El nombre se lo he puesto yo, en verdad es un guiso de berenjena, pero, ¿hay algo más mediterráneo que una berenjena? La receta me la dio anteayer (o antié) mi madre por teléfono, y hoy me he lanzado a hacerla antes de olvidarla.
Se comienza haciendo un sofrito, el típico sofrito que acompaña a cada guiso y al que cada uno añade lo que le gusta. Yo he puesto ajo, cebolla picada, puerro, pimiento verde y tomate (no he puesto zanahoria porque sólo me quedaba una y es para el puré de la pequeña, que hay prioridades). Se añade también una hojita de laurel.
Cuando el sofrito está hecho, se pelan dos berenjenas.
Se trocean, me dijo mi madre, como si fuéramos a hacer patatas guisadas, esto es en trozos grandes. Se añade al sofrito y se cubre con un buen chorro de vino y agua. Y se sala.
El toque aún más mediterráneo si cabe viene de coger una buena cucharada de comino, molerla en el mortero y añadirla al guiso. Ahora, a hervir y a esperar.
La berenjena al principio flota sobre el agua, pero pronto se empapará y se hundirá. Además disminuye un poco de tamaño, y se mezcla con todos los sabores. Queda un plato rico en cualquier época del año, también en verano.
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2 comentarios:
Gracias! Me dieron dos berenjenas de huerta ayer y no sabía que poner de guarnición al pescado de hoy, así que mira tú por donde.
Me alegro de haberte ayudado. Ya me dirás si te quedó bien.
De todas formas, después me ha dicho mi madre que es mejor no pelar las berenjenas.
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