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jueves, junio 15, 2006

Llegó el agorero

A mí el fútbol nunca me ha gustado demasiado. Lo veo, me entretiene (a veces), pero poco más. Por eso, cuando ayer terminó el partido, me metí en este blog para escribir algo que se me vino a la cabeza. Sin embargo, el ciberseñor del ciberespacio no me dejó publicar. Me bloqueó el ordenador, me negaba el acceso al editor del blog... En fin, que desistí.

Pero hoy oigo todos los comentarios exaltados sobre nuestra selección de fútbol: que si representa la unidad de España, que si mejor representa la España plural, que si vamos a comernos a esos impíos extranjeros, que si esta selección es la reserva espiritual de occidente (ah, no, eso todavía no lo ha dicho nadie)... y he decidido hablar de lo que ayer un ser supremo me impidió hablar.

Lo que yo quería decir es que esta sensación de euforia ya la he visto en varios mundiales. Y al final, todo para nada. Siempre.

Como no me gusta el fútbol, no puedo decir que fue en tal o cual mundial con gol de tal o cual jugador, pero sé que no una ni dos, sino más veces he visto cómo España juega un tremendo partidazo en un mundial (¿no hubo un 5-0 contra Bélgica, Dinamarca o alguien así?), los periodistas venden la moto de una selección triunfadora (para vender ejemplares) y al siguiente partido... ¡¡plaff!! batacazo y a casita.

Si este año no ocurre, mejor que mejor, pero vamos a calmarnos, que es sólo fútbol. Y los políticos, por favor, a sus cosas, que tienen mucha faena por delante, y la casa sin barrer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues yo que se, en mi pais (mexico) tambien nos emocionamos mucho con el futbol, es nuestro maximo deporte, siempre tenemos todas las esperanzas puestas en que ella, nos emocionamos cuando vencen y lloramos cuando pierden.. y si es triste nosotros tampoco hemos ganado una copa del mundo, pero creo que tu quizas no lo entiendes porke no eres muy apasionado del futbol, a mi me encanta y eso ke soy mujer, y aunke nos quedemos en el "ya merito" siempre gritamos "si se puede"