Apitiké

Apitiké
Nuevo servicio para escritores

domingo, diciembre 31, 2006


Sea como sea, acabe como acabe el año, con todo lo bueno y todo lo malo, esta noche toca resetear y empezar uno nuevo con las mejores intenciones. A ver si 2007 es el año en que las cumplimos y no quedan en el olvido a la segunda o tercera semana (si no antes, como suele ser habitual).

Pues nada. ¡¡FELIZ 2007!!

ETA es tonta

Cuando en Marzo ETA anunció su alto el fuego permanente, yo me mostré esperanzado, e incluso creía que el PP iba a apoyar el gobierno en lo que empezaba en aquellos momentos. Pero ayer, gran parte de esas esperanzas se acabaron.

Cuando uno era niño veía escritas por las paredes del colegio frases tipo "Pablo es tonto". Pues hoy, aquí, en las paredes de mi blog yo escribo la frase que da título a esta entrada. Porque sí, porque hay que ser muy tonta para hacer lo que ha hecho, para estropear de esa manera una oportunidad que puede que no le hubiera dado otro presidente. Si querían jugar a ver quién tiene más cojones, son más tontos aún. Y encima, cada segundo que pasa, esos dos desaparecidos tienen menos posibilidades de aparecer con vida. Uno nunca entiende a los terroristas, pero es que hoy, además, me parecen tontos del culo.

sábado, diciembre 30, 2006

Atrapado por el invierno que llega


Esta mañana cuando encencí el móvil, recibí un mensaje enviado casi a las cuatro de la madrugada. Era de Guillermo y decía: "Ya lo he acabado. Míticos últimos capítulos".

No, no se trata de ningún DVD con una serie, se trata de Canción de hielo y fuego, concretamente del tercer volumen, Tormenta de Espadas.

Esta novela está construida de tal forma, con tantos giros argumentales, tantos golpes de efecto, con unos personajes con tantos matices, que por un lado no quieres que acabe nunca, y por otro quieres llegar al final a ver cómo se soluciona todo. Cada fin de libro (es una saga dividida creo que en siete de la que sólo hay tres en español y un cuarto aún no traducido del inglés) es un punto en alto para enviarte al siguiente, como en los buenos folletines o, por qué no, como en la mayoría de las series.

Mientras lees esta novela, poco a poco, vas recuperando el espíritu de la aventura, la magia de la palabra escrita, la pasión por llegar a casa y sentarte (o tumbarte) a solas con esos personajes que crees ya tuyos.

A mí me quedan sólo tres capítulos para ese final. No sé si sentarme y leerlos de una tacada o ir devorándolos poco a poco, porque queda mucho para que salga la cuarta parte: Festín de cuervos. En fin, supongo que este fin de semana lo acabaré y me quedaré esperando impaciente la próxima temporada... digo, entrega, en qué estaría yo pensando.

viernes, diciembre 29, 2006

¡¡ESTO ES INCREÍBLE!!

Hace apenas un par de días, contaba la historia del billete de lotería en el último capítulo de Hospital Central. Hablaba de que nos creíamos con el poder de escribir el futuro, de hacer que se cumplieran las cosas que poníamos en los guiones, y que intentamos que nos tocara la lotería. No hubo suerte, con lo que dimos por perdidos nuestros poderes. Pero terminaba el post escribiendo esto:
Ahora, sólo espero no leer en un futuro inmediato ninguna noticia sobre un vendedor de lotería atropellado en la puerta de un teatro.

Pues bien... ¡¡¡HA OCURRIDO!!!

No exactamente un vendedor de lotería y no exactamente en la puerta de un teatro, pero las profecías hay que interpretarlas y cuando cuente lo que ocurrió el jueves, veréis que es exactamente igual que lo que ocurrió en el capítulo 175.

Día 27 de Diciembre. Mi compañero en la escritura del citado capítulo trabaja en el Hospital Clínico de Madrid, en el servicio de Urgencias. De pronto, ve a una de las celadoras que va por el hospital vendiendo cupones. Extrañado, le pregunta qué hace. Ella le responde que un coche ha atropellado a un vendedor de cupones de la ONCE, y que como va a estar ingresado todo el día, ella (cual Teresa) ha pensado que le haría un favor vendiéndole los cupones. Todos se lanzan a la compra, por si toca.

Lo más gracioso es que la celadora, sabedora de que mi compañero trabaja además como guionista, le dice:

- Coge idea. Esto te puede servir para Hospital Central.

A lo que él contestó.

- No, no. Es que esto ya lo hemos escrito.

Yo empiezo a estar acojonado.

jueves, diciembre 28, 2006

Inocente, inocente

No, no voy a gastar ninguna inocentada. Pero leyendo por ahí he encontrado en el blog de Refo el relato que hace Álex de la Iglesia de la broma que le gastaron a Margarita Landis cuando él trabajaba en Inocente, inocente. No extracto nada porque todo el texto merece la pena.
Os recomiendo leerlo. Sólo tenéis que pinchar aquí.

miércoles, diciembre 27, 2006

El destino en nuestras manos

Ahora que estoy viendo Héroes, puedo decir que los guionistas de Hospital Central algunas veces nos hemos creído dotados de algún tipo de superpoder. Un superpoder que hacía que se cumpliera lo que escribíamos, como si las páginas del guión fueran una especie de libro del destino.

Sí, amigos, si estábamos escribiendo sobre un apagón en la ciudad, poco después ocurría un apagón en Madrid, si la idea era un accidente en un túnel, el accidente en el túnel ocurría, si alguien había escrito sobre un médico loco que apuñalaba, aparecía una médica que hacía lo propio...

El poder, en verdad, resultaba aterrador, porque podías llegar a sentirte culpable de las desgracias que ocurrían a tu alrededor. Suplicabas para pasar desapercibido en la cola del mercado y que nadie gritara: ¡¡es él!! ¡¡El culpable de lo que está ocurriendo!!

Pero puestos a pensar, nos dijimos: tal vez también se cumpla lo bueno. Y estas navidades lo intentamos. Llegó la hora de escribir el capítulo navideño. ¿Qué tal si ponemos un número de lotería de navidad e insinuamos que ése es el número que va a tocar? No perdíamos nada por intentarlo. Así que al estructurar el capítulo en cuentos, el soldadito de El soldadito de plomo pasó a ser vendedor de lotería. Pero claro, el guión debía estar escrito antes de que en la empresa se hubieran comprado los décimos de lotería, pero la grabación se realizaría cuando esos décimos estuvieran ya en nuestro poder. Por eso en el guión, en el lugar que debía figurar el número que el lotero vendía, había sólo varias equis (xxxx) y una aclaración entre paréntesis (poner aquí el número que juguemos en Videomedia). Como la acción de los capítulos de Hospital Central transcurre en un sólo día, no podíamos dar aquel número como ganador, pero sí insinuar que el lotero, desde el más allá, haría lo posible para que ese número saliera.

El número era éste:

Como habréis podido comprobar, hemos perdido todos nuestros poderes. No hemos ganado ni un duro, pero al menos dejamos de sentir la responsabilidad de jugar con vuestros destinos.

Ahora, sólo espero no leer en un futuro inmediato ninguna noticia sobre un vendedor de lotería atropellado en la puerta de un teatro.

El parto de la idea


A veces, muchas veces, nos preguntan de dónde salen las tramas para Hospital Central. Hoy mismo, leyendo el periódico online, veo con claridad cómo por el muelle del hospital entra el SAMUR con una embarazada que no quiere dar a luz... todavía. La noticia es, según Elpais.com, que Las embarazadas alemanas no quieren dar a luz... todavía. Como veis, el planteamiento de la trama es casi idéntico al del titular.

A partir de ahí, vendrían las diferencias, la creación. La noticia dice que el gobierno alemán otorgará 25.000 euros de ayuda a los padres que tengan un hijo a partir del uno de enero del 2007. La ayuda que dan ahora es de 7.200 euros. Así que retrasar unos días el parto puede suponer la cantidad nada despreciable de 17.800 euros. ¡Eso sí que es que te toque el niño!

