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miércoles, enero 10, 2007

A fuego lento

Hace más o menos un año hablaba de que había tenido una idea para una novela. Me puse a darle vueltas, a pensar posibilidades, a definir personajes, a definir una estructura, a construir una especie de escaleta previa que contuviera ya todos los pasos fundamentales y, a eso de finales de marzo, por fin comencé a redactarla.

Supongo que hay muchas maneras de afrontar un reto así. Y supongo que el más adecuado es centrarte en la novela y dedicarle varias horas diarias (cuanto menos un par de ellas). Sin embargo, yo no quiero que la escritura de esta novela me obsesione, quiero divertirme cada vez que me siento, quiero compaginarlo con otras cosas...

Me siento a ratos. A veces varios días seguidos, a veces la abandono durante más de una semana, a veces escribo media página y lo dejo, a veces escribo cinco páginas del tirón. Por ahora dejo que sea ella la que decida, la que diga cuándo tiene que ser escrita. Y, está mal que lo diga pero lo digo, me está gustando el resultado. Tengo que pulir mucho el estilo, pero la historia me parece que funciona bastante bien.

A estas alturas, un año después de haber tenido la idea, voy por la mitad de la escaleta previa, con lo que supongo que podré cumplir mi propósito de tener una versión presentable para antes de que acabe el año. Ya os iré informando.

Por cierto, el tener la novela siempre presente en el pensamiento, pero sin agobios, cocinándose a fuego lento, es algo a veces mágico, porque me ha ocurrido ir andando y ser asaltado por una idea que cambia algo de lo que yo ya tenía predeterminado, o soñar con un pasaje de la novela y ver claramente que hay otra cosa que tengo que cambiar,...

A ver si me voy a volver loco ;-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No creo que te vuelvas loco por escribir la novela,jajaja, después de tantos guiones...Pero me fascinante la idea, porque esalgo que yo también llevo pensando mucho tiempo, pero me da miedo, porque no sé ni por dónde empezar, no tengo ni una idea clara, puff.
Yo te animo a que continues con la tuya, y quién sabe si algun día la podremos ver en la estantería de las librerías...