Hoy me he preparado en casa una sesión doble de películas en DVD, pero no he estado demasiado acertado con la elección de los títulos.
En primer lugar me he visto Black snake moan. Christina Ricci es una ninfómana (con su lógico trauma de infancia que lo explica todo) y Samuel L. Jackson un bluesman religioso que intentará "curarla" de su adicción al sexo, aunque para ello tenga que encadenarla a la tubería de la calefacción. Ni me creo los personajes, ni me interesa la historia, ni me gusta nada la moralina puritana que sale de la película, por mucho que Christina Ricci enseñe las tetas un par de veces.
Después me he puesto La última legión, una especie de precuela del mito del Rey Arturo, con romanos buenos, galos malos, alguna que otra pelea vistosa, una guapísima Aishwarya Rai y una historia que no sorprende en ni un solo momento. Se deja ver, pero si me hubieran llamado por teléfono o cualquier cosa, no creo que la hubiera retomado.
De todas formas, también hay que ver este tipo de películas porque se aprende mucho de ellas, por ejemplo, a no recurrir a los tópicos.
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