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Este fin de semana me vi una película de la que me he dado cuenta que hay mucha gente que no ha oído hablar, y eso que la ha dirigido Danny Boyle, el de Trainspotting o La playa. La película fue Millones.
A mí me gustó bastante. Es una especie de cuento sobre un niño obsesionado con los santos (tanto que hasta los ve y habla con ellos), un hermano mayor muy pragmático, un padre viudo un poco al margen de sus vidas y una madre muerta presente en la memoria de sus hijos. Eso y una bolsa repleta de libras. La película es ágil, onírica, con ciertos toques de realismo mágico, una fotografía estupenda y algún punto en común con Solo en casa.
Vamos, que es uno de esos casos en los que se te queda una sonrisa en la cara cuando terminas de ver algo. Y yo, personalmente, lo agradezco mucho.
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1 comentario:
Yo la vi en su momento, cuando la estrenaron, en las salas, y en V.O.
Y a mi también me gustó bastante. Me colé en la sala un poco por azar, y me llevé una grata sorpresa. Quizás suele pasar con las películas de las que no llevas ninguna idea preconcebida, que como no esperas nada, te suelen dejar mejor sabor de boca que aquellas de las que esperas mucho.
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