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martes, abril 30, 2013

Amigo de sus Enemigos

Que parece que no. Por más que me lo propongo, no hay manera de que escriba con asiduidad en este blog. Pero es que desde el viernes pasado tengo un buen motivo para retomarlo con al menos una entrada.

Y es que el viernes fui a un concierto. Sí, de rock. No es algo raro, pero hacía mucho tiempo que no iba a uno. Y el reencuentro mereció la pena. Fue nada más y nada menos que con Los Enemigos. Ellos hacen La Revuelta Enemiga para volver a los escenarios, y yo vuelvo a la arena con ellos.No fue extraño, porque creo que el más joven de los asistentes debía tener treinta y tantos años.

No voy a hacer una crónica musical del evento (no suelo hacerlo), sólo decir que arrancar con eso de "Eres tú John Wayne" fue todo un trayazo que ya nos puso las pilas. No es que Josele Santiago salte en el escenario, pero fue un concierto con mucha energía, con mucho rock y poco descanso. Se agradece que no hayan sacado disco nuevo (aún) porque así todo era clásico, todos los temas eran conocidos, todos sonaban en nuestra cabeza a la vez que en el escenario.

Grandioso reencuentro, he dicho.Y como muestra, unas imágenes.


Y para el recuerdo un vídeo que grabé. No se oye bien porque estaba cerca del bafle y la cámara distorsiona un poco.

Al salir llovía a mares y... pero eso es otra historia que quizá cuente algún día.

(Nota mental: para la próxima entrada no escribir tantos "no". Vaya, he vuelto a hacerlo)

martes, abril 09, 2013

Estamos gilipollas, ¿o qué? (Segunda parte)

Pasear por la calle te llena de asombro a cada paso.

Ayer volvía con mi hija caminando desde uno de los parques de la Casa de Campo, cuando vi a un chaval de unos trece o catorce años encaramarse a una valla, señalar algo y posar muy sonriente para una foto que le hacía su padre (o al menos parecía su padre, yo no les pregunté qué parentesco les unía).

El chaval siguió posando y el padre le hizo dos o tres fotos. Aquello parecía hacerles mucha gracia. Después el chaval se bajó y miraron el resultado en la pequeña pantalla de la cámara digital. El resultado fue satisfactorio para ellos, porque se rieron de buena gana.

Cuando pasé ante lo que señalaba el chaval, me di cuenta que era una indicación de que allí se encontraba el Madrid Arena. Sí, el mismo lugar que se ha hecho célebre en las noticias. El mismo lugar en que murieron cinco chicas.

Muy divertido todo.