Esto de escribir tiene buenos momentos (muy buenos) y malos (que tampoco son tan malos, al fin y al cabo, no jugamos con la vida de nadie). No vamos a hablar siempre de lo positivo, así que hoy le toca el turno a la parte oscura.
Os cuento. En Hospital Central tenemos lo que llamamos Trama A, que es la trama médica que dura todo el capítulo y lo articula (más o menos). Es la que empieza con el accidente en exteriores del principio, cuyas consecuencias llegan hasta casi el final. Yo había pensado y escrito (en veinte pasos) la Trama A del siguiente capítulo que me toca escribir. Ayer la entregué al coordinador. Y hoy me la ha devuelto con una cara que quería decir: "no me ha gustado". Efectivamente, no le había gustado.
En ese momento pueden ocurrir dos cosas:
a) Que no le haya gustado en absoluto, con lo que te buscas otra historia y punto.
b) Que haya cosas que sí. Esta opción casi es peor, porque tienes elementos que rescatar de la anterior historia, pero tienes que montarlo de otra manera.
En verdad, cualquiera de estas dos opciones no es mala, es más, muchas veces tener que reescribir una historia hace que la limpies y quede todo muchísimo más claro y que funcione mejor dramáticamente.
Lo malo viene cuando no sabes por dónde atacar, cuando te pasas dos o tres horas delante del ordenador sin que veas una salida clara. Son pequeñas minicrisis en las que piensas que no tienes ni idea de esta profesión y que no vas a ser capaz de escribir más en tu vida. Pero después se pasa siempre (hasta ahora).
Lo malo es que hoy no voy a ir a correr.
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4 comentarios:
Relativiza.
Eso. Que me han dicho que el 157 es cantidad de molon. :=P
Intentaba relativizar en el post, pero creo que no me salió. Debe ser porque lo escribí en un momento de atasco. Hoy ya tengo algunas ideas para arreglar esa trama... O eso creo :-)
Suerte con la trama! Aquí esperamos el capítulo
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