de gambas peladas (si no se tienen frescas, valen las congeladas).

Cuando las gambas estén hechas, añadimos medio kilo de habas (lo mismo, si no se tienen frescas, se pueden usar congeladas) y un poco de sal al gusto. Vamos removiendo de vez en cuando y dejando que se haga. Cuando ya está hecho, damos un último toque añadiendo un buen chorro de vino blanco y dejando que reduzca. Ya está (obviamente, en lugar de gambas se puede usar taquitos de jamón).

jueves, diciembre 15, 2005

Los mejores momentos


Ayer vi en el Telediario que una revista ha elegido los cien momentos más inolvidables de la Historia del Cine. A la cabeza de la clasificación está el viento del metro levantando las faldas de Marilyn Monroe. En segundo lugar, la despedida de "Caracable" en Lo que el viento se llevó, en tercero, otra despedida, la de Casablanca, y así hasta cien. Parece que la única referencia a algo español es el corte de una nube a la luna vs corte de una navaja a un ojo en Un perro andaluz de Buñuel.

Estas listas no es que valgan para mucho, pero al menos te hacen reflexionar. ¿Qué momentos de qué películas se me han quedado grabados en la retina para siempre? Paul Newman deborando huevos duros, Cary Grant corriendo delante de una avioneta, Brad Pitt abriendo una caja en medio de un desierto, cosas así.

miércoles, diciembre 14, 2005

La Pantera Rosa

Me entero por Blogdecine de que van a hacer un remake de La Pantera Rosa. Como dice Red Stovall, yo también me echo a temblar de pensarlo.

A mí la primera Pantera Rosa es quizás la que menos me gusta de la "serie". Es una película más clásica, que se preocupa más de la estructura, del argumento, en fin, lo normal. Sin embargo, ya a partir de la siguiente, Peter Sellers cobra protagonismo absoluto y todo se hace más caótico, más anárquico. Hoy día quedan un poco anticuadas, con un humor a veces demasiado fácil, pero a mí me sigue resultando una gozada verlas. Las compré en DVD y cuando estoy un poco alicaído, me pongo un ratito de cualquiera de ella y encuentro una islita de sosiego en los sufrimientos de ese desdichado Clouseau.

lunes, diciembre 12, 2005

Copiar o no copiar

En mi viaje de largo fin de semana (aka "puente"), he tenido que volver a oír (por enésima vez) eso de "yo no veo Hospital Central porque es una copia de Urgencias". Como ya me he cansado de explicar que eso no es así, de pronto se me vino a la cabeza otra pregunta: ¿y qué si lo fuera?

Que alguien diga que no lo ve porque le parece una mala serie, vale, es una opinión; que diga que no lo ve porque no le gustan los hospitales, es un motivo muy legítimo; que no lo ve porque le cae mal tal o tal personaje, pues bueno, me lo tengo que tragar; que no lo ve porque los guiones le parecen horrendos, me muerdo la lengua y me callo (o no, eso ya lo decidiría en el momento :-)).

Pero lo de la copia, sigo sin entenderlo muy bien. Nadie deja de consumir cava porque sea una copia del champagne (aunque ahora hay gente que quiere dejar de consumirlo por estúpidos alardes patrióticos), muy poca gente dejará de ir al cine a ver King Kong, de Peter Jackson, porque es una copia del King Kong de los años 30. Y si nos vamos a series, ¿cuál no bebe de sus predecesoras? Además, Urgencias es una estupenda seria, si hubiera que copiar a alguna, ¿por qué no a la mejor?

En fin, tampoco hay que hacerme mucho caso, es que es lunes y no sabía sobre qué hablar hoy.

sábado, diciembre 10, 2005

No soy objetivo



Soy uno de esos afortunados que está pasando unos días de puente. Dejé las zanjas, grúas y atascos de Madrid y me encuentro en Gijón disfrutando de buena comida, sol (sí, sol) y buena compañía. Para mi sorpresa, ayer por la tarde leí en el periódico que Josele Santiago actuaba en una sala de aquí, así que por la noche allí estábamos, dispuestos a disfrutar.
¿Qué puedo decir del concierto? Veremos. Hay cierta persona que responde a mis piropos con la misma frase: "Es que tú no eres objetivo". Obviamente, no lo soy. Un piropo es lo menos objetivo del mundo porque es algo que expresa una opinión, nadie lanza un piropo a algo que no le gusta. Pues eso mismo me pasa con Josele, que no soy objetivo (¿hay alguien que lo sea?).
Josele vino a realizar un concierto dentro de la gira que está haciendo en solitario con Pablo Novoa (fenomenal guitarrista). Ya había visto uno de sus conciertos en el Gruta 77 y quedé encantado. Aquí vino a repetir más o menos la misma fórmula, y, obviamente, también quedé encantado.
Además de la voz arguardentosa de Josele, me gustaba disfrutar de esa cara de auténtico embebimiento en la música que pone Novoa cuando toca. No toca la guitarra con las manos, la toca con todo el cuerpo y especialmente con el rostro.

Si Los Enemigos son ya historia del rock español y Josele en solitario ha firmado uno de los mejores discos de los últimos años, la gira de este dúo también debería entrar a formar parte de los directos históricos (que no sólo de grandes estadios vive el hombre).

En fin, que me lo pasé bien. ¿Se me ha notado?

miércoles, diciembre 07, 2005

El hombre invisible

En Enredo, aquella mítica serie, había un personaje que creía hacerse invisible con sólo agitar los brazos. Ahora, parece que Lopera, presidente del Betis, quiere emular a aquel personaje. Como la afición le pita, ha cogido un berrinche, cual niño chico, y ha dicho:" ah, ¿si? Pos ahora no me veis el pelo en el palco".
El mismo hombre que hace menos de un año se ponía delante de su afición para decir que él y sólo él había conseguido sacar al Betis del fondo del abismo y llevarlo a ser campeón de la Copa del Rey, el mismo que afirmaba una y otra vez que ese era el mejor equipo de España (no me río porque tengo amigos béticos), ahora, en cuanto la afición le pita una vez, va y esconde la cabeza, como las avestruces.

No me gusta el fútbol, pero este hombre siempre me ha parecido representante de la peor Andalucía, la del servilismo al señorito, la del santerío, la de capilla, mantón, devoción y silencio. A ver si se enteran de una vez, cuando este hombre no esté, el Betis seguirá, porque ya lo dije una vez, el Betis es mucho más que Lopera.

lunes, diciembre 05, 2005

En la cima del mundo

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El viernes me vi, en DVD, Al rojo vivo, un peliculón de Raoul Walsh protagonizado por James Cagney.
Me parece un claro ejemplo de cómo hacer una película entretenida y que engancha rápidamente. Ya la primera secuencia es pura acción: un atraco a un tren con muertos incluidos.
Y los personajes se añaden a este cóctel de buen cine: ese malvado Cody que no duda en dejar morir a cualquiera de sus hombres si piensa que le entorpece la huída, esa madre con aspecto de honorable ancianita pero tan malvada como su hijo, ese pasado del padre que acabó loco, esa esposa del ganster que ama el lujo pero odia a su marido, ese policía empeñado como algo personal en acabar con el delincuente, ese otro policía especialista en infiltrarse entre criminales, con más años de cárcel a sus espaldas que los propios asesinos...
Realmente, creo que es un thriller con el que se puede aprender mucho sobre guión. Un truco que me pareció muy bueno es el de meter tres películas en una. Al rojo vivo empieza con el atraco y posterior persecusión del sospechoso, continúa como una película carcelaria, y acaba con la huída e intento de otro atraco, pero con el añadido de que el infiltrado va con ellos y todos tememos que lo descubran.

Una lección de buen cine, sí señor.

viernes, diciembre 02, 2005

Me acerco al final del Sueño.


Hace tiempo empecé a leer los cómics de The Sandman. Poco a poco me voy aproximando al final, y ahora mismo me encuentro inmerso en las apasionantes páginas de Las Benévolas. Sólo me queda un volumen para acabar. Lo bueno de esta serie es que hay tantos detalles, tantas referencias de un volumen a los anteriores, que pide a gritos una relectura. Así que me veo inmerso en un bucle en el que terminaré el décimo volumen justo para empezar de nuevo.

Por cierto, la foto la encontré en internet y me pareció divertida. Unos amigos disfrazados de la Familia de los Eternos. Buena idea para carnaval, lo malo es aquí habría que ir explicando todo el rato de qué vas disfrazado.

jueves, diciembre 01, 2005

Christina Ricci

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No quiero contar nada en particular, sólo que después
de ver parte de la primera de estas fotos en Blogdecine, no he podido resistir la tentación de lanzarme a la búsqueda de la foto completa. Y una vez que me he puesto, he encontrado alguna que otra foto de esta espectacular actriz, (ya conté que me encandiló en Todo lo demás).

Así que nada, he puesto otras dos que he pillado por ahí (una parece una instantánea de la tele de alguién, y creo que es un fotograma de Nación Prozac). Si alguna tiene derechos o esas cosas, pues nada, que me lo digan y la quito.

Espectacular mujer, sí señor.


miércoles, noviembre 30, 2005

Rectificar lo rectificado

Parece ser que se han podido corregir los títulos de crédito del capítulo 143 de Hospital Central y ya aparecerá con los guionistas correctos. Sin embargo, por algún motivo, esta noche no se emitirá y se procederá a repetir algún capítulo antiguo. Habrá que esperar a la semana que viene.