Pero claro, tal cual no podemos ponerlo en la serie porque en España eso no ocurre. Sin embargo, ¿y si se trata de un problema de herencia? No, demasiado rebuscado, suena a falso. ¿Y si es una loca que quiere que su hijo sea Géminis en lugar de Tauro? Aún menos creíble. Pero ahí está el asunto, en buscar un motivo con suficiente fuerza como para que una madre utilice métodos caseros para retrasar el parto. Y claro, la cosa se ha complicado y tiene que acudir al servicio de urgencias. ¿Nacerá bien el niño? ¿Le dejará alguna secuela la irresponsabilidad de la madre? A partir de ahí, que sea lo que Vilches quiera. En lo médico, porque esa mujer tendrá un marido, o un amante, o un padre desconocido. Tendrá una historia personal. La libreta está vacía. Todas las posibilidades son válidas en este punto.

Probablemente nunca veais esta trama reflejada en ningún capítulo, o puede que sí, pero quería responder a esa pregunta tan recurrente, y la noticia me ha venido que ni pintada.

martes, diciembre 26, 2006

Leer, escribir

En mi época universitaria, durante un par de años asistí al taller de guión de Juan Antonio Porto. Muchos de los que hemos estudiado en la Complutense hemos pasado por ese taller. En él no se aprendía nada. Me explico.

Durante los dos años, yo no oí apenas un par de frases sobre estructura, sobre formato, sobre creación de personajes. Pero tras el primer año, volví a apuntarme al curso siguiente. ¿Por qué? Porque el taller me aportaba algo que no consiguen todos los cursos: ganas, inquietudes. Cada día, cuando salía de oír la charla de Porto (solían ser monólogos desgranando anécdotas de su vida más que otra cosa), sentía grandes deseos de leer los libros sobre los que había hablado, de ver las películas que había citado, de lanzarme de lleno a un cuaderno con lo que fuera,... de escribir (aunque ahora suene prehistórico, yo no tenía ordenador por aquel entonces). El resto, lo de las técnicas, lo podía aprender uno en manuales, en otros cursos, en otras escuelas. Pero creo que a aquella época le debo haber avivado en mí el deseo de seguir aprendiendo siempre.

Este recuerdo acude hoy a mí porque acabo de comprar un libro titulado Escribir. Manual de técnicas narrativas, de Enrique Páez. Es un manual muy básico sobre escritura, pero creo que alguien que escribe nunca debe perder la modestia de saber que puede aprender de cualquier sitio. Y en las primeras páginas me encuentro con este texto que me retrotrae a aquellas ganas con las que salía de las clases de Porto:
Si el escritor no se sumerge, no se cree, no vive la historia que está escribiendo, deja de ser divertido, deja de ser creativo, deja de ser escritor. Puede fingir, muchos lo hacen, pero va a tener que hacerlo muy muy bien para engañar al lector. En todo caso, a sí mismo no se podrá engañar, así que dejará de jugar, dejará de escribir, muy pronto.

Aunque parece que el autor hace referencia al escritor de relatos o de novelas, al escritor que escribe sólo lo que le gusta, y no al guionista, que muchas veces escribe en el programa o serie que puede, es una regla que creo que hay que aplicarse.

Juguemos, disfrutemos, que el espectador (y uno mismo) lo notará.

viernes, diciembre 22, 2006

Antes de coger la maleta

*** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** ***

Para ver el mensaje, hay que hacer grande la fotografía, sólo pulsando sobre ella.

Héroes

Ayer, con mi bolsa de hielo en la cara, me tragué dos capítulos más de una serie que empecé a ver el otro día: Héroes. Y tengo que decir una cosa: me lo pasé en grande.

De pequeñito devoraba tebeos de superhéroes, sobre todo de Spiderman, pero también de todos los clásicos. Y esta serie me ha devuelto un poco esa sensación que tenía cuando los leía. La parte que más conseguida me parece es el juego que se hace con el adelanto de la información (gracias a un personaje que pinta el futuro y a otro que viaja por el espacio-tiempo), una manera sencilla pero muy efectiva de crear suspense e intriga.


En la parte negativa, abusan de las coincidencias (en uno de los capítulos que vi ayer dos coincidencias con bastante importancia casi seguidas), pero es algo que se puede perdonar en el conjunto.

Hoy por hoy voy a lo fácil y mi personaje favorito es Hiro Nakamura, y es que uno siempre tira hacia el personaje cómico. Aunque su aparición en la última secuencia del cuarto capítulo es ya mítica.

