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viernes, febrero 08, 2008

Los guionistas también comen

Mucha gente piensa que un guionista de cine es una persona que se dedica a eso, que escribe guiones de ficción sin parar, que vive con lo que puede sacrificando los lujos por ver su historia terminada. Pero la cosa a veces es más prosaica. Cuando hablaba de Enric Rufas, coguionista de la premiada este año con el Goya a mejor película, y citaba que había estado antes como guionista en A tu lado, alguien se maravillara de que "antes" hubiera pasado por ahí.

Pero en la cosa de escribir no siempre hay un antes y un después. No es que un día seas guionista de programas, lo dejes y ya sólo escribas películas de profundo contenido. Rufas sigue trabajando en la tele. Una semana antes de la gala, de hecho, terminó su curro en un programa matinal. Los guionistas tenemos que comer. Tenemos que pagar gastos. Nos gusta escribir y se supone que es lo que sabemos hacer, pero un guionista profesional no va (o no debería ir) de divo, de escritor maldito. A veces tienes tesón, suerte o lo que sea y consigues meterte en una producción que te gusta, pero otras veces aceptas trabajos que haces lo mejor que puedes, incluso dando más de lo que se te pide, pero sabiendo que no es el curro de tu vida. Puede que consigas una serie, pero si no, a nadie se le caen los anillos por escribir en un concurso, un magazine, un reality... De todas formas, en la tele es raro estar mucho tiempo en el mismo sitio.

Anoche quedamos un grupete de amigos guionistas, entre ellos el susodicho Rufas. Nos contó su alegría al enterarse del premio en la semana en que se había quedado en el paro. No fue a la gala. Creían que el galardón había sido ser nominados, sinceramente, no se esperaban ese Goya.

Y nada, todo esto lo digo para presumir y para enseñar la foto que me hice con el guionista de la mejor película española del 2007 (según la Academia).

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues felicidades de nuevo.

Yo fui de l@s que se extrañó en el post, pero no había ningún ánimo despectivo ni nada de eso ¿eh? Tenía en mente que los guionistas también comen, claro que sí, por supuesto.Lo que sucede es que el trabajo de guionista dentro de los creativos, creo que es uno de los que exige más capacidad de adaptación camaleónica. Hay que escribir para distintos tipos de productos audiovisuales y para distintos tipos de públicos, según vengan dadas las cosas, y eso es lo que a mí me llamaba más la atención.

Anónimo dijo...

se te ve cara de felicidad :)

Anónimo dijo...

Qué manía tiene el personal en desprestigiar la televisión a toda costa. Como si no hubiese producciones decentes en la tele y películas espantosas en los cines.

Total, que al fin y al cabo es un trabajo y ya está.

Anónimo dijo...

Pues nada, que eso pasa en todos los lados, todos tenemos que comer, y tratas de hacer lo mejor posible tu trabajo haya donde te reclamen.

Anónimo dijo...

Claro, como dice Leticia, en todos los trabajos...el caso es trabajar dentro de "lo tuyo", aunque se aleje más o menos de tu ideal...

karmelilla dijo...

Me parece genial lo que comentas sobre el guión y buscarse la vida, pero me puse muy triste al ver que en tu foto con Rufas no aparecía también mi gato japonés alzando su brazo... No es bonito, pero tiene su aquel...¡Que no vuelva a ocurrir!

Leebraz dijo...

Ah, come on, Antonio! Eating is so
bourgeois... ;-)

Zero Neuronas dijo...

Karmelilla, fíjate bien. Saliendo de mi oreja se ve la mano alzada del gato japonés. La Rosita, que fue quien echó la foto, está en todo.

Anónimo dijo...

pues, ya puestos, podías haberte arreglado un poquito para la ocasión. Una camisetita más decente, en fin, no sé...

ji ji ji ji

Almudena G. Páramo dijo...

¡Hay Antonio cómo lo sabes! Tengo un guionista tomatero en casa que come y bebe... Y que empezó haciendo series, siguió con programas de cine, luego juveniles, humor, crímenes, infantiles, Fuentes y Cia., busca-parejas, series juveniles... y tomate.
¡Es la vida!
Por cierto como suele comer bien, si sabeis de un curro... incluso en cine... lo aceptamos como animal de compañía.

Almudena G. Páramo dijo...

Quería poner ¡Ay! no ¡Hay! del verbo haber... ¡Es que soy más burra!

Zero Neuronas dijo...

Bueno, Almudena, yo confío plenamente en que tu compañero tomatero pronto volverá al redil del trabajo. Ese talento no se puede desperdiciar paseando por el parque.
De todas formas, estamos todos avisados.
Un saludo.

Almudena G. Páramo dijo...

¡No esperaba menos!
Besos y seguimos comiendo...