Mañana a estas horas estaré (Dios mediante) en el aeropuerto esperando para salir a esa ansiada semanita de vacaciones. Me voy a un lugar que todo el mundo dice que está muy bien, una islita en la que podré ver las cosas que aparecen en las fotos que os pongo aquí.
Con el título del post, la información que acabo de dar y las fotos, ya todos sabéis a dónde voy. Perdona, Ángela, pero es que cuando uno puede dar envidia, pues hay que darla.
Van a ser ocho días de calor, caos circulatorio, gritos, indigestiones, pero también de paisajes únicos, vivencias, siglos de historia en cada palmo de terreno, saturación de los sentidos...
Vamos, que los ocho días se van a quedar cortos.
Espero que todo vaya bien y os lo pueda contar (sin demasiados pelos y señales) a la vuelta. Y para los que aún no sepáis dónde voy: aquí lo tenéis:
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5 comentarios:
Espero que disfutes mucho de esa semana que te la mereces. Los que podemos quejarnos también debemos hacerlo ;-)
Besos y a pasarlo en grande!
Bueeeeeno, cuánto tiempo sin pasarme por aquí, madre mía...Es que he vuelto a casa y aquí no tengo Internet, tengo que andar aprovechándome de redes ajenas...
Sólo quería decirte 2 cositas:
- Enhorabuiena por el último capítulo, genial final de temporada, poque no había tenido oportunidad de decirtelo
-Que disfrutes de essas vacaciones tan merecidas
Besitos y hasta la vuelta
Aprovecha, que veinte años no es nada, así que ocho días ya ni te cuento.
Buenas vacaciones. Antonio , y gracias como siempre por tu blog que he descubierto este año.
Que vaya muy bien esa semanita de vacaciones!
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