Apitiké

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jueves, mayo 31, 2007

Esos pequeños detalles

Sabéis que tras cada capítulo me gusta contar alguna que otra anéctoda relativa a él. De memoria, voy con algunas sobre el capítulo de ayer. A ver:

En la trama de Fede y sus padres (el de los padres que no son los padres, ya sabéis, la identidad), la historia comienza con Ester leyendo en un periódico la noticia de que un chaval ha entrado en la página oficial del gobierno y ha cambiado las caras de los ministros por caras de dibujos animados. De ahí nos vamos a los padres de Fede echándole la bronca por esto mismo. La primera idea era jugar esto en el hospital, porque Fede se metía en el sistema informático, la liaba o algo así (no recuerdo exactamente el desarrollo que pensamos). Toda esa parte de la informática, que jugaba en plan comedia, sobraba y la quitamos, pero decidimos mantener ese comienzo porque nos parecía una buena unión entre dos secuencias y una forma clara de presentar al chaval.

En un momento, Alicia le pregunta a Héctor si la chica enferma era el motivo por el que la había mandado a dormir a casa de su amiga Camino. Bien, Camino es el nombre del personaje que interpretaba en la serie Corta-T (personaje que, por cierto, solía escribir Guillermo).

Mucha gente lo pilló, pero por si acaso: en un momento dado se discute sobre si en la historia de Fede juegan los cuernos o no. En la sala donde se habla de eso están nada más y nada menos que Laura, Aimé, Javier y Carlos. Javier lo soluciona saliendo de allí por patas. Nos parecía gracioso.

Vuelve a ser tarde cuando escribo esto y ahora mismo no me viene a la cabeza ningún detalle más, pero si me van viniendo a la cabeza, los iré añadiendo en los comentarios.

Buenas noches.

El tonto y el camino

Hace tiempo colgué aquí una página de una escaleta y algunos de vosotros me pedísteis que algún día pusiera una página de escaleta con una de las secuencias correspondientes. Y hoy he entrado en el foro y veo que se pregunta mucho por la frase que Ester le dice a Maca,la del tonto y el camino. Pues bien, para matar dos pájaros de un tiro, aquí va la página de escaleta en la que va dicha secuencia, y la primera página de la secuencia (en verdad tiene una y diez líneas o doce líneas más, pero con poner la primera, vale). Creo que en la grabación se cambió algo el orden de guión, porque, según recuerdo ahora mismo, lo que sigue a esta conversación de Maca y Ester no es la conversación entre Vilches y Lorenzo, sino la atención a la mendiga. Pero ya lo he dicho alguna vez, el guión es un instrumento de trabajo, no una rígida guía que haya que seguir con puntos y comas. Bueno, no me enrollo más, que me voy a ir a dormir. Aquí os dejo, primero la página de escaleta en la que aparece la secuencia treinta y cinco, y después, la página de guión con la frase del tonto y el camino, que es una frase de la cultura popular.

Y ya sabéis, para verlo más grande, sólo hay que pulsar sobre la imagen. (Ah, y esa localización, "M30", no es que se vayan a charlar a la obra de Gallardón, es como llamamos al pasillo semicircular que rodea una parte del hospital)




P.S.: Alguien ha subido a Youtube las intervenciones de Maca y Ester en este capítulo, así que completo esta entrada poniendo el vídeo en el que sale la conversación del tonto y el camino (en el minuto dos y cuarenta segundos más o menos). Ahí se ve, además, que la secuencia sí estaba igual que en el guión. Es que desde hace tres días tengo un año más y ya empiezo a olvidar las cosas.

miércoles, mayo 30, 2007

Juego de identidades

Acabo de entregar la escaleta del capitulo 191 (primero de la temporada 14), así que tengo un par de horas para volver al blog antes de que el coordinador nos indique los cambios que estime oportuno. Y como hoy se emite un capítulo escrito por el señor Juan Algarra y por mí mismo, pues voy a hacer como otras veces y voy a comentar, simplemente, el título: Juego de identidades.

Recuerdo que cuando estábamos escribiendo el guión (en mi cabeza suena a que fue allá por el pleistoceno), andaba yo leyendo una de las novelas de la saga Canción de hielo y fuego, supongo que Tormenta de espadas. O si no, la había acabado hacía poco. El caso es que me apeteció realizar un modesto homenaje a una historia que tan buenos ratos me estaba haciendo pasar (y que espero que siga haciéndolo). La primera opción fue utilizar los nombres de los personajes, pero me parecían demasiado extraños, incluso castellanizándolos, así que lo que hice fue poner un título que se parecía algo a la primera novela de la saga: en lugar de Juego de Tronos, Juego de identidades.

Y ahora, ¿por qué "identidades"? Pues porque de eso va el capítulo. Una de las reflexiones metafísicas de toda la vida ha sido intentar dar respuesta a la pregunta "¿quiénes somos?". Hoy no es que vayamos a dar esa respuesta, pero sí veremos a personas que se hacen esa pregunta, a personas que esconden una identidad tras su apariencia pública, o a personas que descubren no ser quiénes creían ser.

Y hasta aquí puedo leer.

lunes, mayo 28, 2007

Expectativas

Me he dado cuenta de que soy muy pesado con el tema. Lo comenté poco antes de ver Zodiac, dije algo sobre ello tras ver Banderas de nuestros padres, hice referencias sobre el tema al ver Babel, o tras disfrutar Pequeña Miss Sunshine y también lo dije en mi comentario sobre Match Point.

¿Qué es eso sobre lo que tantas veces he hablado sin ser consciente de que me repetía una y otra vez? La respuesta está clara porque es el título de esta entrada: las expectativas.

El tema me viene a la cabeza de nuevo porque el viernes vi el último capítulo de la primera temporada de Héroes, y nuevamente las expectativas me jugaron una mala pasada. No es que fuera un mal capítulo, es que simplemente no era mejor que los demás. La historia se acaba porque toca, porque las temporadas tienen un fin, pero uno no tiene la sensación de que inevitablemente tenía que acabar aquí.

Se había generado una especie de mito sobre el capítulo veintitrés, y como el mito es algo que habita en nuestro subconsciente, nunca puede llegar a la altura de algo que se plasma en imágenes reales en un aparato de televisión o en la pantalla de un cine. Uno siempre construirá en su cabeza algo que aunará nuestros miedos, deseos, esperanzas, gustos, aprendizajes, y ningún guionista, ningún director, ningún productor ejecutivo, será capaz de darnos todo eso a todos y cada uno de los espectadores.

Por eso, la mayoría de las veces (siempre hay excepciones a la regla) lo mejor es llegar virgen a la obra. Y aprovecho para decir que no os forméis muchas expectativas sobre el capítulo 183 de Hospital Central, Juego de identidades, para que así os guste más. Lo digo porque lleva mi firma. ;-)

domingo, mayo 27, 2007

Arroz a la sartén con espárragos, champiñones y marisco

Ayer, mientras cocinaba un arroz, me dije: "esto puedo ponerlo en el blog, que hace ya un tiempecito que no cuelgo recetas". Y aquí la tenéis. Al no tener paella (los puretas llaman paella al recipiente y paellera a la señora que hace el arroz), lo hice en una sartén grande, y quedó muy bueno, todo hay que decirlo. La receta es para cuatro personas con buen saque.

Para empezar, hacemos un sofrito con una cebolla entera picada, tres dientes de ajo en láminas y un pimiento verde picado. Cuando se ha pochado un poco, añadimos medio manojo de espárragos verdes troceados y un buen puñado de habas frescas (yo las añadí congeladas). Damos también un tiempo para que se cocine y añadimos un tomate pelado y muy picado. Volvemos a dar unas vueltecitas y cuando vemos que ya casi está hecho, añadimos un cuarto de champiñones cortados en láminas (frescos, no de esos de lata, que no saben a nada) y ciento cincuenta gramos de anillas de calamar cotadas en trocitos. Ah, y este puede ser buen momento para añadir sal al gusto de cada cual.

Cuando el champiñón está listo (se ve por el color) y su agua se evapora un poco, ya tenemos la base lista. Lo bueno de esto es que podemos preparar esa base por la mañana temprano y dejar el resto para hacerlo justo antes de la hora de comer. Pero bueno, también se puede cocinar todo seguido, como hice yo.

Después añadimos un cuarto de kilo de almejas y esperamos a que abran. Entonces es el momento de añadir el arroz. Un par de puñados por persona y un puñadito más de regalo (mejor que sobre que no que falte, ¿no?). Lo mezclamos todo y añadimos el preciado líquido. Digo esto porque yo no añadí agua, sino que había reservado el caldo que soltaron dos kilos de mejillones que había preparado unos días antes. Ese caldo da un sabor muy rico al arroz, pero bueno, si no se tiene, se echa agua mezclada con un poco de vino blanco. Añadimos entonces también unos cuantos mejillones y cuando empieza a hervir, un cuarto de gambas.

Y ya está, lo único que hay que hacer ahora es dejarlo hervir a fuego más bien lento y esperando a que el líquido se vaya evaporando. La cosa debe tardar unos veinte minutos más o menos. Pero lo mejor es ir probando el arror y retirarlo del fuego cuando creamos que está a nuestro gusto de dureza. Aquí está el arroz a punto de ser retirado del fuego:

Una vez que lo retiramos, lo dejamos reposar unos instantes... ¡y a comer! Cuando hice la foto al plato, ya había metido varias veces el tenedor, y os puedo asegurar que me quedó riquísimo.

P.S.: Si le dais a ampliar la foto de las gambas, calamares, almejas y mejillones crudos, veréis que las gambas están con cabeza, pero peladas. A mí me gusta pelarlas en crudo, porque después resulta mucho más fácil de comer. Y les dejo la cabeza porque sueltan su saborcito. Ah, y me olvidé que también eché unas hebras de azafrán.

jueves, mayo 24, 2007

Oferta de empleo

Telemadrid busca presentador para el informativo de la noche, para empezar a trabajar el año que viene. Éste es el motivo.

