La portada

El cabello negro y el pañuelo rojo que lleva anudado al cuello ondean con la leve brisa. Una mirada de eterna desconfianza se aprecia en su rostro. Es la mirada de alguien acostumbrado a vagar en solitario. Las flechas y el arco asoman por su espalda; como buen elfo, el arco es su arma preferida.

Un chaleco de cuero deja sus fornidos brazos al descubierto, aunque protege sus manos con guantes para manejar la espada o los puñales sin hacerse daño. También protege su pecho con una delicada cota de malla que asoma apenas por su chaleco. Sus pantalones granate entran en sus botas de cuero. Su porte es el de un tipo valiente, sin miedo a las adversidades.

A su lado, su montura te mira con una advertenci: "no le hagas nada o te claveré mi pico". El grifo gira su cabeza de águila blanca. Unas débiles alas asoman por encima de una jarapa que sirve de silla de montar. No importa que las alas estén atrofiadas, el musculado cuerpo de león es capaz de desplazarse a una velocidad de infarto.

Los dos, elfo detective y montura, están junto al río en que apareció ahogada un hada. Muchos piensan que fue un accidente. Alguien cree que no y ha contratado sus servicios.

Todo esto se ve en la portada de El caso del hada falsamente ahogada. Muy pronto podréis descubrirla con vuestros propios ojos.

Os dije que iba a ser pesado con el tema. Y no me gusta defraudar.