Por alguna extraña asociación de ideas que ahora no llego a comprender, esta mañana me he acordado de Joe Rígoli y de su personaje Felipito Takatún.
Buscándolo en el IMDB, encuentro que sigue en activo y que lo último que ha hecho es el doblaje de un largo de dibujos animados en coproducción entre España y Argentina.
Joe Rígoli es uno de esos personajes que quedan en la memoria latente, uno de esos personajes con cuyo nombre nos envuelve de repente un halo de nostalgia y volvemos (o tal vez, vuelvo) sin remisión a la infancia por unos instantes. Apenas recuerdo sus chistes, pero seré incapaz de olvidar nunca la mueca de su cara. Tal vez algún Santiago Segura de turno debería recuperar a Joe Rígoli (como él lo hizo con Toni Leblanc) para nuestro cine.
Por cierto, cuando ya era yo preadolescente, Joe Rígoli fue a actuar a la discoteca de mi pueblo. Fue todo un acontecimiento.
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