El héroe amable


Acabo de terminar el primer volumen recopilatorio de Concrete, el personaje creado por Paul Chadwick.

Concrete es un cerebro humano atrapado en un cuerpo de piedra, vamos, más o menos como La Cosa. La diferencia estriba en que el mundo en el que vive Concrete es un mundo real, sin otros superhéroes, sin otros supervillanos. Concrete es la excepción, un bicho raro en un mundo aburrido. Sus compañeros de vida son un aspirante a escritor (el propio concrete era escritor antes de convertirse en lo que es) que le hará las veces de secretario y transciptor, y una científica que estudia a Concrete, le extrae fluidos cada día, analiza sus reacciones...

De manera que sus aventuras no tratan sobre cómo anula una conspiración para destruir una ciudad, o cómo da caza al supermalo de turno, sino que todo es mucho más amable, más cotidiano. Podemos ver a Concrete contratado como guardaespaldas de un ídolo rock, intentando salvar a unos mineros atrapados o probándose a sí mismo en diversas azañas (por ejemplo: ¿seré capaz de atravesar a nado el Atlántico?). Además, Concrete es un personaje mediático, adorado por los críos, que concede entrevistas para la tele, que genera una industria de merchandising a su alrededor.

Pero no todo es positivo. La coraza de roca de concrete le impide el contacto más humano, le aísla, le impide realizar pequeñas labores cotidianas (la propia mecanografía entre ellas).

En definitiva, me ha parecido un cómic amable, algo diferente, fácil de leer, recomendable para una tarde tranquila con música de fondo y lluvia en la calle.

miércoles, mayo 23, 2007

Sin pies ni cabeza

Vaya, no me había enterado. Resulta que si el PP gana en las elecciones municipales, acabarán con ETA. Se ve que entre todos los alcaldes del PP van a poder hacer lo que no pudo hacer Aznar cuando presidía el país entero.

Qué pena que yo sólo pueda votar en Madrid (y sólo una vez, añado).

Zapping pa qué

La mayoría de la gente cambia de canal cuando vienen los anuncios, pero eso a veces puede llevar a que nos perdamos cosas como ésta:

martes, mayo 22, 2007

Lo que el espejo trama

Ando enfrascado en la elaboración de las tramas de un nuevo capítulo de Hospital Central (de la temporada 14). Esta mañana el coordinador me ha pedido que cambie la orientación de una de las que le he presentado para transformarla en una "trama espejo". Y yo me he dicho, ya tengo tema para hoy para mi blog.

¿Qué es una trama espejo? A veces queremos contar un estado de ánimo de un personaje, o propiciar un cambio de actitud o hacerle consciente de algo mediante una historia que no tenga nada que ver con él, sino con algo a lo que asiste como partícipe, pero no como protagonista. Esas son las "tramas espejo". En Hospital Central suelen estar muy claras. Una ruptura puede acelerarse cuando uno de nuestros médicos atiende a un paciente que no se atreve a romper con su pareja aunque está clarísimo que debe hacerlo (es un ejemplo inventado, no pienso en ninguna trama espejo de las usadas, simplemente porque ahora mismo no me acuerdo de ningún ejemplo concreto).

Así que si no abusamos de ellas, las tramas espejo se convierten en elementos narrativos muy útiles para exteriorizar el interior de nuestros personajes.

lunes, mayo 21, 2007

Original y copia

A vueltas con el tema de de dónde salen las ideas y de si unas obras copian a otras o simplemente es que dos personas pueden coger ideas del mismo árbol (supongo que unas veces ocurre una cosa y otras la otra), me ha resultado muy curioso algo relativo a Zodiac.

No desvelo gran cosa del argumento de la película si cuento que se ve como una teoría bastante fiable que Zodiac cogió su nombre de una marca de relojes. ¿Alguien ha visto Héroes? ¿Alguien se acuerda de dónde toma su nombre Sylar?

domingo, mayo 20, 2007

La lógica de la realidad


Ya está. Para evitar que el miedo creciera, ayer fui a ver Zodiac. Y esta vez creo que ha pasado lo contrario a otras veces. Saber un poco el referente de la película, la manera en que estaba tratada, que se basaba en hechos reales, me ha ayudado a que me gustara más que si no hubiera sabido nada. Probablemente, si hubiera ido virgen al cine, me hubiera esperado algo al estilo Seven (asesino en serie + David Fincher, qué iba a esperar), y no sé si eso hubiera sido bueno.

En fin, que debo decir que la película me gustó. Y mucho. Pero no le otorgo ese calificativo de "obra maestra" que ya le están dando. Al menos, no con sólo un visionado. (Aunque lo que yo otorgue o deje de otorgar no le importa a nadie, claro está).

Aparte de montaje, aspecto visual, música, interpretación y todas las cualidades formales de Zodiac, lo que me ha parecido muy bueno es el tratamiento del punto de vista. La película discurre de uno a otro con fluidez, para proporcionarnos la información (y la desinformación) que vamos necesitanto en cada momento. Así, la historia se va construyendo, casi como en un documental, con los mismos retazos que conocen los protagonistas. Sólo de vez en cuando nos ponemos al lado del asesino (y son momentos muy tensos, sobre todo el de esa madre con su hija en el coche). Y me gusta mucho que no sea sólo una película sobre un proceso de investigación, sino sobre cómo ese proceso afecta poco a poco a los implicados.

Sin embargo, había algo que no acababa de gustarme, pero que no sabía identificar. Pensándolo un poco he descubierto qué era. Y aquí vendrá algún reventón (a partir de ahora voy a intentar evitar el anglicismo spoiler) sobre la película, así que si no la has visto, mejor no sigas.

Cuando uno se planta ante un guión, tiene que conocer la motivación de los personajes, tiene que justificar sus acciones, establecer una lógica que los lleve de un punto A a un punto B, y, sobre todo, no escamotear estos datos a los espectadores. Pero la realidad no es así. De manera que en Zodiac asistimos a lo que voy a llamar "Efecto Motivos Personales": llamadas de informadores anónimos (o no) que dan retazos de información, pero sólo retazos, un testigo muy importante para descubrir al asesino que desaparece y sólo vuelve a aparecer veinte años después para confirmar las sospechas, cartitas con mensajes cifrados (aunque está bien que tú pienses que la pista definitiva va a estar en lo que dicen los mensajes y en verdad no es así, sino que está en cómo se el asesino se documentó para escribirlos), claves que aparecen de manera colateral o por momentos de inspiración (aunque esto también podría llamarse "Efecto House")...

Por eso digo que es bueno saber que se basa en un par de libros que intentan relatar el proceso real de investigación, porque si no, uno podría salir del cine habiendo dicho alguna que otra vez con cara de "me están tomando el pelo" eso de ¡¡vamos, hombre!!

Sin embargo, a pesar de estas apreciaciones, y para no dejar dudas, es una de las mejores películas que he visto últimamente, y si tuviera que ponerle nota yo le daba el notable alto sin reparos.

sábado, mayo 19, 2007

El retorno a la arena

En 2005 me corté metafóricamente la coleta de los festivales. No fue algo premeditado. Aunque el Metrorock de ese año me reconcilió un poco con ellos, el desastre del Festimad del mismo año había sido tal que algo debió ocurrirle a mi subconsciente. Durante estos dos años he sufrido una especie de inapetencia festivalera.

Pero eso se acabó, sin necesidad de psicólogo. Ya tengo la entrada del Summercase 2007. Temblad escenarios, Zeroneuronas vuelve a la arena.

viernes, mayo 18, 2007

Tengo miedo

Pues sí, tengo miedo. Aunque ésa no es la palabra. Tengo reparos. Tal vez tampoco. Tengo reservas... No sé. Mejor lo cuento.

La película Zodiac tiene muy buena pinta desde que se anunció. Lo que había leído en blogs y periódicos apuntaba a que va a ser una gran película. La estrenan en Cannes y parece que a la crítica le gustó mucho. Pero es que ayer vi un reportaje en Días de cine (el programa de La 2) y no sólo es que la calificaran ya de "obra maestra", sino que las imágenes que ponían (y sus correspondientes paralelismos con las imágenes reales del caso real) prometían, y mucho.

Y por eso tengo miedo, reparos, reservas,... porque desde YA espero una gran película, un clásico que perdure, un rato de cine con mayúsculas. Pero las expectativas son muy malas consejeras, porque lo que uno crea en su cabeza casi nunca puede estar a la altura de lo que se plasma en la pantalla. Pero ya es tarde, ya tengo esa imagen formada, ahora sólo queda acercarme a un cine y ver qué tal.

Ya os contaré.

jueves, mayo 17, 2007

Oé, oé, oé

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Y el año que viene ¡¡LA CHAMPION!!

Yo no soy especialmente futbolero, pero he de reconocer que el de ayer fue un partido de esos que el tópico dice que "hacen afición".

¡Felicidades a mi padre y a todos los demás sevillistas!

miércoles, mayo 16, 2007

La mano y la idea

Para no ser seguidor de House, soy muy pesadito, porque es la segunda vez que voy a escribir sobre esta serie en pocos días. Pero no voy a hacerlo ni para alabar, ni para criticar, sino para hablar sobre algo que nos preguntan a veces y sobre lo que ya he reflexionado alguna vez: de dónde salen las ideas para las tramas.

Sin haber visto el capítulo de ayer, leí en un periódico que tenía un momento muy impactante, el de la mano de un feto agarrando el dedo de House. Bien, esa idea está obviamente sacada de una foto que se publicó en un montón de sitios hace tiempo, la foto que ilustra este post.

