Poco a poco, mi compañero de trabajo (y a pesar de eso, amigo) Guillermo (Casiopea) va terminando todos los flecos que le van quedando de su corto, "Lo que tú quieras oír". Ahora le ha tocado el turno al cartel, del que habla en su blog.
Yo sólo soy un espectador de este proceso, pero voy conociendo en directo los sufrimientos y sinsabores de los imprevistos, imponderables, retrasos... que van cambiando la fecha prevista de finalización del proyecto. Sé que Guillermo a veces sufre pesadillas pensando que nunca se va a acabar este corto, que una especie de castigo del Olimpo irá creando nuevos imponderables cada vez que se solucionen los anteriores, pero eso no será así. Llegará el día en que pueda dar carpetazo y empezara a mover el corto o a dejar que el corto se mueva por sí solo. Y entonces, a pensar en los siguientes (ya lo hace, no os creáis).
Desde aquí sólo me queda darle ánimos a Guillermo, porque yo soy uno de los privilegiados que ya ha visto el corto, y os aseguro que va a gustar. La espera merecerá la pena.
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