Y pasando a algo anecdótico. Cuando aparece por primera vez la chica de la foto, mi primera impresión fue: vaya, han contratado a Candela (Clara Lago) en los EE.UU. Hombre, un aire se me da.

jueves, diciembre 21, 2006

Perdí el juicio


No, no es que me haya vuelto loco, pero aquí me encuentro, escribiendo esto mientras sujeto una bolsa del Carrefour llena de hielo (y metida en otra bolsa del Carrefour, para que no gotee) contra la parte izquierda de mi cara, dejando de sujetarla sólo de vez en cuando para escribir unas líneas.

¿Por qué? Sencillo. Esta mañana he ido a que me saquen una muela del juicio. Es lo que tiene la seguridad social, que no puedes elegir fecha y a mí me la han colocado justo antes de estas fiestas.

Lo del comer creo que no va a ser problema (o eso dicen) y para la cena de Nochebuena ya podré devorar langostinos a dos manos, pero me he dado cuenta de una cosa de la que nadie me había advertido: tengo que estar ocho días tomando antibióticos. Qué significa eso: nada de alcohol.

Así que nada, me esperan mis primeras navidades abstemias. Espero superar la prueba.

Y cuando el dolor que empieza a manifestarse cese, volveré con algo más sustancioso que si me duele o no la muela. Lo prometo.

miércoles, diciembre 20, 2006

Besos cristianos

Según leo en 20 minutos, La imagen de dos curas besándose en un programa de Telemadrid provoca la ira de miles de espectadores.

No es que hayan vulnerado la intimidad de dos curas y hayan difundido su imagen por la tele. Se trata simplemente de un programa de bromas en el que se emite una imagen (por otro lado comprada)de dos curas besándose en la calle para captar las reacciones de la gente.

A mí sólo me indica algo: hay miles de espectadores sin ningún sentido del humor.

martes, diciembre 19, 2006

La tele es sueño

Anoche tuve un sueño.

Estaba viendo la tele y anunciaban una serie nueva de Paco Rabal. El problema es que Paco Rabal lleva varios años fallecido. Me picó la curiosidad y me quedé a ver de qué iba. Se trataba de una miniserie de cuatro capítulos sobre un torero.

Cuando estoy viendo la serie, me doy cuenta de que han cogido imágenes de toda la serie Juncal y han hecho un montaje totalmente nuevo, dándole un sentido nuevo, para crear una serie totalmente diferente.

Al despertar, de pronto, pienso "¿por qué no?". No es mala idea. Si ahora circulan por internet un montón de montajes transformando los trailers de El Resplandor en comedia, o Algo pasa con Mary en drama, ¿no sería posible realizar remontajes con imágenes de series para crear otras nuevas? Si la cadena posee los derechos, sería un producto más o menos barato (sólo necesitarían guionistas y editores). Y se podrían mezclar varias series en una con resultados espectaculares: la misma Juncal mezclada con Brigada Central, o V mezclada con Galáctica, ¡qué sé yo!

Y yo me pregunto, ¿por qué sueño estas cosas?

lunes, diciembre 18, 2006

El Retorno de El Roto

Hace tiempo que no plantaba un chiste-reflexión del Roto. Aquí va el del viernes. Tan genial como siempre.

O cómo decir tanto, con tan poco.

De la medicina a la magia

En los comentarios al post anterior, Danak me pide que explique el proceso creativo que lleva a meter los cuentos en el último capítulo de la temporada. Pues bien, vamos a ello.

Al saber que teníamos que escribir un episodio cercano a Navidad, queríamos meter de alguna manera ese referente, ya fuera de manera clara o más tangencial. Como también teníamos marcado desde la pizarra el derrumbe del techo con el accidente que afecta a Maca y Ester, teníamos que buscar una excusa para ese derrumbe. Así que decidimos que si los técnicos estaban arreglando la calefacción, ese mismo detalle nos serviría para que los médicos y pacientes fueran abrigados durante todo el capítulo, lo que ya da cierto toque diferente.