Lo sé porque esa misma foto nos sirvió a nosotros para construir una trama de un feto de unos seis meses que tiene problemas respiratorios que conllevarán su muerte en cuanto nazca (porque en el seno materno aún no respira, claro está). Nuestros médicos tienen que operarlo dentro de su madre introduciendo en el feto una especie de balón que deben inflar. La idea inicial era reproducir esa imagen de la mano agarrando el dedo del médico, pero viendo las dificultades técnicas que eso conllevaría (nuestro presupuesto no es americano), optamos por obviar ese momento, pues la trama tenía que tener fuerza de por sí, no sólo por una imagen "bonita". Hicimos la trama y creo que quedó bien sin necesidad de efectos especiales.

Con esto sólo quiero reincidir en la idea de que a veces resulta un tanto simple culpar a una serie de copiar tramas de otras, porque muchas veces lo único que ocurre es que todos bebemos de las mismas fuentes, y en esta época de globalización, aún más. Vamos, que yo nunca voy a escribir un mail a los guionistas de House preguntándoles si nos habían copiado. Dios me libre.

martes, mayo 15, 2007

Shakira, Shakira

Como hoy es fiesta en Madrid, no vamos a ponernos a pensar, así que os dejo con un divertido vídeo de MadTV. Es una parodia de Shakira en que se ríen de su inglés, su cante y su baile. Está doblemente subtitulado.


¿Lo habéis visto? Y ahora yo pregunto: ¿cómo se haría una parodia de Shakira en un programa de nuestras teles? Probablemente se pondría a un tipo gordo con pelos en los sobacos enseñando el velludo ombligo y cantando mal. Y ya está, ¿no?

lunes, mayo 14, 2007

La costilla de la risa

Coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Katharine Hepburn, este sábado le hicimos un pequeño homenaje en casa y pusimos la película La costilla de Adán.

Yo recordaba que me había gustado cuando la vi hace siglos, pero ahora que la he vuelto a ver, he de reconocer una cosa: ¡¡es genial!!

A pesar de que tiene 58 años, la película sigue manteniéndose fresca, actual (salvando algunas distancias, claro, pero es que la guerra de los sexos es eterna), dinámica y, sobre todo, divertida.

Las secuencias de duelo entre Amanda y Adam son dignas de estudiarse, todas sin excepción. Esa manera, por ejemplo, en que discuten mientras preparan la cena no tiene precio. Aunque tampoco hay que desmerecer al personaje del músico, el amigo pesado capaz de crispar a cualquiera y que lo precipita todo aún más.

En fin, que de vez en cuando hay que recuperar la visión de estos clásicos para seguir siempre aprendiendo de los grandes.

domingo, mayo 13, 2007

Efectos históricos

Ayer pusieron por la tele La amenaza fantasma. En un zapping vi tan sólo cinco o seis minutos. La pillé en un momento en que Ronaldinh... , perdón, en que Jar Jar Binks está en medio de una batalla. Os juro una cosa: porque yo sabía de qué iba esa película, que si no, me creo que estaba viendo una de Pixar, una de Shrek en el futuro o algo así. Aquello que pasaba ante mis ojos era, claramente, una peli de dibujos animados. Y entonces, ayer, repentinamente, entendí por qué las tres partes de La Guerra de las Galaxias estrenadas recientemente no me han atrapado y las tres antiguas me apasionaron (y me siguen gustando). No se trata sólo de historias mejor construidas, personajes más carismáticos, ritmo más cinematográfico... nada de eso. Se trata de que me las creía. Eran películas con efectos especiales que me hacían creer que lo que veía era verdad. En las de ahora, los dibujos animados están tan claros que te sacan de la magia del cine.

Y hablando de efectos especiales, leo hoy en el 20 minutos que precisamente Star Wars ha sido elegida como la película con los efectos especiales más influyentes de la historia del cine, según una lista de la Asociación de Efectos Visuales Norteamericana. No se trata de citar las películas con efectos más espectaculares, sino las que más han influído en títulos posteriores. Los diez primeros puestos son los siguientes:

1. La Guerra de las Galaxias (1977)
2. Blade Runner (1982)
3. 2001: Una Odisea del espacio (1968)
3. Matrix (1999)
5. Jurassic Park (1993)
6. Tron (1982)
7. King Kong (1933)
8. Encuentros en la Tercera Fase(1977)
9. Alien (1979)
10. The Abyss (1989)

En decimoprimer lugar aparece la segunda de la saga de la Guerra de las Galaxias, y no es hasta el decimosegundo puesto que no vemos una película muda: Metrópolis (¿cuántas veces habremos visto después imitado ese modelo de humanoide?), seguido inmediatamente por otra aún anterior: Viaje a la Luna de Méliès. La verdad es que si de influencias en películas posteriores se trata, yo creo que estas dos debían haber ido un poco antes en la lista, pero bueno, al fin y al cabo se trata sólo de eso, de una lista, algo que básicamente sirve para que la gente la comente y poco más. Por cierto, el listado completo está aquí(en PDF).

Si echáis alguna en falta, podéis lanzar vuestras quejas, que no valen para nada pero uno se queda muy a gusto.

sábado, mayo 12, 2007

Cristales tintados


¿Vieron el mismo programa El País y La Razón"?

Para que no se diga, aquí van también los enlaces de ABC y de El Mundo y el análisis más de marketing que político del 20 minutos.

Por cierto, no me olvido de que había una tercera candidata en el debate:

jueves, mayo 10, 2007

Palomar


Aunque siempre me han gustado los cómics, y creo recordar que si aprendí a leer fue sobre todo para poder entender qué decían los personajes de Ibáñez, hubo un tiempo en que abandoné un poco su lectura y sólo caían en mis manos algunos tebeos de vez en cuando. Pero hace unos años retomé el hábito de hacerme con cómics.

Hoy quiero hablar un poco de Palomar, de Beto Hernández. Fue una de esas compras sin referencia. Vi el libro en la tienda, le eché un vistazo y me pareció interesante. Y lo es.

Palomar es una colección de historias de los habitantes de un supuesto pequeño pueblo no se sabe si centroamericano o de dónde, en el que las historias se entrecruzan, hay amores, odios, alegrías, penas, y una presencia casi mágica de la muerte. Es algo así como un culebrón en viñetas, pero con un trato tan cercano que hace pensar que en las páginas se deslizan bastantes elementos autobiográficos (y, repito, hasta hoy no tenía ni idea de quién era Beto Hernández).

En fin, si superamos la gran cantidad de nombres que aparecen y sabemos identificar pronto quién es quién, es un cómic algo distinto y que ofrece, más que historias que empiezan y acaban, historias cotidianas de un lugar cualquiera.

miércoles, mayo 09, 2007

El error de House

Hace sólo dos días hablaba de lo que se puede aprender de los errores ajenos, y citaba el caso de los sueños en los guiones diciendo que un sueño es un recurso a evitar.

Pues bien, ayer me puse a ver House. Debo reconocer que no soy seguidor de esta serie, que sólo veo capítulos sueltos, pero es que ayer volví a entender por qué. House tiene siempre el mismo esquema, pero eso puede ser parte del secreto de su éxito, no digo que no. A la gente le gusta lo reconocible. Pero es que en el capítulo de ayer aparecía...¡¡un sueño!!

La cosa era más o menos así, sin entrar en detalles: el caso del día sigue sus habituales pasos, parece una cosa, medican al tipo, no reacciona, parece otra, pruebas, reacciona mal, no saben lo que tiene, etc, etc. Y entonces House dice: "me voy a dormir a mi casa, que durmiendo se encuentra la solución a muchos problemas". Y se va, pero no consigue dormir (tiene un problema con su vejiga). Da vueltas y vueltas en la cama durante toda la noche. Al final, sin haber pegado ojo, vuelve al hospital. Sus pupilos han administrado bicarbonato sódico al paciente a sus espaldas, pero éste, en lugar de mejorar, ha empeorado. Tiene una parálisis que se va extendiendo, y si antes afectaba sólo a las piernas, ya ha llegado al abdomen. House empieza a sentirse mal (sigo sin entrar en detalles), se marea, y su nariz comienza a sangrar. Entonces... ¡¡plaff!! SE DESPIERTA.

Está en su casa (se ha meado en la cama) y sí que ha dormido. Todo lo anterior no era más que un sueño, pero un sueño en el que ha encontrado la solución al problema. Entonces va al hospital y, efectivamente, la parálisis del paciente aumenta y parece que le han administrado bicarbonato sódico. Vamos, que la primera parte de su sueño se ha cumplido en la realidad. Es que ahora, además de House, esta serie es también Medium. Y la clave a todo está en el sangrado de su nariz por algo que no logré entender muy bien. Pero eso da igual, él es borde y antipático, que es lo único que importa.

Vamos, me imagino presentando un desarrollo de trama de esa guisa para Hospital Central. Seguro que pocos segundos después me obligan a firmar el finiquito.

Y con razón.

martes, mayo 08, 2007

Fresas con vinagre

Hay un postre que preparao de vez en cuando, muy fácil de hacer y que suele gustar a la gente. Sin embargo, cuando cuento cómo está hecho he descubierto que pocos de mis invitados conocen esta combinación y que incluso a veces creen que les estoy tomando el pelo. Sin embargo, lo que os voy a contar (para quienes no lo conozcáis) es auténticamente real. Si no, haced la prueba y veréis que está muy rico.

La cosa es así se simple. Se cogen unas fresas. Se lavan, se les quitan las hojas y se parten en rodajas (la cantidad depende de los invitados). Se echan esas rodajas en un cuenco, se añade a ojo un buen puñado de azúcar, así como para cubrir por arriba las fresas. A continuación (y aquí es donde mucha gente no me cree) se riega todo con un buen chorro de vinagre. Ahora se mueve todo para que se mezcle bien y se deja macerar. Yo prefiero hacerlo de un día para otro, pero basta con que esté unas cuantas horas.

La fresa suelta su jugo y os aseguro que es un postre delicioso.

lunes, mayo 07, 2007

Aprender de los errores ajenos

Llevaba varios días sin entrar por Abcguionistas, y hoy me he topado con un curioso artículo.

Había oído muchas veces que a veces se aprende bastante más de una mala película que de una buena, porque en la buena te lo tragas todo y no sabes dónde está el mérito, pero en la mala, los defectos cantan y aprendes qué NO HACER al escribir un guión. Pues de eso trata el artículo escrito por un tal Allan Heifetz, lector de guiones, de cosas que un guionista novato NO DEBE HACER. Os recomiendo que lo leáis, porque está escrito con bastante gracia y mala baba.

Hace años, en unas clases que recibí sobre guión, el profesor también insistía en cosas que no hacer y había una que odiaba especialmente: LOS SUEÑOS. Sin llegar a la exageración de no introducirlos nunca, la verdad es que yo también creo que tiene que haber un buen motivo para meterlo. Desde pequeñito odiaba esas películas en las que el protagonista se despierta de un sueño justo cuando está en lo peor, y vuelve a despertarse de un sueño, y vuelve a despertarse de un sueño...

Ahora me tengo que ir, pero voy a seguir pensando sobre cosas que no hacer. Si vosotros tenéis ideas, ya sabéis, podéis compartirlas.

Humor sobrenatural

Hace una semana retomé la visión de Héroes y tenía en la cabeza escribir de nuevo sobre esta serie, pero lo dejé pasar. (Y ayer me vi el capítulo 20, ¡¡mítico!!).
El sábado fui a ver a Faemino y Cansado, míticos también donde los haya. ¿Qué decir sobre ellos? Si no te gustan, te parecen una estupidez, pero si te gustan, te gustan a muerte. Y ése es mi caso. Las lágrimas me caían por la cara de pura risa. Y ahora, para retomar aquel post que no escribí la semana pasada, os pongo un vídeo que une las dos cosas: Faemino y Cansado y Héroes. ¿Se puede pedir más?

viernes, mayo 04, 2007

El bocazas contraataca

"A mí no me gusta que me digan 'no puede ir usted a tanta velocidad', 'no puede comer hamburguesas de tanto' o 'se le prohíbe fumar porros'; déjeme que decida por mí, que en eso consiste la libertad. ¿Quién te ha dicho que quiero que conduzcas por mí? Los cubatas que me tomo, déjeme que los tome tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie".

Vamos a suponer que esta frase la hubiera dicho un joven de veinte años junto a su coche tuneado en un polígono de las afueras de una ciudad dormitorio de cualquier gran ciudad. Las mentes biempensantes menearían sus cabezas de un lado a otro al oírlo y lanzarían comentarios como "esta juventud no tiene remedio", "a éstos hay que meterlos en vereda", "estos mocosos confunden libertad con libertinaje",... o cualquier cosa por el estilo.

Sin embargo, si cambiamos las palabras "fumar porros" por "beber vino", o "cubatas" por "copas de vino", son palabras de nuestro melenudo expresidente del gobierno, José María Aznar. No me extraña que las asociaciones de víctimas de accidentes y casi todo el mundo haya criticado estas declaraciones casi unánimemente. Bueno, menos Rajoy, que debe estar hasta los mismísimos de su amado mentor.

Si no fuera porque el hombre que ha dicho esas estupideces estuvo de presidente durante tanto tiempo, la cosa hasta tendría gracia.

(Ah, y la foto es sólo para añadir un poquito de alegría).

jueves, mayo 03, 2007

Si dice "barco" tiene que haber un barco, o el cine como cuento

Como he dicho hoy mismo, tenía que ver el pequeño documental en el que el guionista de Dos en la carretera, Frederic Raphael contaba cosas. Y la verdad es que en sólo veinticuatro minutos ha dicho algunas bastantes curiosas.

Me quedo con una comparación. Frederic Raphael dice que una película no es como una novela, sino como un cuento. No hay tiempo para profundizar demasiado en los personajes, por eso hay que dar datos que lleguen al espectador de manera rápida, poner símbolos que se puedan usar para evitar largas explicaciones. Pone el ejemplo de cómo Mark, el protagonista masculino de la película, es un despistado que olvida siempre dónde ha puesto su pasaporte. Durante toda la película se utiliza ese recurso varias veces, él, el hombre, buscando desesperadamente el pasaporte, y ella, su mujer, que lo deja desesperarse durante un rato para sacarlo con tranquilidad de algún sitio. Con este gesto, el guionista quería dar a entender que por mucho que cambiaran las circunstancias, por mucho que el personaje evolucionara, en el fondo seguía siendo el mismo: un tipo despistado, necesitado. Y por otro lado, que en esta relación (como en la mayoría, afirma) el hombre es el niño que nunca termina de crecer y la mujer es la que tiene que poner el toque sensato.

Además, habla de su sistema de trabajo. Para construir el guión, escribió cada historia por separado (los protagonistas son los mismos, pero cada historia es una parte de un viaje en una época de su vida). Después dividió cada una en elementos y escribió los elementos en fichas diferentes. Finalmente, ordenó estas fichas según le parecía que combinaban mejor y agrupó todas las fichas en un taco, como si fuera una baraja de cartas. Su manera de escribir consistía en ir sacando una a una cada ficha e ir escribiendo la secuencia que correspondía. Vamos, lo que se dice una escaleta.

