Apitiké

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martes, enero 15, 2013

Una pesadilla de éxito

Cuando era pequeño disfrutaba mucho con unos dibujos animados con un equipo de baloncesto como protagonista, los Globetrotters. El esquema (según recuerdo) era siempre el mismo: el equipo se enfrentaba a un contrincante o poderoso o tramposo. Siempre comenzaban perdiendo el partido por bastante puntuación, pero entonces llegaba el descanso, restablecían su estrategia y acababan victoriosos. Daba igual que supieras que siempre acababa igual, lo que querías ver era cómo lo conseguirían esta vez.
El uso de un esquema reiterativo parecido es una de las claves de uno de los éxitos recientes de nuestra televisión: Pesadilla en la cocina. Chicote llega a un restaurante que es un auténtico desastre, descubre todos los horrores que se ocultan allí, afronta los problemas y toma las riendas proponiendo una solución, que según los programas que he visto pasa siempre por una redecoración y un nuevo menú. El restaurante abre sus puertas tras estos cambios, todo parece abocado al más profundo fracaso, pero una nueva intervención de Chicote hace que todo acabe con éxito.


Sabemos que el programa va a transcurrir siguiendo este guión, pero no es sólo que no nos importe, sino que nos hace sentirnos cómodos y, como en aquellos dibujos animados, nos hace preguntarnos cómo va a ser esa propuesta de Chicote.

Sin embargo, creo que la principal clave del éxito es el casting. Uno no deja de sorprenderse con los personajes que pasan por ahí. Me da igual si están dirigidos, exagerados, guionizados o incluso inventados, en cada programa un nuevo personaje resulta todo un descubrimiento, desde aquella cocinera beata hasta el chino con acento andaluz. Desde aquí quiero dar la enhorabuena al equipo de redacción, porque me parece que ha hecho un trabajo excelente.

A ver qué nos depara la próxima temporada.

martes, enero 08, 2013

El año del salmón

Comienza el 2013 y hace más de un mes que no publicaba nada por aquí. A principios de año uno suele hacer propósitos para afrontarlo con nuevas ilusiones o nuevos retos. El 2013 no parece que vaya a ser demasiado bueno, todos nuestros ilustres políticos y empresarios nos emplazan a que tengamos paciencia y esperemos al 2014. Un amigo mío me dijo que el 2013 tendríamos que hacer como los osos, hibernar y despertar el próximo enero.

Como eso no es posible, yo me propongo convertir 2013 en el año del salmón y nadar contracorriente. Si todo apunta al pesimismo, voy a ser optimista, si parece imposible encontrar trabajo, voy a luchar tanto que conseguiré uno digno y bien pagado, si resulta imposible ahorrar, voy a meter eurito tras eurito en una hucha, si no es buen momento para emprender, voy a conseguir que mi página web Apitiké" comience a recibir tantos encargos que tenga que ampliar mi equipo y dar trabajo a mucha gente... Vale, son propósitos que no dependen totalmente de mí, pero ahí está el reto.

Por lo demás, me propongo no descuidar tanto este blog,continuar con la segunda novela de Growyn, el elfo detective y acabarla, seguir disfrutando de los pequeños momentos que me da la gran Alicia, e intentar sorprenderme con algo nuevo cada día.

En 2014, chequearemos.