
En primer lugar me he visto Black snake moan. Christina Ricci es una ninfómana (con su lógico trauma de infancia que lo explica todo) y Samuel L. Jackson un bluesman religioso que intentará "curarla" de su adicción al sexo, aunque para ello tenga que encadenarla a la tubería de la calefacción. Ni me creo los personajes, ni me interesa la historia, ni me gusta nada la moralina puritana que sale de la película, por mucho que Christina Ricci enseñe las tetas un par de veces.

De todas formas, también hay que ver este tipo de películas porque se aprende mucho de ellas, por ejemplo, a no recurrir a los tópicos.
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