viernes, julio 15, 2005
La maldición del consistorio
Publicado en el ABC el 14-07-2005
Ayer salió en el ABC (sí, sí, en el ABC, hay que leer de todo) este chiste de Mingote. Transcribo lo escrito para que se lea mejor:
"Con mucho gusto, les dedico a ustedes este chiste publicado en ABC el 29 de septiembre de 1960 (sí, sesenta).
- Cuando esté terminada esta calle nos va a parecer mentira.
- Probablemente será mentira".
Esto me ha hecho reflexionar. Si hace 55 años los madrileños ya se quejaban de las interminables obras, ¿a ver si el problema no va a ser Gallardón? Y me he dado cuenta de algo: en el ayuntamiento de Madrid hay una maldición. Toda persona que llega a alcalde, es alcanzada por esa maldición, olvida cualquier problema de la capital y se dedica a hacer obras.
Allá por 1910 el alcalde Francos Rodríguez sufrió esta terrible maldición, expropió un montón de casas del centro y las tiró para construir la Gran Vía. Después otros han construido la Ciudad Universitaria, el Matadero Municipal en una época en que eso tenía importancia, un túnel de la risa(aunque ahora parece que no lo suficientemente gracioso, hay que alargarlo), emes treintas, cuarentas, cuarenta y cincos, cincuentas..., reformas a go go de lo que otros ya habían reformado, un scalextric, que luego hubo que quitar, y ahora... ahora... bueno, ahora Gallardón está volviendo a construir Madrid.
Lo que el pobre no sabe es que todas sus obras no van a valer para nada. Vendrá otro alcalde que construirá sobre lo que él ha construido, que decidirá que tener bajo tierra la M-30 es muy aburrido para los pobres conductores y volverá a sacarla por la ribera del Manzanares, que será nueva víctima de esta poderosa maldición (al parecer lanzada por un constructor allá por la época romana y que cada nuevo constructor se encarga de ir manteniendo viva mediante mágicos elementos conocidos como comisiones).
No se me ocurre otra explicación.
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