Apitiké

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lunes, mayo 30, 2011

Estaba cantado

Hace cinco años, la Kermés sacó su primer y único disco, como ya dije en este blog hace tiempo. Con todo lo de la acampada en Sol, recordé las letras de Hechos contra el decoro y una cosa me llevó a la otra.
Os copio aquí íntegra la letra de la canción Tarde o temprano de La Kermés:

“Ellos tienen el poder nosotros la noche”
Las palabras rebotan en tu cabeza y le dan sentido
A la pieza que vomita el spray
Eres una sombra, actúas rápido como los dedos de un dj
Tu vinilo es la paradoja de una calma tensa
Y entendiste que en cada código de barras
Se esconden los barrotes de tu puta celda
Recuerdas la historia del secuestro de ese avión
Esos tíos llegando a la cabina a punta de pistola
Y encontrando el pastel en forma de sorpresa:
Volando en automático, nadie a los mandos.
Jodida metáfora, buena historia
A la altura del sistema.
Quien ríe el último ríe mejor
Pero olvidaste la risa entre tanta mueca,
Tanto si señor y tanto labio partido
Para hacerte un hueco y ganarle unos metros al destino.
Dejas tu firma en tu zona
Como el perro su meada en cada esquina
Mientras sientes cómo el gris del cielo se pega a la tierra
Y la tormenta está más cerca cada día.

Debajo de los adoquines hay un polvorín
Que tarde o temprano va a arder
Porque hace ya tiempo que encendieron la mecha.

Me río en la puta cara
Del que llama vida al atraco llave en mano
A sesenta metros de hipoteca durante treinta años
Con vistas a la periferia de los que más tienen
Y al centro del agobio cotidiano.
Reír por no llorar, respirar
Cansados de buscar la sombra en un descampado
Cuántas veces hemos contado hasta diez para no saltar.
Atados a una guerra que no tiene tiempo ni espacio
En todas partes, por todos lados.
Con el cuerpo sobre la lona
Siento que se acerca el penúltimo asalto
Mi flow vuela sin levantar los pies del suelo
Con el viento en la cara
Como cuando sacaba la cabeza por la ventanilla del carro
Cuando de cani iba de viaje con mis viejos.
Sé que no es fácil, yo mismo me digo
Que pesan las rutinas para seguir vivo
Pero hay que afilar la paciencia, desempolvar la puntería
Como un francotirador al que le cuesta ver el objetivo.

Debajo de los adoquines hay un polvorín
Que tarde o temprano va a arder
Porque hace ya tiempo que encendieron la mecha.

Podéis escucharla en esta página, pulsando en el enlace de la derecha.

Parece que el amigo Ruso tenía razón. El polvorín está empezando a arder.

viernes, mayo 27, 2011

Doble financiación

Ya sabéis que de vez en cuando corro. Ayer leía una revista para corredores y me llamó la atención un artículo que habla sobre la segunda edición de la Carrera Proniño.

Generalmente soy bastante ingenuo, pero aún así, no se me escapa que cuando una gran empresa como Telefónica crea una fundación lo hace no sólo por altruismo, sino también porque obtiene beneficios fiscales. Pero aún así soy lo suficientemente ingenuo como para pensar que al menos el dinero para esas fundaciones lo ponen ellas, las grandes empresas. Nunca creí que tuvieran que pedir limosna.

Sin embargo, leo con sorpresa que la inscripción a esta carrera cuesta ocho euros para lo diez kilómetros y cuatro para los tres, y que la recaudación irá destinada íntegramente a Proniño, un programa de la Fundación Telefónica contra el trabajo infantil.

No es que me parezca muy caro, es que creo que si la carrera tiene fines de concienciación, no tendrían por qué cobrar nada, y si la Fundación quiere aportar dinero contra el trabajo infantil, no tiene por qué sacarlo del bolsillo de los corredores. Si llegan a inscribirse unas cinco mil personas, a una media de seis euros (por eso de los dos precios), la carrera dará unos beneficios de 30.000 euros. ¿No puede Telefónica sacar esa miseria de los bonos de sus directivos? Probablemente ellos después se desgraven este dinero, pero no creo que ninguno de los corredores piense en desgravarse sus ocho euros de inscripción.

