Esta mañana escribí un post en mi otro blog. Como va sobre cine y hoy me encuentro un poco vagoneta, he pensado que ese mismo post podía venir bien en este blog (vaya palabrerío extraño). Así que, ni corto ni perezoso, lo copio aquí (perdón para esas cuatro o cinco personas que entran en mis dos páginas).
El cine. No puedo olvidar que durante toda mi vida me ha encantado el cine. Ya conté que los domingos iba a la sesión de tarde siempre, sin mirar siquiera la cartelera.
Uno de mis géneros favoritos en mi infancia eran las películas de kárate. Bruce Lee era un auténtico ídolo para mí y para la mayoría de los niños. Nos tragábamos sus películas con la boca abierta y una fascinación en la mirada que se traducía en patadas al aire, juegos de brazos y gritos en cuanto salíamos a la calle. Un amigo mío incluso se fabricó unos "luchacos" caseros con dos trozos de madera y una cadena.
Aún recuerdo un descubrimiento en este género: las películas de Jackie Chan, aunque aún no sabía que era Jackie Chan. Lo bueno de estas películas era que mezclaban humor con la acción. Títulos míticos, que no quiero volver a ver para no defraudarme, son El mono borracho en el ojo del tigre y La serpiente a la sombra del águila.
Mi hermano y yo tuvimos grandes peleas tras salir del cine de verlas. Qué tiempos aquellos.
El cine. No puedo olvidar que durante toda mi vida me ha encantado el cine. Ya conté que los domingos iba a la sesión de tarde siempre, sin mirar siquiera la cartelera.
Uno de mis géneros favoritos en mi infancia eran las películas de kárate. Bruce Lee era un auténtico ídolo para mí y para la mayoría de los niños. Nos tragábamos sus películas con la boca abierta y una fascinación en la mirada que se traducía en patadas al aire, juegos de brazos y gritos en cuanto salíamos a la calle. Un amigo mío incluso se fabricó unos "luchacos" caseros con dos trozos de madera y una cadena.
Aún recuerdo un descubrimiento en este género: las películas de Jackie Chan, aunque aún no sabía que era Jackie Chan. Lo bueno de estas películas era que mezclaban humor con la acción. Títulos míticos, que no quiero volver a ver para no defraudarme, son El mono borracho en el ojo del tigre y La serpiente a la sombra del águila.
Mi hermano y yo tuvimos grandes peleas tras salir del cine de verlas. Qué tiempos aquellos.
(Para quien esté intesado en leer sobre mi infancia en el cine, que pulse aquí).
3 comentarios:
Jejeje, recuerdo que en el colegio al que yo iba de pequeño (Salesianos, Coruña) nos ponían películas los viernes por la tarde (tenía un cine el colegio, mira por donde). Una de las que más nos había impactado (yo tenía unos 10 años) era "El mono borracho en el ojo del tigre". No la he vuelto a ver y le tengo miedo pero la verdad es que no puedo evitar sentir cariño y nostalgia por ese tipo de cine de puro entretenimiento.
Saludos
¿Verdad que sí? Yo prefiero no volver a verla y quedarme con aquel gratísimo recuerdo.
Sí, supongo que debería hacer eso pero presiento que al final las volveré a ver todas. Eso sí, intentaré verlas con los mismos ojos de entonces.
Saludos
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