Aparte de eso, fue otra compañera, Adela Gutiérrez, la que me propuso meter un cuento. A mí la idea me gustó y empecé, como díría aquel, a trabajar en ello. Al principio comencé a construir una trama con El cascanueces, pero el resultado no me convencía, así que decidí tirarlo todo y empezar de nuevo. Un cuento que me gustaba mucho de pequeño era el de El soldadito de plomo, así que empecé a montar la historia con él, y surgió la trama del lotero y la bailarina.

Lo de Bisbal fue un ofrecimiento externo, y al colaborar con la campaña 12 meses, 12 causas, introdujimos al niño soldado.

Cuando Juan y yo estábamos trabajando sobre las tramas, fue el coordinador, Alberto Grondona, quien nos dijo: "¿y si no hay sólo un cuento, sino que llenáis el capítulo de referencias a cuentos?". La idea nos gustó, y nos pusimos a ello.

Tener cuentos en mente nos ayudó a crear los pasos de algunas tramas, porque el propio cuento te iba guiando, como en el caso de la trama de Ágata y sus "tres visitas", o el secuestrador como lobo feroz.

Aparte de eso, fuimos escribiendo el capítulo como un capítulo normal, pero con la referencia a los cuentos en la cabeza para meter detalles donde viéramos que encajaban. Unos se le ocurrían a Juan, otros a mí y otros al coordinador. Y así fuimos poniendo lo del traje del emperador, la manzana de blancanieves, el zapato de cenicienta, el beso de la bella durmiente, etc. etc.

Como la narración es un fenómeno casi tan mágico como los cuentos, muchos de vosotros habéis visto cuentos en los que no habíamos pensado, pero estoy seguro de que esos cuentos estaban ahí, queriendo mostrarse por sí mismos. Probablemente, muchos aún esperan ser descubiertos.

jueves, diciembre 14, 2006

Cuentos

Como digo en un comentario, apabullados me tenéis. Tras el capítulo del miércoles, ayer recibí la friolera de 500 visitas en este blog (pasar de las 200 ya es algo poco habitual para mí). Gracias por el interés.

Hoy llegó la hora de poner fin al particular concurso propuesto hace un par de días. Antes de nada, he de decir que habéis visto casi todos los guiños hacia cuentos que tanto Alberto (el coordinador), como Juan y yo mismo habíamos plantado en el capítulo, e incluso habéis citado algunos en los que no habíamos pensado, pero que cuadran perfectamente. Así que no me ando con más rodeos y os cito las referencias que habíamos plantado de manera consciente.

1.- El traje nuevo del Emperador. En la secuencia en que Alejandro le cuenta a Ágata cómo funciona el hospital mientras ella está ingresada, la gerente se queja de que todos le dicen lo que ella quiere oír y que sólo un niño es capaz de decirle la verdad.

2.- El soldadito de plomo. De hecho, todo el capítulo partió sólo con este cuento en la cabeza. El lotero exboseador cojo es el soldadito de plomo que se enamora de la bailarina. En la muerte encontrará el amor (aunque en este caso sólo muere el soldadito, y no la bailarina).

3.- Las zapatillas rojas. Sólo está como detalle, pero todos os habéis dado cuenta. Es el color de las zapatillas de nuestra bailarina.

4.- Caperucita roja. Ana, la joven secuestrada, es Caperucita, y Mariano, el lobo. Creo que quedó muy bien toda la trama, y me gustó mucho cuando le dice eso de ¡Qué ojeras tienes! Por cierto, también nos basamos un poco en una recreación moderna del mito del lobo feroz: Hannibal Lecter (sobre todo cuando le dice a Carlos "hueles a Ana").

5.- Hansel y Grettel. Es el cuento que utiliza Carlos como terapia con Ana.

6.- Cuento de Navidad de Dickens. Ágata recibe el espíritu de las navidades pasadas cuando su sobrina cuenta que el año anterior no quiso ir a cenar en nochebuena con su familia y Teresa cuenta cómo se portó Maca con los niños en el Central. Recibe el fantasma de las navidades presentes cuando decide seguir adelante con los despidos. Y el de las navidades futuras con el diagnóstico de su enfermedad.

7.- Juan sin miedo. Es un poco Sylvain, el niño soldado, una persona para quien no conocer el miedo es una carencia vital. Y es el cuento que le cuenta David Bisbal. (En principio, el cuento que le contaba era Rapunzel).