Dicho queda también.

martes, noviembre 29, 2005

¿La lechuga es cordero?

En la red hay un debate sobre derechos de autor, piratería, etc, en el que nunca he participado. Sin embargo, ayer estaba viendo el coloquio previo a la película de Qué grande es el cine, cuando Garci dijo: "Prepárense a ver esta película, y grábenla, merece la pena". Entonces yo me pregunté. ¿Se considera piratería grabar una película que ponen por la tele? Creo que no. Entonces, ¿por qué quieren considerar piratería grabártela de internet? ¿Tanta diferencia hay? Al fin y al cabo, si yo la grabo es para verla en mi casa, no para vendérsela a mis vecinos. Que alguien me lo explique.
Por otro lado, va a salir una ley en la que multarán al comprador de DVDs de los top-manta con quinientos euros (y le requisarán la compra). Joder, creo que va a salir más barato ir a robar los DVDs al Corte Inglés. Por lo menos, allí si te pillan te meten en un cuarto, te echan una bronca y poco más.
Como les pasaba a los geniales Faemino y Cansado, ya no distinguimos la lechuga del cordero.

lunes, noviembre 28, 2005

Diez películas con significado

Desde la página Blogdecine, nos proponen elaborar una lista con diez películas que hayan cambiado nuestra vida. Me apetece unirme a este juego.

En verdad, cambiar la vida sería algo exagerado, pero sí voy a citar diez películas que en su momento me marcaron de una u otra manera. Alguna de ellas ya la cito en mi otro blog (el de las memorias). El orden es un poco aleatorio, según me viene.

1.- La flauta mágica (o Pufnstuf). Una película con muñecos-dragones, magia y brujas. Cuando la ví, creía que las brujas que salían eran de verdad y que tenían poderes sobre nosotros, los niños que estábamos en el cine. Estuve atrapado en el sillón sin pestañear.
2.- Fiebre del sábado noche. Fue la primera película "para adultos" que me dejaron ver en el cine. La primera vez me echaron para atrás, pero volví acompañado y pude pasar (y hoy es una película que pueden poner en la tele los domingos por la tarde).
3.- Un hombre lobo americano en Londres. Cuando la vi, empecé a escribir una novela (tendría yo once o doce años) sobre una mujer rata.
4.- La Guerra de las Galaxias. Bueno, a los de mi generación no tengo que explicarles el por qué.
5.- Ciudadano Kane. Me la pusieron en el primer curso que di en mi vida sobre cine (ahí tendría yo quince años) y con ella aprendí lo que eran planos, contraplanos, picados, contrapicados, planos medios, americanos, generales, elipsis, todo.
6.- Amanece que no es poco. Ese humor absurdo y surrealista me abrió muchas perspectivas.
7.- Phantasma. Creo que fue la primera película de miedo que fui a ver al cine. Pasé tanto miedo que quedé enganchado al género para siempre.
8.- Chicago, años 30. ¿Por qué? Bueno, tal vez fue una de las películas de cine negro que vi y también me enganché al género. Hoy en día no recuerdo apenas nada de ella (creo que hay una secuencia en que el mafioso golpea con un pequeño bate a alguien en la cabeza durante una reunión, algo que copió -con un bate bastante más grande- Brian de Palma algo más tarde). Poco después no me perdí ni una de las películas que pusieron en un ciclo de cine negro todos los lunes por la noche en la segunda cadena (tal vez todavía nos refiriéramos a ella como UHF, o tal vez no).
9.- Vértigo, aunque tal vez tendría que nombrar todas las películas de Hitchcock. Me tragué otro ciclo enterito de este hombre, y en mi dormitorio tenía los carteles de esta película y de El hombre que sabía demasiado. Descubrí el suspense, y cuando después leí el libro de Truffau, aluciné.
10.- Los bingueros. Sí, Los bingueros. Fue la primera película para adultos a la que pude entrar sin acompañamiento. Y ese humor aún hoy en día me sigue pareciendo muy legítimo y muy reivindicable. Me hacen más gracia Esteso y Pajares que Christian Clavier y Jean Reno, por ejemplo.

Bueno, ahí estaban las primeras diez que se me vinieron a la cabeza. Probablemente haya más de las que hablar, pero si surgieron éstas, por algo será.

Rectificación

Este miércoles se emite el capítulo 143 de Hospital Central. En los títulos de crédito inciales aparecerá el nombre de mi compañera Carmen Llano como guionista de ese capítulo. Ha sido un error que ya no se puede subsanar porque el capítulo está montado y listo para emitirse, pero (uno tiene su orgullito, qué leches) quiero rectificar y dar los nombres de los cuatro guionistas de ese capítulo: Adela Guitíerrez, Guillermo Zapata, Juan Algarra y Antonio J. Cuevas.

Dicho queda.

viernes, noviembre 25, 2005

Acorralado

Ayer pusieron en Telemadrid Acorralado, la película que después dio lugar a las secuelas de Rambo. No la vi entera, pero sí unos veinte minutos.
Con la distancia, creo que las secuelas le hicieron mucho daño a esta primera parte, que es una película muy entretenida, que te atrapa rápidamente.
Recuerdo que la primera vez que la vi sufrí con ese pobre boina verde perseguido injustamente por un sheriff canalla, y alucinaba con su capacidad para enfrentarse él solito a todas las fuerzas vivas del pueblo. Por los veinte minutos que vi ayer, creo que la película sigue manteniendo la misma fuerza. Aparte de valores políticos, hay que reconocer una buena historia cuando se nos cuenta.
Y como curiosidad, de pronto, en la pandilla del sheriff, vi un rostro muy joven que me sonaba mucho. Tardé unos segundos en darme cuenta de que se trataba de David Caruso, el inefable Horatio de C.S.I. Miami. El que no tenga pasado, que tire la primera piedra...

jueves, noviembre 24, 2005

Manolete made in Hollywood


Me he enterado, tanto por Moonfleet como por Blogdecine, de que en Hollywood están preparando una película sobre Manolete, y que el protagonista será Adrian Brody. Bueno, pues ahí dejo foto de los dos para estudiar parecidos razonables. Yo creo que el actor da el tipo.

miércoles, noviembre 23, 2005

Cocido andaluz

Vuelvo a dar una receta, que hace tiempo que no lo hacía.

Para el cocido andaluz ponemos en una olla express (es que es ahí donde controlo los tiempos) un chorrito de aceite. Ahora añadimos la verdura: una cebolla partida por la mitad, una zanahoria, un trozo de calabaza, un manojo de acelgas o berzas (alguna vez lo he sustituido por judias verdes) y una patata en trozos. También añadimos la carne: un trozo de ternera (morcillo), un trozo de tocino fresco, otro trocito pequeño de añejo, un trozo de hueso de caña, un hueso de jamón, y una carcasa de pollo o gallina.

Añadimos los garbanzos puestos en remojo toda la noche. Echamos agua fría hasta cubrir y un poquito más y algo de sal, pero no mucha, que el añojo ya da el toque salado. Y ahora, para realizar la posterior salsa, echamos un tomate entero, sin pelar ni cortar ni nada.

Cerramos la olla express, lo ponemos a fuego medio, y cuando empieza a girar la pesa o a echar vapor, contamos cuarenta minutos. Apartamos y ya está hecho el cocido.

El cocido andaluz se sirve diferente al madrileño. Primero los garbanzos con el caldo y la verdura, y de segundo trocito de carne, pollo y tocino, que no es ni más ni menos que la pringá. En mi casa no se echa ni chorizo ni morcilla, pero yo hiervo aparte un chorizo y una morcilla y después lo añado a la pringá.

La salsa: con el tomate podemos hacer una salsa que se echa sobre el cocido para darle un toque diferente. En un mortero ponemos un ajo, un poco de sal, un poco de comino, y machacamos. Cuando está bien machacado añadimos el tomate sin la piel (hervido como está la piel sale muy fácilmente), un poquito de aceite y un poquito de vinagre y lo mezclamos todo bien en el mortero. Ya está, ahora podemos añadir una cucharadita o dos de esta salsa en cada plato.

A gozar.

martes, noviembre 22, 2005

El cinismo francés

Hace años, para mi cumpleaños, una amiga me regaló el libro Las partículas elementales, de Michel Houellebecq. No lo leí inmediatamente, sino algunos meses después. Cuando lo hice, quedé fascinado por aquella lectura que me desagradaba y me hacía reir al mismo tiempo, que sacaba lo peor de uno y lo exponía a la vista. Y aluciné con un final que daba un giro sorprendente a lo que había leído (tranquilos, no voy a desvelar ese final).

No leí ninguna de las otras novelas de este autor, pero ayer comencé con la última, recién publicada: La posibilidad de una isla. Ésta es una novela que mezcla una especie de ciencia ficción (el hombre, o algo que se le parece por fin ha alcanzado la inmortalidad, o algo que se le parece), con reflexiones cínicas y nihilistas sobre la realidad.

Por lo pronto, yo me pierdo en algunos referentes a la cultura francesa, pero tampoco importa mucho, porque todo lo demás es muy universal. Por ejemplo, realiza una reflexión sobre la risa. El hombre es el único animal que se ríe, pero llega a la conclusión de que esa capacidad se debe también a que el hombre es el único animal que posee el don de la crueldad. Nos reímos porque somos crueles. Y un claro ejemplo son tanto los monólogos que se supone realiza Daniel (el protagonista número uno) en su vida profesional, como la novela en sí.

Como muestra de la manera de escribir basten dos ejemplos:
"En cuanto a los derechos humanos, es obvio que me importaban tres leches; apenas si conseguía interesarme por los derechos de mi polla".
"El día del suicidio de mi hijo me hice unos huevos con tomate".

Brutal, y eso que sólo acabo de empezar.

lunes, noviembre 21, 2005

El "borroso" jardinero fiel

Ayer fui a ver El jardinero fiel. Como voy a poner algunos "peros", antes que nada quiero aclarar que la película me gustó y que sentí bien gastados los seis euros de la entrada. Ahora van los puntos a favor y en contra (con algún spoiler en medio, aviso).

Me gustó: la historia (al fin y al cabo es una adaptación de una novela de John Le Carré). Me gusta que el amor lleve a un personaje gris a actuar, si no contra sus principios, sí contra su forma de ser. El personaje del "jardinero" evoluciona (no así su mujer, que actúa siempre "fiel" a una personalidad muy marcada). Me gustan los actores. Me gustan los paisajes. Me gusta la construcción con flash backs. Comenzar con la muerte de la mujer te crea ya unas expectativas difíciles de alcanzar si la historia se hubiera contado linealmente.

No me gustó: El embrollo final. Es algo personal que me ocurre con las películas de espionaje cuando le dan demasiada importancia a lo que para Hitchcock era sólo mero McGuffin. Al final no me queda muy claro por qué de pronto los "malos" comienzan a darle pistas (sobre todo si lo que quieren es matarlo), por qué no lo matan antes habiendo tenido muchas oportunidades, etc. En ese aspecto me parece que el guión es un poco tramposo. Y no me gusta el exceso de imágenes desenfocadas (sobre todo primeros planos y planos detalle). Supongo que con los desenfoques, el montaje picado y los movimientos de cámara Fernando Meirelles pretende dar modernidad a una historia que no la necesita para nada. Una realización más clásica le hubiera venido mejor. El colmo de esto que digo es una secuencia en que Ralph Fiennes está comiendo con alguien en un clasista club inglés, todo muy sobrio, muy sereno. Como al director le debe parecer una anticualla recurrir al socorrido plano/contraplano, se marcha a una estatua que hay por allí y hace un giro sobre la mano de la estatua mientras los dos personajes charlan. No entendí en absoluto a qué venía ese plano. Y finalmente, no me gusta la duración. Con quince o veinte minutos menos, hubiera sido mucho mejor película (y encima seguro que en DVD saldrá la ya obligatoria "Versión extendida").

Pero, puestos los pros y los contras sobre la mesa, salí con satisfacción del cine. Emocionado en algún que otro momento, intrigado en otros y con la conciencia agitada en algún otro.

viernes, noviembre 18, 2005

Ya estamos otra vez con la tontería


Pues sí, ya estamos otra vez con la tontería. Se puso de moda lo de ofenderse por cualquier anuncio y ya no para la racha. Lo último de lo último es, como cuenta Vertele, una petición de la Fundación para el Fomento y la Protección de la Aceituna de Mesa. Resulta que esta fundación se ha sentido ofendida, atacada, menospreciada, perjudicada, por ese anuncio de Movistar (creo)en el que un ejecutivo de una compañía aérea decide quitar la aceituna de la ensalada (que nadie se comía) y así se ahorran un pastón.

¿Tan poco valoran su producto -la aceituna- que creen que este anuncio les va a hacer daño? ¿Es que ya nadie tiene sentido del humor?

Hace poco estuve en mi pueblo, mi madre me preparó cuatro botes de aceitunas. Ya sólo me quedan dos. Me he puesto fino a comer aceitunas, y yo he visto ese anuncio un montón de veces. Tras verlo no se me ha ocurrido cambiarme a Movistar, pero mucho menos dejar de comer "olivas".

Ahora a esperar a ver cuál es la próxima tontería.

jueves, noviembre 17, 2005

Géneros y subgéneros


Ayer tuve un par de breves conversaciones cruzadas que se unen de alguna manera en este post. Por un lado, el creador del extinto Gonzalogonzalin me hablaba de una idea sobre un blog mensual que tratara un tema monográfico, con varios artículos escritos por varias personas sobre ese tema. Por otro lado, Guillermo reconoció que le encantan las "películas de periodismo".

Y entonces yo me pregunté: ¿hay más divisiones de géneros cinematográficos que los clásicos: cine negro, comedia, western, thriller...? Efectivamente, las hay. Existen ciertos géneros que se utilizan para definir películas y que son más concretos que los cinco o seis clásicos. ¿Se podría hacer monográficos sobre ellos? Claro que sí.

Una respuesta está en los quioscos (o estuvo). Y es que hace no mucho salió aquella colección: "Cine de juicios". Ese podría ser uno de los géneros de esta clasificación alternativa, una clasificación que más o menos se viene haciendo, de todas formas.

¿Qué otros géneros podemos encontrar? A mí se me ocurren, además de "Cine sobre periodismo", otros como "Cine de catástrofes" (gran auge en los 70), "Road movies", "Buddy movies" (o esas de colegas), "Biopics", "Cine de jóvenes atemorizados", "Cine de psicópatas" (Estos dos últimos géneros muy unidos), "Películas de deportes" (Con auge, caída y redención del protagonista), y un largo etcétera al que últimamente habría que añadir "Películas de Scarlett Johansson".

En fin, que todo esto no vale para nada. Voy a tomarme un café.

miércoles, noviembre 16, 2005

Donde habita el olvido

Cuando empecé con esto del blog, ni me planteaba hablar de Hospital Central, ni mucho menos acabar descubriendo mi identidad como parte del equipo. Pero una vez que lo he hecho y que me han enlazado en la mejor página no oficial sobre la serie, me veo casi obligado a dar alguna información sobre ella de vez en cuando.

Hoy se emite el capítulo 141, y obviamente no voy a adelantar nada sobre él. Lo que si puedo comentaros es una curiosa sensación. Para nosotros, que trabajamos aquí, hablar del 141 es hablar de un pasado remoto. No es que se grabara hace mucho tiempo, ni siquiera que se escribiera hace demasiado, simplemente que nuestras cabezas están ya trabajando en la siguiente temporada y a veces vemos los capítulos que se emiten y creemos que ya han pasado cosas que aún no han pasado.

Bueno, o eso me pasa a mí, pero debo confesar que mi memoria no es precísamente de elefante. (Gracias a Dios, existen los post-its donde apuntarlo todo).

lunes, noviembre 14, 2005

Todo lo demás

Este fin de semana he viajado en tren. ¿Por qué cuento esto? Pues porque en el viaje de ida pusieron una película que tenía ganas de ver: Todo lo demás de Woody Allen. Por desgracia, mi parada estaba antes del final de trayecto y me tuve que apear sin ver los últimos diez o veinte minutos de la película. Tampoco es que me perdiera el final de ninguna intriga criminal ni nada así, pero a uno siempre le gusta ver que el chico finalmente se queda con la chica (o no).

El caso es que teniendo tan reciente la visión de Match Point, he podido compararlas y corroborar mi impresión de que prefiero a Woody Allen cuando hace comedias.

Objetivamente, tal vez Match Point sea mejor película que Todo lo demás, mejor recreación de ambientes, personajes más currados (aunque eso puede discutirse), más giros en la trama... Pero Todo lo demás es puro Woody Allen. Jasin Biggs repite palabra por palabra los diálogos que hubiera dicho un Woody Allen joven, mientras el director se reserva un papel en el que puede dejar salir sólo su parte neurótica. Es como el demonio malo que se sienta en el hombro del protagonista para llevarlo siempre por el camino, si no erróneo, sí más complicado.

Por cierto, Christina Ricci está impresionante, física y "actorialmente".

Y los diálogos son esos diálogos llenos de chispa e ingenio. Nada nuevo, pero, ¿quién es capaz de escribirlos como Woody Allen?

Creo que tendré que alquilarla en breve para ver esos minutos finales.

jueves, noviembre 10, 2005

Y la cosa va de nacimientos.

En el capítulo de Hospital Central emitido ayer, Cruz da a luz a su bebé, una niña. Pues bien, en la vida real, la actriz Alicia Borrachero también acaba de dar a luz hace escasos días a su bebé, en este caso un niño. Lo tuvo en la clínica Ruber, teniendo como compañera de hospital a una tal Letizia Ortiz.

Pues eso, que enhorabuena, Alicia.

martes, noviembre 08, 2005

Y nació Cuatro

Pues sí, ayer no sólo nació Javier Mirapeix, también, por fin, nació esa nueva tele, "Cuatro". Yo no ví la gala desde el inicio. Del informativo dan buena cuenta en Periodista Digital, y parece que se asemejaba más a un informativo local que a otra cosa. Bueno, al fin y al cabo, Localia también es del Grupo Prisa. En fin, habrá que darles tiempo, que los niños siempre son feíllos al nacer.

Del resto de la gala, mejor no hablar. La ví mientras hacía zapping, leía, me levantaba al baño, bebía agua, volvía a leer, volvía a hacer zapping, y es que no creo que hubiera manera de aguantar tanto aburrimiento.

Pero lo dicho, era una gala, acaban de nacer y hay que darles tiempo. En su programación parece haber cosas interesantes (y no me refiero sólo a Córta-T y Ke no!, je je).

En fin, esperemos al bautizo y entonces ya decidiremos.

lunes, noviembre 07, 2005

La foto del día

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La foto del día no es la de Doña Leonor ni Doña Leches, la foto del día es la que me ha llegado a mi móvil. Acaba de nacer Javier Mirapeix Arancón, el hijo de Fran y mi prima Eva. Tiene la suerte de no tener ningún "Don" delante del nombre aún, con lo que tiene la suerte de un futuro aún por decidir, con mil posibilidades a su alcance. ¡Bienvenido, Javier!

Punto de partido y dobles filas


Como tantas y tantas personas, blogeros o no, ayer fui a ver Match Point. Debo decir que las expectativas son muy malas consejeras. No es es que no me gustara la película, que sí me gustó (y bastante), sino que como había oído decir tanto que era una OBRA MAESTRA, pues a mí me pareció una película muy buena, pero no una "obra maestra". Si llego a ir creyendo que me iba a encontrar con un bodrio, probablemente sí me lo parecería a estas alturas.

El caso es que la tarde comenzó cuando fui a coger mi coche y me encontré con otro aparcado en doble fila que me impedía el paso. Pité y pité. Nada. La gente de la calle me miraba. De varias ventanas y balcones se asomaban curiosos a mirar. Yo pitaba, y nada, que no aparecía el dueño. A los diez minutos, entre cansado de pitar y avergonzado de las miradas, llamé a la policía. Mientras esperaba a que llegaran, seguía pitando, por si podía evitarle la multa a este hombre (sobre todo porque no me gustaba la idea de facilitarle el cobro de algo a Gallardón, que seguro que lo invierte para hacer un nuevo socavón en algún barrio). La policía llegó y el tipo del coche aún no. La propia policía me pidió que siguiera pitando mientras esperábamos a la grúa, por si podíamos evitarle al dueño del coche el drama de tener que ir a buscarlo al depósito. Ante un coche de policía parado en la calle, empezó a asomarse todo el barrio, y , por fin, apareció el dueño del coche. Era un hombre de mediana edad que puso cara de pena al ver la situación y dijo: "ha sido sólo un momento". Yo le dije que lo sentía, pero que llevaba un rato pitando y nadie aparecía. El hombre me quitó el coche con la policía esperando para cogerle los datos y ponerle la multa pertinente. Yo me fui. Pero este incidente me dejó un mal sabor de boca, una especie de culpabilidad por lo que le había hecho a aquel pobre hombre, que me duró toda la tarde y me condicionó la visión de Match Point. Quien no la haya visto no va a entender por qué, porque es algo que voy a explicar al final de este (ya largo) post.

Vuelvo a Match Point. Yo distinguiría dos partes en la película. La primera, una historia de costumbres, de ascensión social, de choques culturales... Muy bien contada, muy bien construida, muy bien plafinicada, pero nada sorprendente. Esa primera parte es algo que ya he visto muchas más veces.

Después la película gira, y aunque tampoco ocurre nada que realmente no esperemos, Woody Allen nos lo cuenta tan bien, pone a los personajes tan en su lugar, que nos quedamos completamente enganchados. Y comprendemos que el elemento "suerte" (aunque no sólo ese elemento) es algo unido al destino final de cada uno de ellos.

A partir de aquí, quien no hay visto la película que no siga leyendo.

Cuando el protagonista (un trepa al fin y al cabo) decide que su nivel de vida es lo que le interesa y toma una drástica decisión con respecto a su amante, uno se cree al chaval. A partir de ese momento yo entré en un nivel de tensión que mantuve hasta el final de la película. Sufría tanto por él como por ella. Que Woody Allen haya conseguido eso me parece genial. Lo curioso es que no ocurre nada que no esperemos, y sin embargo, yo estaba con el corazón en un puño en todo momento. Al final, cuando la culpa va a ser el castigo al crimen del protagonista (por algo está leyendo Crimen y Castigo al principio), yo volví a acordarme de aquel hombre al que le habían puesto una multa por mi llamada. Si yo llevaba toda la tarde con remordimientos por este mínimo suceso, ¿qué no sería del tenista-protagonista? ¿Se puede vivir con una culpa como la suya?

sábado, noviembre 05, 2005

Madrid prrrrrrr prrrrrr prrrrrr, ta ta ta ta ...

Me da a mí que Gallardón pretende que la única música en directo que escuchemos los que vivimos en Madrid sea la de las taladradoras, tuneladoras y pitidos de los conductores airados.

Lo último de lo último es lo de Paul Weller. El cantante suspendió su concierto del jueves porque las obras junto al Manzanares le impidieron descargar el material, o al menos eso es lo que dice él.

La verdad es que me da igual que la versión cierta sea la del cantante o la del Ayuntamiento, el caso es que la versión del cantante es creíble, muy creíble. Pasear por la zona del Puente de Segovia debe ser lo más parecido a visitar un escenario bélico.

Así que a partir de ahora, en lugar de conciertos, tuneladoras, en lugar de paseos, batallas, en lugar de fotografías turísticas, instantáneas foto-press...

Y a ver si nos acordamos de este señor en las próximas elecciones, por Dios.

viernes, noviembre 04, 2005

Por pedir, que no quede


El cine americano actual está plagado de remakes de películas de acción y de héroes de todos los tiempos, desde Spiderman (a mí que no me engañen, yo fui a ver otro Spiderman al cine cuando era un crío)hasta Superman, pasando por una infinita suceción de adaptaciones de cómics.

Pues bien, yo recuerdo que cuando crío también disfruté de una película casposa y entrañable, made in Spain, que llevaba por título Supersonic Man. Volver a verla sería un error, porque ya no puede recuperar esa aura mítica que le otorga la nostalgia, pero, ¿por qué no un remake?

Ese superhéroe levantando un tractor de claro cartón-piedra no puede morir en el olvido. Que alguien lo rescate, por favor.

jueves, noviembre 03, 2005

Estoy impaciente (y otras apreciaciones)

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Hace ya mucho, demasiado tiempo, que terminé de ver la cuarta temporada de Los Soprano. Y hace mucho tiempo que la quinta salió en Estados Unidos. ¿Cuándo sale en España? Espero que como mucho la tengan en las tiendas para estas navidades, y así me la pueda autorregalar.

Ah, y hablando de esta serie, para aquellos que dicen que en Hospital Central copiamos Urgencias, debo confesar que sacamos ideas para tramas de absolutamente todo lo que cae en nuestras manos: periódicos, novelas, chismes, anécdotas, y, cómo no, otras series. Y he de confesar que alguna que otra trama se ha inspirado (de manera muy libre) en alguna idea surgida tras la visión de Los Soprano.

miércoles, noviembre 02, 2005

¿Estamos locos, o qué?

Hoy que están debatiendo sobre el Estatuto tengo que hablar algo sobre ello, y eso que no me gusta la política. Sin embargo, desde que empezó todo este jaleo, me han llegado muchos correos de gente que me pide que no compre no sé qué producto catalán, que no vaya a no sé que tienda que tiene capital catalán, que sustituya este producto catalán por tal otro. A eso se une la ristra de chistes que desde hace tiempo llegan sobre Carod Rovira. ¿Estamos locos o qué? No sé a qué viene esta demonización ni de este señor en particular (que no me cae especialmente bien, pero tampoco especialmente mal), ni de los catalanes en general.

Aquí seguimos comprando productos americanos (y los americanos están metidos en mil jaleos), muebles suecos (con la supuesta explotación de menores para su fabricación), pero a nadie le importa eso tanto como que los catalanes quieran mejorar sus condiciones. Coño, ¿y quién no?

Hace no mucho me llegaban los mismos chistes y sugerencias de boicot contra productos vascos y supermercados vascos.

Qué básicos somos.

martes, noviembre 01, 2005

Para los nuevos visitantes

Desde que me han incluido en la sección de enlaces de Seriehospitalcentral.com, estoy recibiendo bastantes visitas desde ahí. Como imagino que estos nuevos visitantes queréis sobre todo información sobre Hospital Central, os recomiendo que visitéis mis post de septiembre, donde contaba cómo me había ido el viaje y colgaba bastantes fotos.
Sólo eso, que hoy es fiesta y no hay que entretenerse demasiado delante del ordenador.

viernes, octubre 28, 2005

Lo que inventan los hombres...

Desde que aparecieron los edredones y las fundas nórdicas en nuestras camas, uno no ha podido dejar de ver diseños más o menos horteras, como ese que imita piedras de río, o cosas por el estilo. Pero dentro de lo hortera, me han descubierto uno que sí es divertido. Yo tal vez me lo compre para imaginarme cómo soy sin mi barriguita.

jueves, octubre 27, 2005

Hospital Central en Guatemala

Por fin se emitió el capítulo de Hospital Central en Guatemala. Pensaba contar mi experiencia allí, pero la verdad es que estoy un poco cansado, así que simplemente voy a subir algunas de las fotos que tomé. Tal vez en otro momento me anime y cuente alguna que otra anéctoda. Por lo pronto, os dejo con estas imágenes.

Dos actrices


Si no hubiera sido por estos momentos...


El Dr. Diego auscultando a Diana


No es un santo, es Bubu (eléctrico) que también da sombra


Poco antes del "casi" atropello


Así se juega la vida el dire de fotografía


Guapísima Diana con Israel (Dr. Palenque) en una pausa


Camino al beso


Los actores y yo (Con Blanca al fondo)

Tengo más, pero creo que con éstas son bastantes.

martes, octubre 25, 2005

Los amigos se separaron

A pesar de que nunca he sido un fiel seguidor de Friends, reconozco que es una buena serie con muy buenos diálogos. El problema (para mí) era que no me enganchaba. Podía ver un capítulo y partirme de risa, otro y partirme aún más, pero si al día siguiente no veía ninguno, no la echaba en falta, me daba igual si Ross estaba con una o con otra. Reconozco que es cosa mía, no de la serie.

Ayer vi el primer capítulo de Joey, el spin-off de la vida del personaje cuando se traslada de Nueva York a Los Ángeles.

Había oído que no ha tenido mucho éxito en Estados Unidos, así que tanto yo, como mis compañeros de trabajo, la empezamos a ver con esa cosa de "vamos a ver algo muy malo". Nada de eso. Ya desde el primer gag comenzamos a reírnos con ganas.
El personaje ha cambiado un poco. Mantiene la ingenuidad original, pero lo han salpicado con arrebatos de lucidez que tal vez molesten o tal vez sepan integrar para no dejar que el protagonismo lo lleve un auténtico pazguato.

No tiene la rapidez ni la chispa de Friends, pero Joey, al menos en este primer capítulo, es tan divertido como cualquier buena serie y mucho más divertido que la mayoría de las que se pueden ver por ahí. No me engancharé, pero es porque no suele engancharme a ninguna serie.

Debo ser un tipo raro.

lunes, octubre 24, 2005

Racismo en la piel

Creo que ya no hay nadie que siga diciendo eso de que en España no somos racistas. Ahora que ya sí hay gente de otras culturas y otras razas entre nosotros el racismo, desgraciadamente, va creciendo.

El sábado pasado asistí a un momento de racismo callejero, de racismo "a flor de piel", nada de violencia ni de organización, sino de simple ignorancia y falta de respeto.

Iba yo en un autobús, cuando el conductor estuvo a punto de pasarse una parada en la que sólo había una persona esperando, pero finalmente paró. La persona era una señora de unos cincuenta años, negra. Como el autobús no había parado, esta señora hizo algún comentario, nada exagerado, la típica queja de cualquier consumidor. El conductor, ni corto ni perezoso, le saltó a la yugular, le dijo que lo que tenía que hacer era darle las gracias por haber parado y, sobre todo, decir al menos "buenas tardes". La señora, que no había entrado enfadada, se enfadó entonces. Dijo que no entendía que tuviera que dar las gracias por parar en donde tenía que parar y, sobre todo, dijo que estaba harta de dar las "buenas tardes" sin obtener una respuesta a cambio, que siempre lo decía y que está harta de ver malas caras y gente amargada haciendo su trabajo. Empezó a murmurar su inconformidad, como hubiera hecho cualquier ama de casa blanca de esas que murmuran a todas horas. Pero ella era negra.

En la siguiente parada, un anciano encorbatado se levantó para bajarse y le dijo: "Señora, cállese ya y váyase a su país". Al instante me sentí muy violento. Por suerte, un joven que había junto al viejo le dijo que eso no se decía, que esa señora había venido a España a trabajar. Así lo corroboró la señora: tengo carnet español y llevo dieciocho años en España trabajando de nueve de la mañana a ocho de la tarde.

Desgraciadamente, ese viejo no va a cambiar de opinión. Para él aquella mujer sólo era una negra que encima de que consigue un trabajo tiene la desfachatez de quejarse. Si por él hubiera valido, le hubiera dado con un látigo en la espalda.

Es un lugar común, pero como es cierto, lo repito. Ya nadie se acuerda de que aquí salió mucha gente a buscar un trabajo en el extranjero. ¿Por qué ahora nos asusta tanto un color de piel diferente?

El gurú del guión


Syd Field

Se puede decir que hay cuatro grandes teóricos del guión, los cuatro norteamericanos: Vorhaus, Linda Seger, McKee y Syd Field. Este fin de semana he asistido a un curso rápido (Master Class lo llaman para darle glamour) de guión con el último de ellos.

He de reconocer que los libros de Syd Field me han sido de mucha ayuda y este autor fue mi primera aproximación al guión como una estructura clara y una forma de trabajar ordenada. Pero su clase... puff. Hubiera necesitado mucho más café.

Este hombre tuvo una feliz iluminación hace veinticinco años (una cosa llamada "el paradigma") y desde entonces vive rentabilizando esa iluminación. Con un ritmo cansino, entreteniéndose con insufribles anécdotas personales o teorías sobre el universo en cada concepto, Syd Field no hizo otra cosa que repetir lo que ya repite en cada uno de sus libros. No digo que su teoría sea mala, todo lo contrario, pero sí que en un curso uno espera algo más que volver a oír lo que ya se ha leído.

En fin, que lo que pasa es que me da rabia haber perdido un domingo tan soleado encerrado en un centro cultural. Y encima pagando.

jueves, octubre 20, 2005

Ficción y realidad

En el capítulo de ayer de Hospital Central se descubre que finalmente es Javier el que acompaña a Laura a Guatemala. Poco antes, Laura se da cuenta de que tiene el pasaporte caducado y sale pitando para el aeropuerto para renovarlo en la comisaría express que hay allí.

Eso fue en la ficción, pero en la realidad pasó algo muy parecido. El día que salíamos para Guatemala (un equipo de diecinueve personas y un millón de bultos), comenzamos a pasar por facturación. Cuando llegó el turno de Antonio Zabalburu, no es que tuviera el pasaporte caducado, es que no se había hecho el pasaporte digital, y como hacíamos escala en Estados Unidos, no era válido para volar.

Igual que Laura en la ficción, Antonio en la realidad tuvo que ir corriendo a la comisaría del aeropuerto, pero hubo un problema añadido: no llevaba consigo el D.N.I. y se lo exigían para la renovación del pasaporte. Así que, con el equipo a punto de embarcar, Antonio tuvo que salir pitando para su casa a buscar su D.N.I. ¿Le daría tiempo a ir, volver, pasar por la comisaría, renovar y aún estar a tiempo para embarcar con nosotros?

Como en las mejores películas de suspense, el misterio se mantuvo hasta el final, hasta el momento en que comenzamos a pasar por la puerta de embarque. Ese fue el momento que eligió para hacer su aparición estelar con su flamante pasaporte en la mano, una sonrisa en la cara y un gesto de tranquilidad realmente envidiable.

Actores.

miércoles, octubre 19, 2005

Ondeando

Acaban de darnos una gratísima noticia. ¡Hospital Central ha ganado un Premio Ondas!

Como parte integrante del equipo, no puedo dejar de sentirme contento. Hay gente que es incapaz de ver esta serie porque trata de hospitales, hay gente a la que le gusta precisamente por eso; hay gente que la ve de vez en cuando y cree que es aburrida, hay gente que está enganchadísima y no se pierde ni un capítulo; hay gente que aún hoy en día insiste en que es una copia de Urgencias, hay gente que sabe que una serie de un hospital es tan copia de Urgencias como una de abogados es copia de La ley de Los Ángeles. En fin, que como hay gente "pa to", nosotros seguimos haciendo la serie muy orgullosos de lo que hacemos. Y lo hacemos lo mejor que podemos.

Vamos, que un premio no es nuestro objetivo, pero tras los gritos y sonrisas de oreja a oreja que hemos puesto todos cuando hemos recibido la noticia, no puedo decir que no sea bienvenido. Un reconocimiento público a tu trabajo no es algo que se pueda tener en todas las profesiones.

A partir de ahora, cuando alguien se entere de que trabajo en Hospital Central y me diga que no le gusta nada, no podré resistir la tentación de decirle: "Ya, ya, pero tengo un Ondas".

Un poquito de vanidad no viene mal en esta bolsa de la autoestima que es la tele.

lunes, octubre 17, 2005

Televisión en el cine


Escándalo en el plató

El viernes me di mi casi habitual paseo por la Fnac para hacer acopio de víveres de entretenimiento. No pude resistirme a la oferta de la semana: Escándalo en el plató. Curiosamente me encontré con un conocido que también llevaba ese título en la mano.

No la había vuelto a ver desde su estreno, allá por los primeros noventa, así que el mismo viernes la puse. Realmente, es una comedia divertidísima, con un humor no muy sutil, pero sí muy efectivo. Si alguien está pasando una mala racha, le recomiendo que la vea, al menos se olvidará de todo durante hora y media.

viernes, octubre 14, 2005

Un nuevo estilo 2ª Parte

En fin, ya sabía yo que los nuevos informativos de Tele 5 no buscaban más credibilidad sino, simplemente, más audiencia.

Y es que lo que he visto hoy ya da prueba suficiente de ello. A mí Operación Triunfo me parece un buen programa de televisión. Musicalmente no me aporta nada, pero como programa, me gusta esa mezcla de reality, marketing, espectáculo, participación... Vamos, que es un buen producto.

Y claro, como la final tuvo mucha audiencia, pues van hoy los de los informativos de Tele 5 y dan el resultado de esa final como una noticia más. Saben que cebándolo bien, tendrán algunos espectadores más. A este paso, ya mismo veremos anunciar Mira quién baila en el Telediario de la Primera o Aquí no hay quien viva en el de Antena 3.

Ya mismo no hará falta realidad. Tendremos la tele.

jueves, octubre 13, 2005

Ser o no ser



Dos géneros, un mismo tema.

Aprovechando la isla de un miércoles festivo, me he revideado (como diría Alex) dos películas muy diferentes entre sí. ¿O no lo son tanto?

El martes volví a ver El gigante de hierro. No pude evitar que se me volviera a escapar alguna lagrimilla, aunque eso no era nada comparado con el mar de lágrimas que soltó mi chica (era la primera vez que la veía, llovía, todo acompañaba). Y ayer pusimos La naranja mecánica. Aquí no hubo lágrimas, pero sí nuevamente admiración.

Y entonces me di cuenta. Las dos películas, en el fondo, van de lo mismo: de la libertad de elegir. De "ser lo que eliges ser". He aquí la grandeza de la narración, en general, cómo de un sólo tema se pueden ofrecer tantos tratamientos como narradores lo aborden.

Sinceramente, no sabría decir cuál de las dos películas me gusta más, si la inocencia de los dibujos o la crueldad coregrafiada de Kubrick. ¿Para qué elegir pudiendo tenerlo todo?

miércoles, octubre 12, 2005

La publicidad y el sexo

En El País de hoy leo la carta de un lector al director en la que se queja (con sentido del humor) del anuncio del nuevo envase de café que es tan fácil de abrir que hasta un hombre puede abrirlo y recitar la tabla del uno a la vez. No se queja porque denigre al sexo masculino, sino porque se pretenda huír de la supuesta manipulación sexista que la publicidad hace de la mujer, utilizando el mismo burdo esquema para los hombres.

Realmente, todos estos debates me parecen un poco sacados de sitio. Debería juzgarse la publicidad porque atente al buen gusto, pero que salga una mujer dando una patada a su pareja masculina porque no sabe darle bien un masaje, me parece tan poco relevante como que aparezca una escuela en la que se enseña al hombre a mantener la atención en su pareja frente a un partido de fútbol. Con la de cosas que pasan en el mundo y que haya gente que todavía se preocupa por esto...

Lo único que pediría es un poco de distanciamiento y, sobre todo, sentido del humor.

martes, octubre 11, 2005

Hoy me repito

Esta mañana escribí un post en mi otro blog. Como va sobre cine y hoy me encuentro un poco vagoneta, he pensado que ese mismo post podía venir bien en este blog (vaya palabrerío extraño). Así que, ni corto ni perezoso, lo copio aquí (perdón para esas cuatro o cinco personas que entran en mis dos páginas).

El cine. No puedo olvidar que durante toda mi vida me ha encantado el cine. Ya conté que los domingos iba a la sesión de tarde siempre, sin mirar siquiera la cartelera.

Uno de mis géneros favoritos en mi infancia eran las películas de kárate.
Bruce Lee era un auténtico ídolo para mí y para la mayoría de los niños. Nos tragábamos sus películas con la boca abierta y una fascinación en la mirada que se traducía en patadas al aire, juegos de brazos y gritos en cuanto salíamos a la calle. Un amigo mío incluso se fabricó unos "luchacos" caseros con dos trozos de madera y una cadena.

Aún recuerdo un descubrimiento en este género: las películas de
Jackie Chan, aunque aún no sabía que era Jackie Chan. Lo bueno de estas películas era que mezclaban humor con la acción. Títulos míticos, que no quiero volver a ver para no defraudarme, son El mono borracho en el ojo del tigre y La serpiente a la sombra del águila.

Mi hermano y yo tuvimos grandes peleas tras salir del cine de verlas. Qué tiempos aquellos.


(Para quien esté intesado en leer sobre mi infancia en el cine, que pulse aquí).

lunes, octubre 10, 2005

Catástrofe en Guatemala

Dice el axioma periodístico que la relevancia de una noticia viene marcada, entre otros factores, por la cercanía del lugar de los hechos. Es curioso cómo miramos con pena pero distanciamiento catástrofes naturales que ocurren en lugares remotos: tsunamis, terremotos, inundaciones, huracanes... Sin embargo, nos preocupamos mucho más ante un accidente de tráfico en nuestro pueblo, un atasco en nuestra ciudad...

Tal vez por eso, las consecuencias del Katrina en Nueva Orleans se vivieron con más intensidad de lo habitual, porque, lo queramos o no, Estados Unidos está muy cerca. De allí viene gran parte de nuestra cultura actual (cine, música, ropa, hábitos,...) y vemos a un país "tan civilizado" como el nuestro, a un país en el que "no pasan esas cosas".

Yo ya conté durante el mes de septiembre, que había estado en Guatemala, participando en la grabación de un capítulo de Hospital Central. Pues bien, por eso mismo, todo lo que está ocurriendo en aquel país me pilla con más cercanía que las anteriores catástrofes que han ido sucediéndose por aquel territorio.

Volcán sobre urbanización

Uno había visto un país pobre pero con una gente llena de amabilidad y buenos deseos. Ver ahora esos paisajes tan reconocibles debastados por las lluvias parece algo increíble.

Recuerdo que nosotros teníamos la recomendación de abandonar uno de los lugares en los que grabábamos antes de que comenzaran las lluvias de la tarde por el peligro de quedarnos aislados allí. No quiero imaginar cómo se habrá vivido el huracán por aquella zona.

Lluvia

La gente que conocimos eran personas con una suerte de resignación religiosa que le hacía ver los designios de Dios tanto en lo bueno como en lo malo. Tal vez sea la única explicación que encuentran ante tanta desgracia.

Sea como sea, básicamente era gente feliz. Ojalá vuelvan a serlo.


Campo natural de fútbol

sábado, octubre 08, 2005

Noche de perros


Mi pesadilla

Tengo una costumbre. Cuando me despierto por cualquier motivo a medianoche, suelo encender la radio. Aunque la programo para que se apague en una hora, no duro mucho más de diez minutos despierto. Hoy esta costumbre me ha provocado una terrible pesadilla.

He soñado que Aznar volvía a la palestra y metía el miedo en el cuerpo de la gente con frases como "El Gobierno ha llevado a España al borde el abismo", o "España corre serios riesgos de desintegración y balcanización", y cosas por el estilo. En mi sueño la gente empezaba a tener miedo y se liaba la marimorena. Pero me desperté. Era sólo un sueño. No era algo real. No ES algo real. Menos mal.

Sin embargo, he comprado el periódico y leo la noticia de que Aznar ha dicho esas frases en México. Ya lo entiendo, la radio metió esas palabras en mi cerebro y él las transformó en pesadilla.

Y esto me lleva a otra reflexión. Hoy he ido a comprar el periódico (ya lo he dicho). El quiosquero estaba de muy buen humor. He ido al supermercado y he visto a las amas de casa con sus preocupaciones cotidianas de siempre: que si no me has dado bien el cambio, que si mi niño llegó a las tantas, que que bueno me va a salir el arroz. Después fui a la frutería y el frutero canturreaba sin ninguna preocupación. He estado incluso en la peluquería y sólo se hablaba de asuntos de la prensa rosa.

¿A qué viene esto? A que no veo que a nadie le importe un carajo (perdón por la palabra) el Estatuto y esas cosas que supuestamente van a desintegrar España. Todo el asunto parece un invento de políticos y medios de comunicación, pero en la calle el tema aburre "soberanamente".

Puestos a tener miedo, lo que a mí me da miedo de verdad es caerme en una de las zanjas de Gallardón.

jueves, octubre 06, 2005

Gritar en la oscuridad

Ayer hablaba con mis compañeros de trabajo del miedo que pasamos todos viendo El exorcista. No sé si antes uno era más inocente cinematográficamente hablando, o es que antes las películas de miedo se hacían más para dar miedo que para asustar. El caso es que he recordado lo mal/bien que lo pasaba en el cine en mi adolescencia en aquellas películas. Tal vez la primera película que me hizo estar toda una noche sin dormir fue Phantasma. La vi con diez u once años y no podía dejar de imaginar que debajo de mi cama esos esclavos semimuertos esperaban a que me durmiera para atacarme.
Y a partir de ahí, discurrieron una serie de películas, la mayoría menores, que me fascinaban y no me dejaban dormir, desde Profecía Maldita hasta la consabida El Exorcista, que disfruté entre constantes escalofríos (es que además la vi en un cine de verano cuando el verano ya estaba llegando a su fin).

¿Cuándo dejan de dar miedo las películas de miedo? Si lo pienso en serio, no creo que las películas de ahora sean realmente mucho peores (en cuanto a crear inquietud) que aquella serie B que tanto me gustaba. Sinceramente, creo se trata más de una cuestión de edad (o tal vez que mientras más ves, menos te implicas). Es una pena, porque me gustaba mucho sufrir en el cine.

miércoles, octubre 05, 2005

Nostalgia radiofónica

A través de MaeloCinema, llego a un nuevo blog, Tribeca Sessions, y en él, me encuentro con una entrada sobre la banda sonora de Alta Fidelidad.

No voy a hablar sobre esta banda sonora (sólo diré que la tengo y me gusta), sino sobre una cita que aparece en el post: “Dime las 10 mejores canciones sobre la muerte”, o “las diez mejores canciones sobre las rupturas de pareja”. ¿Por qué? Porque estas frases vuelven a hacerme recordar un programa radiofónico que me tenía atrapado en mi pre-adolescencia. No recuerdo el título, pero sí que era musical, lo presentaba José Ramón Pardo y que tenía un mecanismo tan sencillo como subyugante. Al principio, Pardo proponía un tema para el día, por ejemplo (y me lo invento sobre la marcha), "teléfono". A continuación, los oyentes llamaban para citar canciones en que aparecía la palabra teléfono, tanto en el título como en la letra, o que estaban relacionadas directamente con el término (tal vez una señal telefónica como base rítmica...). Él ya tenía preparadas unas cuantas para ir calentando el ambiente, y después iba consiguiendo casi todas las canciones que los oyentes proponían.

Gracias a este programa descubrí muchos temas, y siempre me resultaba muy entretenido. Lo sencillo a veces es lo más difícil de conseguir.

Tontería

Acabo de comer mi ración de gluten en un "bufé" libre chino. El estómago me llega al suelo, me hundo en el sueño, pero tengo que volver al trabajo. ¿Por qué no pusieron el eclipse para hoy? Tal vez así me podría escaquear con la excusa de que creía que era más tarde.

martes, octubre 04, 2005

El fin... el fin del verano

¡Han vuelto! Y con su vuelta se ha marcado el inicio del otoño. No me refiero a los vientos, a las hojas caídas, ni siquiera a las lluvias (ojalá), me refiero a...¡¡los vigilantes del carril bus!!.

Sí, en verano desaparecieron del Pº de Extremadura, y con su desaparición llegaron atascos kilométricos cada día. Claro, no había nadie que pusiera orden en el libertinaje que se montaba allí. Pero han vuelto y el tráfico... bueno, no es que esté muy bien, pero está mejor. Si es que son muy grandes. Con sus pequeños Smarts y sus chalecos fluorescentes al fin alguien pone orden en esta ciudad. ¡¡Una serie sobre ellos, ya!!

lunes, octubre 03, 2005

Brillo eterno

Este fin de semana me he llevado una de esas agradables sorpresas que de vez en cuando te da el cine, o en este caso concreto el DVD. Por recomendación de varios compañeros de trabajo, me compré Olvídate de mí.

Como referencías, creía saber que se trataba de una comedia romántica donde un joven se somete a un procedimiento para borrar de su memoria todo rastro de su ex-novia. Nada más. Y es mejor llegar a esta película tan virgen como llegué yo, porque me he encontrado con una historia original y una manera de contar absorvente. No se parece en nada a la película que esperaba encontrar, para bien. Varias veces a lo largo del visionado sentí erizarse los pelos de mi piel. Y anoche no hacía frío.

Jim Carrey apenas hace un par de muecas, y todos los actores están perfectos. El ser rastrero que interpreta Elijah Wood me encanta, porque entendemos su miseria.

No me extraña que ganara el Oscar al mejor guión original, porque es magistral la manera en que nos cuenta una historia que a priori puede parecer complicada de hacer comprender, sin que nos perdamos. Pura magia cinematográfica.

Y esa forma en que nos metemos en la cabeza de Jim Carrey... a veces me acordaba de aquellas colaboraciones entre Buñuel y Dalí...uff. Una prueba más de que los efectos especiales (ópticos o informáticos) se pueden usar no sólo para películas de acción.

Mejor no cuento nada más para quien no la haya visto. En ese caso, sólo diría una cosa: hay que verla.

sábado, octubre 01, 2005

Memorias y diarios

Ya he dicho alguna vez que tengo otro blog en el que cuento mi infancia. Todo lo que relato ahí es real, o al menos es el recuerdo real de aquellos años. Y son unas memorias cargadas de inocencia, la vida de un niño en un pueblo andaluz en los años setenta y primeros ochenta.

Pues bien, en el polo opuesto he descubierto una página gracias a la recomendación de uno de mis hermanos. Digo en el polo opuesto porque son las memorias de un pervertido. No sé hasta qué punto lo que cuenta el tipo en cuestión es real, hasta qué punto recreación y hasta qué punto pura ficción, pero da igual.

No es una página recomendada para estómagos débiles, feministas, menores, ni- como él mismo díce- para nadie. Pero tiene su gracia ver desgranarse ante nosotros las tristes proezas sexuales (a veces no tan tristes) del protagonista. No lo he leído entero, apenas unos párrafos, pero no es un texto que deje indiferente. Como muestra, copio un trocito de su primer diario (porque tiene la página dividida en varios):
"Busco canales de televisión: si no es con un vídeo musical de la mtv me masturbo viendo a las presentadoras de las noticias de la noche (mi favorita es una que se llama Letizia:-aquí planta la foto-las presentadoras de noticias son perfectas para masturbarse: te aguantan la mirada, te miran fijamente mientras lo haces): he de quitar el sonido: uno: las noticias sobre guerras, malos tratos o niños enfermos que mueren de hambre hacen que se me baje la erección..."

Pues eso, que a veces curiosear por internet tiene estas cosas.

jueves, septiembre 29, 2005

Un nuevo estilo

Telecinco ha pregonado (y sigue pregonando) la bondad de sus nuevos informativos. Sin embargo, ayer me puse a ver el de las ocho y media y me dí cuenta de por qué no acaban de gustarme.

Cuando empezaron los titulares, comprobé que aquello realmente no eran "titulares". La dirección de informativos ha decidido "ficcionar" los espacios de noticias. En un titular debe estar contenida la información básica de lo que será la noticia. Pues bien, eso ya no ocurre en Telecinco. Ahora los supuestos titulares son en verdad reclamos, cebos, para que nos quedemos a ver qué ocurre después, qué "giro de la trama" nos espera. Nos plantan una imagen de un inmigrante diciendo que se siente muy feliz de estar en España y el "titular" es "¿por qué está tan contento este hombre?". Nos plantan una foto de un calamar gigante y nos dicen: "esto no es nada comparado con lo que vamos a ver".

Bombo y platillo para vender la realidad. No sé, no sé.

miércoles, septiembre 28, 2005

Apabullado

Estoy acostumbrado a que a ésta, mi casa, entren al día no más de veinte visitas, así que ayer me quedé acongojado, atónito, apabullado, cuando comprobé que había recibido nada más y nada menos que 125. Sé que para otros salones de la blogosfera eso apenas es nada, pero en mi modesta salita no tenía previstas tantas sillas. Muchas gracias por entrar. Sois todos bienvenidos, y a ver si seguimos viéndonos.

Aunque no sobre el mismo tema de ayer (el corto de Guillermo y Fátima Baeza), yo seguiré contando cositas por aquí.

lunes, septiembre 26, 2005

Estreno de "Lo que tú quieras oír"


Cartel del corto

Lo prometí esta mañana en la página de Guillermo, y lo prometido es deuda, así que voy a hacer un breve comentario sobre el estreno de su corto: Lo que tú quieras oír.

Llegué a la hora exacta, a eso de las ocho, y ya había mucha gente esperando. Supongo que amigos, compañeros, familiares, y desconocidos que se habían enterado por algún medio. Mientras esperábamos, desde la calle llegaban flashazos de cámaras digitales. Eran las fans de Fátima Baeza, que no querían dejar pasar la oportunidad de hacerse una foto con ella.

Guillermo apareció y prometió no dar una charla introductoria más larga que el propio corto. No cumplió con su promesa (no siempre lo prometido es deuda). El sudor bañaba su frente.

El caso es que comenzó la proyección. Yo ya había visto el corto, y en ningún momento se me había ocurrido que aquello podía provocar la risa. No desvelaré nada para quien no lo haya visto, pero la verdad es que cuando oí que la gente se reía justo en el momento en que se reía, comprendí que era totalmente comprensible esa reacción. No era una risa de “qué gracioso es esto”, sino una risa de “coño, que avispá es esta tía”. Eso quería decir, ni más ni menos, que la gente estaba con la protagonista. Y eso es un logro.

Creo que la acogida general fue bastante buena. Y ahora que el corto ya se ha estrenado, puedo decir que me gusta porque no es ninguna paja mental que pretende demostrar lo “cool” que es el director. Es una historia sencilla, pero humana. ¿Para qué más?

Después del corto, llegaron las cervezas y los canapés. Pero eso es otra historia y será contrada en otro sitio.


Guillermo presenta (con ojos anegados en sangre)


Guillermo presenta, Fatima escucha


Guillermo, mi espontánea "cuñá", una persona que quiere ser anónima y yo haciendo algo largo de explicar.

Sigo en el circo.

Hace un mes o así, comenté que había empezado a leer Un hijo del circo, de John Irving. Apenas llevaba veinte páginas. Pues bien, hoy he pasado ya de la página trescientas (no voy muy rápido, lo sé, pero bueno, tampoco he tenido mucho tiempo estos días: Guatemala y todo eso...).

Es una novela que empieza gustando porque está muy bien escrita, y que despierta la curiosidad por lo extraño de su tema (un indio o hindú que vive en Canadá y viaja regularmente a la India, que saca sangre a enanos de circo para investigar su enfermedad...). Pero el señor Irving es un maestro para crear situaciones y, sobre todo, personajes. Con esos detalles iniciales nos hacemos una idea clara de qué tipo de persona es el protagonista. Y cuando ya llevamos más de doscientas páginas, aparecen casi como por casualidad otros personajes del pasado que me temo van a tener mucha importancia en la novela. La estructura temporal que propone es muy interesante. A estas alturas de la lectura, apenas ha pasado un día en la vida "actual" del protagonista, pero en ese día hemos asistido a flash-backs y flash-backs dentro del flahs-back que nos han enseñado ya mucho sobre su padasado. Y no sólo eso, el punto de vista salta de un personaje a otro con una facilidad increíble. Quién escribiera como este señor...

Seguiremos informando...

domingo, septiembre 25, 2005

Caos

El año pasado, participé en la Carrera Nocturna del Guadalquivir, en Sevilla. Lo que me atraía de esta prueba era que su recorrido de diez kilómetros transcurría por el centro de Sevilla. Sin embargo, justo el año pasado, la presión de la población, que se había quejado de los atascos que se formaban el día de la carrera, hizo que el ayuntamiento cambiara el recorrido y fui por diez kilómetros muy aburridos: una zona de extrarradio dedicada a oficinas y poco más. Aquello me pareció muy mal tanto por parte de la población (se supone que Sevilla había aspirado a unos Juegos Olímpicos, y no quería que el deporte obstruyera sus calles ni un solo día), como por el Ayuntamiento (por su bajada de pantalones).

No obstante, lo que está ocurriendo esta semana en Madrid, es justamente todo lo contrario. El alcalde (me niego a llamar excelentísimo a este señor) está jugando con los madrileños y va a conseguir crisparnos a todos.

En una ciudad en la que no hay un centímetro sin obras, en la que el número y la "calidad" de los atascos crece día a día, se le ocurre celebrar un campeonato de ciclismo, no de un día ni de dos, sino de cinco o seis. Estos días, Madrid es una ciudad sin movilidad.

Hay muchos coches, lo sé. Habría que poner una solución a eso, lo sé. Pero pasar "olímpicamente" de los ciudadanos y dedicarse a realizar campeonatitos, cortes de calles e inauguraciones a medias de líneas de metro, esa no es la solución. Sobre todo ahora que nos hemos enterado de que va a paralizar la mayoría de los proyectos olímpicos que tenía puestos en marcha (y que no va a plantar tantos árboles como prometió).

¿Seguro que este hombre quiere que lo vuelvan a votar?

sábado, septiembre 24, 2005

El color de Guatemala

Hoy es sábado y no tengo muchas ganas de escribir, así que os dejo con más fotos de Guatemala.

Gente esperando en la consulta médica


Al rico helado


Ultramarinos


Autobús pasando por La Antigua

viernes, septiembre 23, 2005

El huevo delator

Parafraseando el cuento de Allan Poe, El corazón delator, en que el latido del corazón delataba a un asesino (creo recordar), enlazo aquí una noticia en la que un huevazo delata el play back de David Bustamante.

La notica no va sobre eso, va sobre que el huevazo hizo perder el conocimiento al cantante durante un concierto en las fiestas de Logroño. Y eso está muy mal. No hay que ir tirando huevos por ahí. Pero el problema es que cuando el Busta se desmayó, la música Y SU VOZ siguieron sonando.

Es una falta de respeto que el chaval haga play-back delante de su público. Tanta, que se merecería otro huevazo cuando volvió al escenario.

Más fotos de Guatemala

Ya queda menos para que se emita "el capítulo de Guatemala" en Hospital Central. No voy a contar más sobre el viaje, pero os dejos con algunas de las fotos hechas con cámara tradicional (35mm) que acabo de scanear.

Despertando vocaciones


Toritos esperando a que abramos el trafico


Una esquina cualquiera


Mercado callejero

jueves, septiembre 22, 2005

La casa por el tejado

¿Os imagináis que una empresa del sector privado inaugura una sucursal en un edificio nuevo en el que aún no hay electricidad, agua, teléfono ni casi muebles? Y si esa empresa encima da servicios a terceros que tienen que acudir a ese edificio, ¿sería posible que se atreviera a atenderlos sin contar con lo mínimo exigido? Probablemente esa empresa no duraría ni medio telediario.

En el sector privado eso parece imposible, pero en el público es un hecho real.

En Madrid acaba de inaugurarse un nuevo instituto de enseñanza de Formación Profesional: el I.E.S Villaverde. Pues bien, parece que nadie en la Administración se ha preocupado de que la luz esté dada de alta, a fecha de hoy aún cuentan tan sólo con agua de obra (los pobres vigilantes tendrán que ir a un bar a hacer sus necesidades). El caso era inaugurar, para la foto, para decir que se crean centros.

La compañía eléctrica aclara que las cosas no se han hecho siguiendo sus pasos y ellos no tienen la culpa del retraso. Si se hubiera hecho bien, el edificio podía tener luz desde hace ya varios meses. Pero nadie se preocupó. Total, es sólo enseñanza pública.

Sin embargo, sí se acordaron de desviar varias ramas de enseñanza de otros institutos a ese nuevo instituto, aún virtual. Eso sí es empezar la casa por el tejado.

Terminando septiembre, aún no tienen ni idea de cuándo podrán empezar a dar clases. A los directivos y profesores del centro les queda la papeleta de dar explicaciones a los alumnos y padres.

martes, septiembre 20, 2005

Casiopea estrena corto

Este domingo, Guillermo estrena su corto.

Es una frase que se escribe rápidamente. Pero tras esa frase hay un proceso de angustia y dilatación que he vivido como mero espectador, pero desde bastante cerca (al fin y al cabo, somos compañeros de trabajo y de vaivenes en el coche al ritmo de cintas musicales que se repiten sin fin). Guillermo ha ido describiendo paso a paso cómo ha sido todo el proceso en la sección Lo que tu quieras oír de su blog.

Terminó el proceso creativo. Ahora toca el turno de las críticas. Hay gente que ya ha criticado el corto antes de haberlo visto. Son sólo siete minutos, pero los meses de angustia y neurosis merecen darle una oportunidad. Por lo menos, verlo.

lunes, septiembre 19, 2005

Falafel

La comida medioriental en general o libanesa en particular tiene un plato que me gusta hacer de vez en cuando: los falafel, una especie de croquetillas de garbanzo. Es un plato fácil de hacer, aunque no es del gusto de todo el mundo.

Se cogen dos tazas de garbanzos y se ponen en remojo varias horas, como mínimo cuatro o cinco. Cuando ya están reblandecidos, se escurren y se pasan por una picadora hasta que consigamos una masa homogénea. A esta masa añadimos una cebolla pijada, un ajo picado, perejil fresco, comino (la receta original también tiene cilantro, pero a mí no me gusta ponérselo) y un pelín de agua, no más de una cucharada. Se puede añadir también un poco de levadura en polvo.

Ahora volvemos a pasar todo por la batidora. Conseguimos la masa que será la base de los falafel. La dejamos reposar una media hora y ya podemos proceder. Ponemos a calentar aceite y cuando está caliente, vamos cogiendo pequeñas porciones de la masa (lo que cabe en una cuchara colmada) y formamos con la mano pequeñas "hamburguesillas". Vamos echándolas en la sartén y friéndolas una a una. Se van sacando y poniendo en un plato sobre papel absorvente para eliminar el exceso de aceite.

Un consejo: no uséis garbanzos de bote, son demasiado blandos. A mí se me ocurrió hacerlo así el otro día y cuando metía los falafel en la sartén se deshacían completamente. Para arreglarlo pasé cada falafel por harina y los congelé. Aún los guardo en el congelador y no los he frito, no sé si el truco me dará resultado.

No cometáis mi mismo error.

viernes, septiembre 16, 2005

¿Eres tú John Wayne?


Recluta patoso

Reconozco que soy seguidor de Operación Triunfo, pero ayer no tenía muchas ganas de seguirlo. Ya pasó lo mejor, ya no hay un jurado que ponga nerviosos a los chicos. Así que me fui a mi estantería de películas y me puse a ver La Chaqueta Metálica.

Me ha pasado esta vez lo mismo que las otras veces que la he visto. Nunca me he atrevido a criticar nada de esta película porque todo el mundo parece unánime en alabarla y porque es de Stanley Kubrikc. Pero han llegado los blogs y uno hoy en día se arma de valor para decir casi cualquier cosa.

La verdad es que la primera parte de la película me encanta. Todo el proceso de instrucción-deshumanización atrapa como en una de las mejores películas de terror. El rostro del Recluta Patoso cuando deja de ser el inocente muchacho del inicio no tiene nada que envidiar al de Jack Nicholson cuando agarra el hacha en El Resplandor. Toda esa parte te la tragas del tirón casi sin pestañear.

Y ahí está mi "pero". Cuando acaba la instrucción, acaba una película y empieza otra. No es que la parte de Vietnam esté mal. Está muy bien realizada, la historia es interesante... pero después de la tensión despertada durante la primera hora, la segunda se relaja demasiado, bien es cierto que sólo hasta la secuencia final del francotirador. Aunque también es verdad que no nos ha dado tiempo de conocer tanto a los personajes como para temer por ellos. A mí al menos me despierta mucho menos interés.

El tiempo, otro "además", ha jugado en contra de la película. Me van a matar por esto que voy a escribir, pero en cualquier capítulo de Hermanos de Sangre hay batallas más intensas y con más tensión que en esta película.

Y para volver a la conexión inicial. Durante la película suena el tema "This boots are made for walking", que tantos anímos levantó durante la interpretación de Edurne.

Y para acabar con una referencia musical mucho mejor que Operación Triunfo, descubrí que la canción "John Wayne" de los geniales Los Enemigos tiene su origen en una frase muy repetida durante la película. Es que no lo sabía.

jueves, septiembre 15, 2005

La Antigua


Lluvia en La Antigua

El último día fue un día para nosotros, así que fuimos a hacer turismo como auténticos turistas. Dirigimos nuestros pasos hacia La Antigua.

Por desgracia, esa noche había tenido una descomposición intestinal de campeonato y no había podido pegar ojo más de un cuarto de hora seguido, porque cada rato tenía que salir corriendo hacia el cuarto de baño.

Gracias a un Fortasec, pude resistir la jornada del viernes, pero mi cabeza no recibía los estímulos "turísticos" como debería haberlo hecho. Tenía tanto sueño que estaba deseando acabar la visita e irme al hotel a dormir. En fin, que dejo algunas fotillos del lugar.

Amor en La Antigua


Pobreza en La Antigua


Turismo en La Antigua