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miércoles, agosto 22, 2007

Chicles artesanos

Estos días en mi pueblo he recordado un detalle de mi infancia que me parece curioso contar. En verdad, este tipo de anécdotas tienen más cabida en mi otro blog, pero como dejé de escribir en él hace ya casi dos años, no tiene mucho sentido reabrirlo por un solo post.

De pequeño, más como juego que como necesidad real, hacíamos de vez en cuando chicles de trigo. El sistema consistía simplemente en coger un puñado de trigo, metértelo en la boca y mascar y mascar hasta que se hacía una pasta en la boca. La cosa podía llevar bastante tiempo y el sabor, como podéis imaginar, no era nada refrescante, pero te mantenía ocupado y te ofrecía la satisfacción de un producto hecho por ti mismo.

Ya veis, cosas que pasan (o pasaban) en los pueblos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo hacía bola con una cantidad ingente de chicles. Después me dolían las mandíbulas pero pasaba el rato entretenida.

Carmen dijo...

Te iba a decir que qué malo debía estar aquello Antonio...pero entonces me he acordado de que yo cogía las hojas de los arboles y me las comía, haciendo bola como si fuesen espinacas de Popeye...jaja.

Alberto Ramos dijo...

Pues en Finlandia han encontrado un chicle de hace 5000 años.