Y así de sencilla es la película... para los adultos. A mí, que me gustan las películas de animación y me encanta cocinar, Ratatuille me ha parecido una gozada, lo he pasado en grande, pero para los niños veo un problema. La rata desaparece en toda la parte central de la película. No es que no esté, que está, pero su ocultamiento en el gorro de cocinero es también una cesión de protagonismo a los personajes "humanos". Y toda la trama de estrellas de restaurante perdidas, críticos gastronómicos, recetas magistrales, creo que no interesan mucho a los críos. De hecho, a mi lado había un niño que no dejaba de preguntar a sus padres una y otra vez: "¿cuándo le tiran los cuchillos?". Ay, cuánto daño están haciendo los teasers.

Y ya conocéis una de mis frases más repetidas: "lo prometido es deuda".
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