En el año 89 yo ya no era ningún chavalillo. Recuerdo que fui al cine a ver Cinema Paradiso y que tuve que disimular mis lágrimas en la oscuridad para no poner en duda mi hombría.
Pues bien, este fin de semana, aprovechando una relajante estancia en la casa de los papis, me puse esta película en el DVD. Me gustó el comienzo. Me pareció algo exagerada la interpretación del niño, pero me gustaba. Tenía magia.
Sin embargo, llegaba un momento que había olvidado por completo. El niño se hace adolescente. Pastelada. Se me empezó a hacer larga, larga, larga.
Y cuando terminó, nada, ni ojos humedecidos. ¿Será que me hago viejo?
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1 comentario:
Zero neuronas
Iletrado e ignorante
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