8.- Alicia en el país de las maravillas. La usamos al estilo "Matrix". Cuando Guille llega a ver a Alejandro le lleva las tortas de arroz que su hermano ha pedido y unas galletas de buen chocolate que él le lleva por iniciativa propia. Le da a elegir. Reconozco que ésta era muy difícil de pillar.

9.- El flautista de Hamelin. Es sólo una referencia con la aparición de la flauta en la mochila de Ana. Pero al fin y al cabo, lo que hizo el flautista fue secuestrar a todos los niños de Hamelin. Por cierto, en la mochila hay un estuche, una pulsera y la flauta. Tres cosas porque tres es un número que se repite mucho en los cuentos.

10.- El patito feo. Miriam, la bailarina, es el patito feo. De niña se reían de ella porque bailaba "como un pato", pero se esforzó, superó las críticas, y ahora es buena bailarina (es mejor tomarse el cuento como un esfuerzo de superación que con la idea de que lo que vale es la belleza).

11.- Blancanieves. Obvia la referencia. Ester se come la manzana roja, la manzana envenenada. En ese momento, cae el techo. Algunos habéis querido ver una referencia a la manzana del jardín prohibido, pero es que yo creo que el mismo cuento elige esa fruta por algo.

12.- La Cenicienta. También muy obvio. Javier le pone el zapato de cristal a Mónica.

13.- La bella durmiente. Carlos despierta a Laura con un beso.

14.- La lechera. Éste está un poco rebuscado, pero Gabriela se había hecho muchas ilusiones con el caso que está llevando, y aquí ya se ve que no todo es tan bueno. Como la lechera, pensar demasiado en el futuro puede estropear el presente (y quién sabe si también el futuro, eso habrá que verlo).

Creo que no intentamos poner ningún cuento más, pero vosotros habéis visto cosas que me ha gustado que hayáis visto, porque el capítulo pertenece a los espectadores una vez que está emitido. Así, es verdad que el lotero y la bailarina también son La bella y la bestia, que Guille y Alejandro pueden ser El príncipe y el mendigo, que Dávila puede ser Peter Pan volviendo a la infancia en pediatría... Y sobre todo me ha gustado mucho el cuento que ha visto Lee: Ricitos de oro, y no por Bisbal, sino por Maca. Efectivamente, cuando Maca vuelve, descubre que alguien se ha comido su comida y ha dormido en su cama. Genial.

En fin, que ha sido un placer compartir esta temporada con todos vosotros, pero esto no se acaba, es sólo un punto y seguido.

miércoles, diciembre 13, 2006

Cosas de la última hora

En todos los avances escritos sobre el capítulo de esta noche se cuenta que un foco explota y se provoca un incendio en el teatro donde actuó David Bisbal. Pero cuando se emita el capítulo esta noche, quienes lo veais comprobaréis que esto no ocurre. No es que el resumen pretenda engañar. Simplemente ocurre que el resumen lo enviamos a la cadena y a prensa cuando el guión está terminado. Pero, en este caso, una vez que estaba preparada la grabación, hubo que cambiar el accidente por problemas de producción que no vienen al caso, y no sé si porque nos olvidamos de enviar un resumen rectificado o porque ya era tarde, es el accidente originario, el de la primera versión (supuestamente definitiva) el que aparece en todos sitios.

Por lo demás, todo sigue igual.

P.S.: Para quien quiera participar en el juego que propuse ayer, que utilice los comentarios a esta entrada, así los centramos sólo en una.

martes, diciembre 12, 2006

Arañazo a Timofónica

Ni eso, ni un simple rasguño será para Telefónica la multa que Industria le pone porque sus cabinas no devuelven cambio.

La cosa es tan ridícula como ¡¡48.000 euros!! Imagino a los directivos de la cosa tronchándose de risa en sus despachos. O no, porque a esta gente parece que cualquier céntimo les vale para seguir aumentanto beneficios.

Recuerdo que hace tiempo yo compraba tarjetas telefónicas. Tenía una de dos mil pesetas y la metí en una cabina. Hablé un poquito y el teléfono se negaba a devolverme la tarjeta. Como no había manera de sacarla, llamé desde la misma cabina al número de atención de la compañía, que me pidió el número de la cabina y mi dirección, con la promesa de enviarme una tarjeta a casa.

Recibí una (inicialmente) grata sorpresa cuando cumplieron su promesa y me enviaron dicha tarjeta. Lo malo es que a las pocas llamadas se acabó el dinero. Yo me dije "no puede ser, apenas he hecho cinco o seis llamadas". Entonces me fijé con más detalle, yo daba por hecho que me iban a restituir la tarjeta completa y por eso ví un 2.000 con toda claridad encabezando aquel plastiquillo. Pero los muy simpáticos señores, mirando siempre por sus clientes, me habían enviado una tarjeta de ¡¡200 pesetas!!

Vamos, que me tangaron 1.800 pesetas por la cara. Hay gente que por menos acabó en la cárcel.

Y comieron perdices

Mañana hacemos un alto en el camino. Con el capítulo 175 llegamos al final de la decimosegunda temporada de Hospital Central. Ya comenté sobre los otros capítulos, que el título tenía que ver con el tema de la mayoría de las tramas de cada uno.

En este caso no es exactamente así. Si tuviera que elegir un tema, yo diría que el capítulo va sobre el miedo. Sin embargo, el título del capítulo es "Cuéntame un cuento" (aunque el título de trabajo fue "Y comieron perdices"). En este caso, hemos querido escribir un guión navideño, con muchas referencias a cuentos de nuestra infancia, así que os voy a proponer un juego.

A lo largo del capítulo aparecen claras citas sobre cuentos como Hansel y Grettel o Juan sin miedo, pero hay otras muchas (bastantes, la verdad) que aparecen sin citarse o de manera más sutil, incluso con apenas un detalle. Os pido que veáis el capítulo y después me digáis qué referencias encontráis.

Eso sí, no hay premio.

lunes, diciembre 11, 2006

El país de nunca jamás

Michael Jackson se ha convertido en un personaje extraño, con más sombras que luces en su vida, sospechoso de mucho y culpable (oficialmente) de nada. Sin embargo, una vez fue niño, pero un niño explotado desde sus primeros años de vida. Tal vez de esa niñez inexistente derive su actual comportamiento.

El caso es que un jueves de estos vi en el programa de Hermida, ese de recuerdo de los cincuenta años de Televisión Española, una felicitación de los Jackson Five para el veinte cumpleaños de la cadena. Y la imagen de Michael Jackson me dio algo de pena. Mientras sus hermanos parecen entrar al juego y cantan más o menos alegres, él se mantiene un tanto al margen, apenas mueve la boca (parece que sólo cuando ve que la cámara lo tiene en plano corto) y presenta un aspecto bastante triste.

No me extraña que llame a su mansión Neverland.

domingo, diciembre 10, 2006

Deja vu, una experiencia que no hay que repetir


Tras un día de parranda, sidras, fabada y mucha lluvia y viento, cayó la noche en Gijón y la cosa no estaba para andar mucho por la calle, así que decidimos meternos en un cine a pasar un par de horas al resguardo del temporal. De entre las películas en cartelera en las salas cercanas, no había mucho donde elegir, así que nos decidimos por lo que parecía una película de acción que al menos nos mantendría entretenidos. La elección fue Deja vu de Tony Scott.

Efectivamente, el comienzo de la película es bastante espectacular, con explosión masiva incluida. Pero desde el mismo momento en que ves que muere un puñado de niños (es un spoiler, pero da igual, la película no tiene ninguna sorpresa), y después ves de qué va la peli, sabes que esa situación se va a solucionar.

Entonces comienza una historia que parece una especie de Minority Report al revés (viendo el pasado en lugar de viendo el futuro) y ahí ya nada tiene sentido. Mira que a mí me gustan las películas que juegan con los viajes en el tiempo y esas cosas, pero es que aquí se empeñan tanto en hacer verosimil algo que todos sabemos increíble, que llegan al ridículo. Eso sí, un ridículo muy modernamente rodado.

La verdad es que aburrirme, no me aburrí, pero las situaciones supuestamente de tensión me provocaban risa, los gatches usados, aún más, y la cara de palo de Denzel Washington, indiferencia total (por mí como si se estrella, pensaba mientras corría en un absurdo coche con un absurdo casco).

En fin, que han querido rizar el rizo en todos los aspectos y el argumento, en el fondo, está ya muy explotado. Eso de viajar al pasado para solucionar el presente no es algo nuevo, por mucho que nos quieran hacer creer lo contrario.

jueves, diciembre 07, 2006

Sobaquillos


Llega una nueva vieja moda. Leo en Periodista Digital que las actrices de Hollywood están empezando a dejarse crecer el pelo de las axilas. No se sabe si como forma de protesta, reivindicación, pereza o simple cambio de estética.

Los hombres ya llevan haciéndolo mucho tiempo, pero ahora que parece que lo molón entre los chicos más resultones es depilarse, ellas empiezan a estar hartas de la dictadura del depylady.

La noticia me parece una chorrada enorme, pero es que ando de viaje, he encontrado un ordenador en mi camino, y de algo había que hablar, oiga.

De todas formas, quien tenga algo que decir al respecto, que no tenga pelos en la lengua. ;-)

martes, diciembre 05, 2006

¡Niño, a la pizarra!

Cuando se emitió el octavo capítulo de esta temporada de Hospital Central, prometí colgar una foto de la pizarra de la temporada completa en cuanto se terminara de emitir. Sin embargo, como la foto queda cortada en los dos últimos capítulos, puedo subirla ya hoy.


Pues bien, la semana pasada terminamos de rellenar algo parecido a lo que veis, pero comenzando en el capítulo 176. Rellenar la pizarra no es simplemente ir escribiendo cosas en los cuadros, tras estas pocas palabras en cada cubículo hay discusiones, paridas, peleas, insultos y reconciliaciones, risas y concenso.

El viernes terminamos un documento en el que desarrollamos qué ocurrirá a cada personaje capítulo a capítulo en la decimotercera temporada, y aunque aún falta la aprobación de la Producción Ejecutiva y de la cadena, normalmente los cambios propuestos no son muy radicales, así que "alea jacta est".

Dentro de poco (y hablo de días) comenzaremos a escribir nuevos capítulos. En nuestro caso, no hay tregua.

sábado, diciembre 02, 2006

¿Por qué nos hacen gracia los animales pequeños y/o desconocidos?

No tengo respuesta a la pregunta que titula esta entrada, pero es algo que sucede. Un recurso humorístico muy usado es el de citar un molusco o animal pequeño en una frase más o menos seria.

Por otro lado, una técnica para fabricar chistes es dar primero un elemento que nos sitúe, después un segundo elemento que nos oriente en una dirección, y un tercero que el receptor espera que siga en esa dirección pero va en otra opuesta. Cuando se quiere hacer una frase más o menos ocurrente, sin que tenga que llegar a ser desternillante, también se utiliza mucho este recurso.

Digo todo esto porque en mi primera visita a un blog enlazado por Abcguionistas, leo en la presentación del autor la frase:

"Aquí estaré, para charlar o resolver cualquier duda que podáis tener sobre el mundo del guión, la escritura de ficción para la pantalla la tele o la reproducción de la zarigüeya..."

Ahí está, empezamos con "guión", seguimos con "ficción", y cuando parece que va a decir algo así como "creación", aparece... la zarigüeya, un animal que reúne las dos características: animal pequeño y exótico.

Si nos ponemos a pensar, ¿en cuántas conversaciones, anuncios publicitarios, discursos... no habremos oído citar la cría del caracol en cautividad, la cría de los chipirones del cantábrico o cualquier tipo de cría de seres minúsculos como recurso humorístico? No tengo la respuesta al por qué, pero me resulta curioso, y como tal, lo suelto.

viernes, diciembre 01, 2006

Emparedado de percusión

Ayer fui al concierto de La Kermés. Esta entrada no va de crítica musical, ni siquiera de crónica, sólo quería comentarlo.

La cosa comenzó con la percusión de Samba da rua, y tras hora y media más o menos de concierto (bises incluidos), volvió a cerrarse con ellos.

Como acabo de escribir que sólo quería comentar que estuve, aquí dejo mi testimonio. Así comenzó el concierto.

(Como siempre me ocurre cuando subo algo grabado con mi nefasta cámara de fotos al youtube, la imagen y el sonido están desincronizados)