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Por toda la blogosfera había leído maravillas de la película Pequeña Miss Sunshine, también la prensa la elogiaba. Incluso por el comentario de algún conocido que la había visto, todo apuntaba a que había que verla.
Y el domingo fui a verla. Muchas veces (la mayoría) las expectativas son malas compañeras para ir al cine, pero éste no ha sido el caso. Se trata de una comedia con un esquema clásico: personas que no se llevan muy bien (en esta ocasión una familia) se ven obligadas a compartir un viaje en el que sufrirán mil peripecias y acabarán conociéndose mejor, aceptándose a sí mismos, y llegando a quererse. Pero el esquema funciona. Muchas veces (también la mayoría) no hay que buscar epatar con un arranque o una estructura original, sino simplemente con una buena historia, un buen guión.
No voy a comentar nada más, porque ya está todo dicho por ahí, sólo diré que me lo pasé muy bien y me reí bastante, y que, como en la publicidad que la distribuidora ha hecho, la recomiendo.
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2 comentarios:
pos yo la keria ver,,,esk me parece super graciosa la niña esa jaja,muxs bss!
La película es fantástica, sí señor. No busca epatar, como tú dices, pero me reconocerás que tiene un guión que funciona como un tiro, con una presentación de personajes fantástica.
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