El otro día vi en las estanterías de la Fnac las dos primeras temporadas (no sé si hay más) de Dragones y mazmorras. Estuve a punto de comprarme la primera y cuando la tenía en las manos pensé que tal vez volver a ver una serie que tanto me gustó durante su emisión podía quitarle ese halo mítico que otorga el recuerdo. Volví a dejar los dvd's en la estantería.
Pero una vez en casa me arrepentí. Me entraron ganas de volver a ver aquellas aventuras del Amo del calabozo y compañía. Así que volví a la Fnac. En las estanterías no había ni rastro de la serie. ¿Lo había soñado? ¿Estaba yo metido dentro de una de sus aventuras? Pregunté a una de las señoritas y me dijo que se había agotado, pero que lo repondrían en una semana o diez días.
Si es que el mundo está lleno de treintañeros melancólicos.
Pero una vez en casa me arrepentí. Me entraron ganas de volver a ver aquellas aventuras del Amo del calabozo y compañía. Así que volví a la Fnac. En las estanterías no había ni rastro de la serie. ¿Lo había soñado? ¿Estaba yo metido dentro de una de sus aventuras? Pregunté a una de las señoritas y me dijo que se había agotado, pero que lo repondrían en una semana o diez días.
Si es que el mundo está lleno de treintañeros melancólicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario