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lunes, febrero 19, 2007

Y al principio fue...

El principio. Muchas veces, ahí radica el problema. ¿A qué me refiero? A la secuencia.

Llevo casi media hora intentando arrancar una secuencia de un capítulo de Hospital Central. Se me ofrecen muchas posibilidades. Sin desvelar mucho, la cosa sucede en una habitación y es una charla familiar en la que se ponen todas las cartas sobre la mesa. Bien, ya sé lo que tiene que pasar, lo tengo todo planeado, sé dónde empieza y donde acaba, pero el problema está en CÓMO escribirlo.

Puedo arrancar, como piden los manuales, tarde, con la acción ya en movimiento, pero entonces me pierdo un momento que puede ser emocionalmente interesante, un momento de reencuentro. Puedo arrancar con ese reencuentro, pero entonces necesito dilatar el conflicto, no sonaría real llegar a él en las dos páginas de tope que tiene una secuencia de HC. También puedo falsear y arrancar en mitad de ese reencuentro, pero queda falso, parece que escatimo algo.

Al final, como siempre, serán los dedos los que decidan. Uno se pone a teclear una opción; no gusta. Se borra todo. Se pone a teclear otra diferente. Lo mismo. Al final, cuando los dedos siguen tecleando y no paran, ahí está la solución.

Sé que cada guionista encuentra dificultad en cosas diferentes. Pero a mí, cuando se me atasca una secuencia, suele ser por el principio. Muchas veces puedo tirarme, como digo, media hora pensando cómo arrancar una secuencia, pero cuando ya lo tengo claro, puede estar escrita (mal o bien, eso es otra cosa) en diez minutos. El final es otro problema, pero mucho menor que el principio. Después, en la reescritura, todo se pule: principios, finales, medios...

Tras desatascar los dedos escribiento este post, vuelvo a la faena. Nos vemos por aquí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mí tmbién lo que más me suele costar es empezar, cómo empezar, porque muchas veces tengo una idea general, incluso tengo más o menos claro cómo quiero que sea el final, pero empezar a contarlo es..pufff. YA no quedan musas de esas de la inspiración?

Carmen dijo...

Antonio...¿cómo vas? ¿Ya has conseguido arrancar con esa escena?Como yo no soy guionista, pues no lo sé..pero media hora, todavía me parece poco tiempo para estar bloqueado...porque supongo que cuando no te viene la inspiración no hay nada que hacer ni en media hora ni en una hora...ni en un dia! Menos mal que tienes muy claro el desarrollo y final de esa escena..así es un poco más fácil...supongo...A veces en Hospital Central echamos de menos escenas de cosas que han sucedido y se omiten, asi que yo apuesto porque empieces con el momento de reencuentro! jejeje

Saluditos,

Zero Neuronas dijo...

Sí, sí, la secuencia la acabé poco después de escribir el post, supongo que lo que me pasaba es que estaba cansado. Hoy mismo entregamos la primera versión de este guión, pero ya sabes que no diré nada sobre él (en cuanto a contenidos)hasta la emisión.

Anónimo dijo...

Cómo dialoguista hablo.Muchas veces me he encontrado con el problema de tener que poner voz a esas secuencias en las que tienes el encuentro sumado a un desarrollo y un final. Tal se encuentra tal, pasa cual y tal se marcha de la habitación. Cuantas veces me he enfadado con la maldita escaleta. Si te decides por el encuentro, bien. Si te decides por el desarrollo y final, bien también. Pero cuando os decidís por ponerlo todo porque cada momento tiene algo de emotivo... La hemos liado. En una escaleta puede quedar apañado pero no hay diálogo que lo salve. Por eso es tan importante vuestro trabajo... Amo las buenas escaletas, hechas por seres que conocen bien el tempo de los diálogos y que no pasan marrones... Ei, de superbuenrollo te lo digo. Que seguro que escogiste la mejor opción. nada. Que me estoy flipando con tu blog y me apaetecía comentar algo. Besos desde Bcn. A sus pies.

Zero Neuronas dijo...

En mi caso es diferente, porque aquí hacemos el proceso completo. Vamos, que no hay división entre escaletistas y dialoguistas. Yo hago la escaleta y el diálogo, con lo que si guiso un problema, me lo como yo mismo.

Anónimo dijo...

Vaya vaya, lo que se aprende... De aquí saldría un bonito tema... Yo es que soy muy fan de la división del trabajo... Porque creo que las escaletas salen de la neurona derecha y los diálogos de la izquierda y que poca gente tiene el talento en las dos. O mejor... Que siempre hay una que trabaja mejor y es la aventajada. (Te sientes igual de cómodo en las dos tareas?) Aunque lo de comerte tus propios guisos tiene que ser lo más. A mi es que me falta un buen cacho de la neurona derecha! Saludos!

Zero Neuronas dijo...

Je, je, pues yo, come ves por mi pseudónimo, ando bastante escaso de neuronas, de cualquier lado.