Pero bueno, ya sabemos cuál es la política de Telefónica. Tampoco hay por qué extrañarse.

jueves, mayo 26, 2011

El hada se ahoga en el Mediterráneo

Aunque estemos ya a jueves, tengo que contar que el fin de semana pasado estuve en Castellón de la Plana. Me desplacé hasta allí para presentar mi novela en la Librería Argot, un lugar altamente recomendable para todo el que pase por esta ciudad y sea amante de las letras y del buen café.

El acto lo organizó Michelle Mediel, directora de la revista literaria online Relatia. Asi que antes que nada quiero exprear mi agradecimiento a la librería, a Michelle y a todos los que asistieron (que fueron muchos más de los que yo esperaba).

Es la primera vez que presento El caso del hada falsamente ahogada ante personas que no me conocen de nada. Al acto de Madrid acudieron sobre todo amigos, al de mi pueblo, algún desconocido pero muchos familiares y amigos, pero en Castellón asistieron personas que se acercaban sin tener ninguna relación personal conmigo.

Y la verdad es que fue una tarde/noche muy agradable para mí (espero que también para los que acudieron). La gente escuchó con atención lo que conté, pero no sólo eso, es que me hicieron muchas preguntas. Sobre el proceso de escritura, sobre la inspiración para los nombres, sobre la división de géneros dentro de la novela, sobre el proceso de publicación, pero también sobre mis otros libros publicados en Bubok, e incluso me pidieron algún consejo. Con todas las preguntas, la presentación fue mucho más amena que con un simple discurso por mi parte, y creo que la gente pudo salir con una clara idea de lo que supone una primera obra para un autor y espero que con deseos de arrancar la lectura del primer caso de Growyn, el elfo detective.

Después vino la firma de ejemplares, y la verdad es que fueron bastantes. No puedo tener ninguna queja sobre el evento. Ni sobre el evento ni sobre el después, ya que un grupo de los asistentes me acompañó a tomar cervezas y tapear por la zona de tabernas de Castellón. En definitiva, un día para no olvidar.

jueves, mayo 19, 2011

Acampados en Sol

Sentía la necesidad, casi la obligación, de decir algo sobre el movimiento 15M en este blog. Pero no me atrevía porque no tenía una opinión muy clara al respecto. Para ver si me la formaba, esta mañana me fui a dar una vuelta por Sol, o más bien por la Plaza de la Solución.
Tampoco es que ahora tenga una idea muy clara, pero puedo contar lo que he sentido metido el centro de todo, bajo los toldos azules.

Lo primero que me sorprendió es que no hay caos en la zona. La gente va de compras por la calle Arenal o por la calle Preciados como si nada. Los turistas y grupos escolares visitan la Puerta del Sol como cualquier otro día. La zona de acampada sólo ocupa unos metros alrededor de la estatua, nada grave para una plaza acostumbrada a autobuses de donación de sangre, predicadores, grupos de música, mítines políticos, manifestaciones, redadas y cámaras de Callejeros.

Después, vi que había mucha gente haciendo fotos, no sólo periodistas, sino curiosos (como yo mismo) o turistas, que se llevan un recuerdo diferente de un país que "is diferent". Todo en un ambiente agradable, como de día posterior a un concierto en cualquier gran festival.

Lo que pasa es que estaba en un festival, lo que pasa es que no sólo había jóvenes y "perroflautas". Vi también mucha gente mayor, unos preguntando, otros sentados con los jóvenes, gente también indignada con la situación de los últimos años, porque la indignación no tiene edad.

En fin, que tras dar una vuelta, creí entender que este movimiento no tiene el objetido dar un golpe de Estado, ni de destruir el mobiliario urbano, ni de quemar banderas, ni de presentar una lista alternativa. Entonces, ¿por qué le tienen miedo los políticos? A lo mejor porque ven el germen de un despertar. A lo mejor porque no están acostumbrados a que los ciudadanos manifiesten sus opiniones en público y los medios de comunicación les den cobertura.

En alguna radio he oído que se trata de jóvenes hijos de papá que están allí un rato y después van a ducharse a sus casas de clase media. No entiendo por qué eso es una crítica. ¿Es que un chico de clase media o media-alta no tiene derecho a indignarse? A lo mejor es que las protestas de los realmente pobres les parecen mejores porque creen que basta con seguir haciéndoles el vacío o dejarles caer algunas migajas. No sé.

Yo el fin de semana estaré en Castellón presentando El caso del hada falsamente ahogada, así que he tenido que votar por correo, y ya lo he hecho. Yo no puedo reflexionar, esta gente no puede cambiar mi voto, pero eso no importa. Lo que importa es que este movimiento no quede en una calentura de unos días, que sirva para algo, que no lo veamos como algo que han hecho unos pocos y que los políticos del futuro inmediato tengan en cuenta que la gente de la calle ya no está dispuesta a aguantarlo todo.

lunes, mayo 16, 2011

Un no parar

Este fin de semana, como ya sabéis, ha salido un artículo sobre El caso del hada falsamente ahogada en el Diario de Sevilla. Pero es que la cosa no acabó ahí.
El mismo domingo por la tarde salió una reseña en la página sobre literatura fantástica Athnecdotario Incoherente.

En dicha reseña destacan de la novela que no está sólo dedicada a un público juvenil, sino que encierra algo más, y hablan de su vertiente policiaca comparándome incluso con Dashiel Hammett (ahí es nada). Si alguien de los que me visitan aún no tienen el libro, que lea esta reseña y tendrá más ganas de conseguirlo. Y que conste que los de esta página no son amigos míos (bueno, vale, en el Facebook sí, pero no tenían ningún compromiso por el que hablar bien de la novela).

Podéis leer la reseña AQUÍ.

domingo, mayo 15, 2011

El caso del hada en Diaro de Sevilla

Tras la presentación de mi novela en mi pueblo me llamaron por teléfono una vez que ya estaba en Madrid. Era del Diario de Sevilla. Me entrevistaron y en la edición de hoy han sacado un artículo en el que hablan de El caso del hada falsamente ahogada.

Los que seguís este blog ya conoceréis más o menos de todo de lo que se habla, pero hay algo que adelanté a la periodista y que me atrevo a destacar también aquí y ahora. Ya estoy preparando el segundo caso de Growyn. Hace mucho, en Diciembre de 2009, os dije que había tenido una idea para esta segunda novela, y que el tiempo la haría madurar. Por tiempo no va a ser.

Con el impulso de la publicación de El caso del hada falsamente ahogada, estoy suficientemente motivado como para abordar el desarrollo y escritura de la segunda historia. Y como primicia, sólo os adelantaré que se trata de un robo. Hasta aquí puedo leer.

miércoles, mayo 11, 2011

Erotismo animal

Desde que tuve a mi hija Alicia, éste es el vídeo erótico que más veces he visto. Ya quisiera Sharon Stone haber hecho un cruce de patas como éste.

domingo, mayo 08, 2011

Presentando hadas ahogadas en Lora del Río

Antes incluso de presentar El caso del hada falsamente ahogada en Madrid, ya tenía la idea y la ilusión de presentarla en mi pueblo. En Lora empecé a vivir, empecé a aprender, empecé a imaginar historias, empecé a escribir. Y quería compartir con mis paisanos la alegría de tener publicada mi primera novela.

Este fin de semana lo he hecho. El día tal vez no era muy propicio, un viernes con Feria de Sevilla y actos de presentación de partidos para las próximas elecciones que coincidían en horario con mi presentación. Pero no me puedo quejar, muy al contrario, estoy muy satisfecho.

El salón de actos de la Biblioteca Pública me provoca bastantes recuerdos. He pasado allí muchas horas, sobre todo cuando se proyectaban películas en vídeo, películas que nos encargábamos de elegir y programar un grupo de gente entre quienes me encontraba, aún a una edad muy joven. Allí también recibí mi primer curso sobre cine y descubrí por primera vez que tras cada película había un guión minuciosamente detallado.


Ahora, un nuevo recuerdo se unirá a los demás. El día 6 de Mayo de 2011 presenté mi novela ante un grupo de amigos y paisanos.
Como apreciáis en las fotos, el salón no estaba lleno, pero tampoco vacío. Había la cantidad exacta de personas para calificar el acto de “éxito”. Teresa Castellano me presentó con naturalidad y cercanía, y así quise yo conducir la breve charla, con mucha cercanía. Primero recordé un poco mi trayectoria tras abandonar el pueblo y después conté por qué quise escribir esta novela y elegí precisamente esta mezcla de géneros.
Añadí algunas anécdotas sobre el proceso de escritura, elección de los nombres de los personajes, búsqueda de editorial, etc.

No dimos paso a las típicas preguntas, sino que pasamos directamente a la firma de ejemplares. Y ahí es donde pude disfrutar más del acto. No sólo se acercaban amigos, sino personas a las que no conocía. Con todos me entretuve un rato, sinceramente agradecido de que quisieran leer lo que yo había escrito.

Se vendieron prácticamente todos los ejemplares que tenía la Librería Azahar, que me ha apoyado en este acto, lo que también se puede calificar de “éxito de ventas”. Ahora, como dije en un momento de la presentación recurriendo al tópico, el libro ya no es mío. Ahora está en las casas de cada uno de quienes se lo llevaron. Sólo les pedí que lo cuidaran, que lo alimentaran con sus lecturas y lo pusieran en un lugar fresquito de la casa en estos momentos en que se acerca el verano (por mucho que en Juego de Tronos nos digan lo contrario).

Después pude tomar unas cervezas con los más cercanos, en algún caso amistades íntimas con las que por un motivo u otro no coincides en años. Sólo por eso, ya merece la pena haber publicado esta novela.

jueves, mayo 05, 2011

La buena letra

Siempre he tenido mala letra. Un profesor de primaria llegó a calificar mi escritura como “papas fritas”, por su irregularidad y pringosidad sobre el papel. A pesar de eso, no admiro a la gente que tiene buena caligrafía. Tampoco la detesto. Existe y ya está.

Cuando nació mi hija, tuvimos que abrir un libro de familia en la que figuraran los progenitores y la criatura. En el registro civil de Madrid nos atendió un hombre que hace de la caligrafía su modo de vida, su templo de lentitud en un mundo de prisas. Con los documentos que acreditaban el nacimiento de Alicia, el hombre abrió un libro de familia nuevo como el que quita el lazo a un regalo mucho tiempo esperado. Después dispuso dos rotuladores de diferente grosor frente a sí y comenzó a escribir. Daba gusto ver cómo se afanaba en que cada letra quedara perfecta, no sólo por sí misma, sino también en su ubicación dentro del conjunto. Nunca he visto mi nombre tan perfectamente escrito. Cuando llegaba a algún dato que requería más espacio, cambiaba al rotulador de punta fina y apuraba la línea con una simetría y una pulcritud que parecían extraídas de una película en blanco y negro. Aquel hombre bien podía haber sido interpretado por José Luis López Vázquez.

En un momento de su trabajo osé interrumpirle para preguntarle qué opinaba él sobre las noticias que había oído sobre la desaparición del libro de familia. Sin levantar la vista de su obra en curso manifestó que todo eran patrañas. “El libro de familia nunca desaparecerá”. Mirando cómo remataba el final de una palabra con una línea del tamaño preciso, ni más larga ni más corta, con la inclinación que sólo esa palabra requería, entendí que aquel hombre no quisiera creer en aquella noticia.

Después, en casa, cada vez que abría el libro de familia para cualquier trámite, perdía unos segundos, tal vez unos minutos, admirando la letra de aquel hombre. Un tipo desconocido que había entrado en nuestra vida. Creía que para siempre.

Pero algo tenía que ocurrir. Mi novia y yo nos casamos ocho meses después de que naciera nuestra hija, y lo hicimos en una ciudad diferente. El registro civil de esta ciudad nos abrió otro libro de familia en el que figuraba nuestro matrimonio, pero no nuestra hija. Esta vez nuestros nombres venían escritos con una letra apresurada, descuidada. Nos dijeron que teníamos que llevar los dos libros al registro de Madrid y que allí los unificarían. Deseé que incorporaran el matrimonio al libro sacado de una película en blanco y negro, no que añadieran a nuestra hija al libro de la época del color, el descuido y las urgencias.

Pero, claro está, fue lo que ocurrió. Añadieron con renovado apresuramiento los datos de nuestra hija al nuevo libro y se quedaron el antiguo. Quizá para destruirlo. Quizá para entregárselo al amanuense. Una obra de artesanía de tal calibre atascaría el tritura-papeles, estoy convencido.
Ahora abro el libro de familia y me parece sólo un documento oficial, algo frío y funcional. Desde ahora ya no siento indiferencia por la gente que tiene buena caligrafía. La buena letra entró en mi vida por unos meses.

Pude sentir su calor.