En un poco de aceite se fríen varias rebanadas de pan y tres o cuatro dientes de ajo enteros. Se echan a un mortero con un poco de agua, sal y un poco de vinagre y se machacan bien, formando un majado.
Aparte, se pone un poco de aceite y se sofríe un manojo de espárragos trigueros, con un pelín de ajo, sal y añadiendo pimentón casi al final.
Ahora añadimos el majado a los espárragos y un vaso o dos de agua, lo suficiente para cubrir y que el caldo quede tipo "sopa castellana". Lo dejamos hervir hasta que veamos que está hecho. Antes de servir, añadimos un huevo para que se cuaje.
Este plato está delicioso con espárragos silvestres, que aportan ese amargor característico, pero también se puede hacer con espárragos trigueros de huerta.
(Ah, si cuando echamos el agua añadimos una hojita de laurel para la cocción, mejor que mejor).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario