No voy a hacer un análisis musical de la cosa, porque ni soy crítico ni me apetece. Me limitaré a contar sensaciones.
Tras ellos, llega el turno de The Kooks. A éstos sí los conozco y disfruto el concierto. Canciones pegadizas, frescas, sin pretensiones y muy disfrutables al calor de la tarde de Julio. Aquí tenéis una cancioncilla que grabé.
Tras ellos, un paseíto hasta el escenario Walkman para ver a un grupo español: Dorian. Tecnopop español del de siempre. Ni me va ni me viene mucho, pero con una cervecita fresca en la mano (ya hablaré de los vasos) resulta agradable. La tarde había empezado bien.
Por ahora, esto es todo, dentro de un rato, os sigo contando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario