Empezamos el año calentitos.
Si en 2005 a la Iglesia le dio por meterse en política convocando manifestaciones, expresando su descontento con cuestiones puramente legales (¿su reino no era de otro mundo?) y llamando a la insumisión, este año le toca al ejército.
Justo después de que el Rey pida calma y llame a la tranquilidad, va ese tal Mena Aguado y habla de intervención del ejército si lo del estatuto se pasa de los límites de la Constitución.
Todos los partidos democráticos han saltado como uno ante estas declaraciones. ¿Todos? No. Hay uno que lo ve lógico. ¿Qué partido puede ser ese? Efectivamente, el PP.
Pero claro, ya sabemos por anteriores declaraciones de este partido que la culpa de los golpes de estado no la tienen los golpistas, sino los gobiernos democráticos, que es que van provocando, coño.
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