Por otro lado, escuchando los comentarios a la película de Stanley Donen, también hay un dato curioso sobre la relación entre guión y producción. El guionista no había ido al rodaje (suele ser lo normal), y Stanley Donen no conseguía encontrar un barco para rodar una escena del guión. Al parecer, todos estaban ya alquilados. Nada, que no había manera. Desesperado, Stanley Donen telefoneó a Raphael y le comentó: "No hay manera de encontrar un barco, no sé qué vamos a hacer". Raphael dudó y acabó preguntando "¿Qué barco?", a lo que Donen le replicó: "Si en el guión pones barco, tiene que salir un barco".

Amor en ruta

En esa macro-compra del puente, iba otra película: Dos en la carretera, de Stanley Donen.

Ayer fue una tarde perfecta de lluvia para verla, y ahí lo hice. ¿Qué decir? Que sigue siendo una delicia. Me encanta la manera que está construida, con ese juego temporal en la que viajamos de una época a otra de la vida de la pareja casi sin que nos demos cuenta, en la que vamos conociéndola poco a poco y poco a poco nos identificamos con los dos personajes. No hay buenos y malos, sino un matrimonio que lo pasa bien y lo pasa mal, como tantos.

Es uno de esos casos en que todo se acopla perfectamente: luz, color, vestuario, música, interpretación, guión, incluso a veces uno llega a percibir el olor del verano.

En la edición especial hay un pequeño documental en la que el guionista cuenta cosas. Todavía no lo he visto, pero cuando lo haga, espero comentar algo aquí, así que por ahora... eso es todo, amigos.

martes, mayo 01, 2007

Puente casero

Quedarse el puente de Mayo en Madrid tiene cosas buenas, cosas malas y cosas que no se sabe muy bien si son buenas o malas. Entre estas últimas está una visita a la FNAC. Con la idea de que no te has gastado un pastón en gasolina, hotel, restaurantes, entradas a sitios turísticos, etc, te decides por darte un capricho. Eso hice yo ayer.

Salí de la tienda con sobrepeso. No os aburriré con la lista de la compra, sólo diré que en ella estaba The French Connection, película muy importante en la historia del cine y que recordaba haber disfrutado hace bastantes años.

Lo curioso de esta película es que para disfrutarla completamente hay que verla teniendo en cuenta sus circunstancias. Tengo un amigo que suele repetir la frase "ha envejecido muy mal" cuando revisa algunos títulos clásicos. Creo que esta frase se podría aplicar a The French Connection.

Sin embargo, si uno no se deja influir por los títulos posteriores y tiene en cuenta que la película es de 1971, la cosa cobra otro sentido.

El mérito de la película es estar basada en hechos reales, haber rodado las secuencias sin utilizar decorados, en escenarios naturales (la mayoría de las veces los mismos en los que sucedió la historia de verdad) y con técnicas de documental. Hoy hemos visto millones de veces esos movimientos de cámara en hombro, ese grano en el celuloide, esa crudeza en la acción, pero en aquellos años tuvo que ser algo impactante de verdad.

Y después está la famosa persecución, en la que un coche intenta llegar antes que el metro a la próxima parada. Hoy también hemos visto persecuciones mucho más espectaculares, pero con más de treinta y cinco años a sus espaldas, la de The French Connection sigue teniendo su punto.

En fin, que teniendo en cuenta estas cosillas y dejándose llevar, se pasa un rato estupendo. Ah, y después empecé a verla de nuevo con los comentarios del director. Me resultó curioso el motivo de por qué eligió a Fernando Rey para el papel del villano. Al parecer, William Friedkin pidió al productor que contrataran al actor ése que salía en las películas de Buñuel. "¿Fernando Rey?", le preguntarón. Él dijo que sí e iniciaron las pesquisas. Estaba libre y dispuesto a hacerla. Lo contrataron.

Pero cuando Friedkin lo vio, dijo: "Éste no es el tipo que yo quería, yo quería al otro". Se refería a Francisco Rabal. Él quería a un malo rudo, mal encarado, de modales bruscos. Pero Paco Rabal ni estaba libre, ni tenía ni idea de inglés, así que se quedaron con Fernando Rey. Con este actor, hubo que cambiar el perfil del malo y hacerlo sofisticado, elegante... el propio Friedkin afirma que cree que la película salió ganando con el cambio, porque así contrataba con la actitud de Popeye, su antagonista. Curioso como un error puede dar lugar a un acierto de casting.

Por cierto, y no me extiendo mucho más que esto me está quedando muy largo (pero bueno, hacía tiempo que no escribía). En su libro Moteros tranquilos, toros salvajes, Peter Biskind cuenta que cuando Coppola salió de ver esta película dijo: "Bueno, creo que he fracasado. Cogí una novela popular, jugosa y obscena y la he convertido en un puñado de tíos que se pasan horas hablando en la oscuridad".

Se refería a una película suya que estaba a punto de estrenarse: El Padrino.