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lunes, junio 20, 2011

Growyn ante su público

El viernes pasado tuve la oportunidad de disfrutar de una estupenda mañana en el I.E.S. Isidra de Guzmán de Alcalá de Henares. Una de las profesoras de Lengua y Literatura había recomendado mi novela para la lectura, así que allí fui yo a contar a los chavales cosas sobre El caso del hada falsamente ahogada y a escuchar sus preguntas, opiniones y sugerencias.

Además de dar las gracias por esta oportundad, lo primero que debo decir es que fue algo bastante emocionante para mí. Por primera vez me iba a encontrar frente a lectores reales de la novela, gente joven que ya la había leído (no todos pero sí muchos de ellos). Y debo decir también que me llenó de orgullo que algunos de ellos se acercaran a mí antes del acto para decirme que les había encantado y que esperaban ya el segundo caso de Growyn. No hay nada que pueda hacer más feliz a un autor.

Fueron tres actos de una hora cada uno con grupos diferentes. Yo me lo pasé bien y creo que los chavales también. Conté un poco sobre mí y bastante sobre el proceso de creación de la novela. Después ellos me hicieron preguntas, algunas muy interesantes, como el por qué de los nombres; o por qué se titula "El caso del hada falsamente ahogada" cuando el protagonista no es el hada sino Growyn; o preguntas sobre la intención última, el reflejo de los grupos sociales actuales en los personajes. Incluso un chaval, haciendo gala de una sinceridad que no sé si le honra, comentó que me esperaba más alto y más fuerte. Supongo que había mezclado en su mente al autor con el personaje. Y otro que había leído la novela comenzó una pregunta directamente sobre una duda referente al asesino, que tuve que cortar y responder en privado para que no reventara el final a todos los que aún no la habían leído.

Los grupos más pequeños no habían tenido tiempo de leer la novela, pero la profesora les había fotocopiado dos capítulos que habían analizado en clase, y ellos habían realizado los murales que aparecen en la foto, flanqueándome.
Que unos chicos recreen a su estilo los personajes que tú has creado provoca una sensación difícil de definir, algo así como un cosquilleo en la creatividad.

Salí del instituto con la agradable sensación de que todos nos lo habíamos pasado bien, de que los chicos que sí habían la novela la habían disfrutado y de que muchos de ellos pedían la segunda parte con verdaderas ganas de leerla. Aunque también salí con la pequeña decepción de que muchos de los chavales que habían querido comprar la novela no la habían conseguido y no tenían fácil conseguirla. Y es que una tirada de sólo 500 ejemplares no da para jugar mucho en la distribución. Es algo con lo que no contaba (que no fuera fácil conseguir la novela aún queriendo comprarla), pero con lo que tendré que aprender a vivir.

Y ahora os dejo con alguna fotos del acto, cuidando de que no salga el rostro de ningún chaval por eso de la ley de protección de datos.

A última hora el grupo era muy reducido, por lo que nos desplazamos a la Biblioteca del centro, donde la charla fue más cercana:

Nada más, muchas gracias a todos los que asistieron y al IES Isidra de Guzmán por darme esta oportunidad. Estoy muy satisfecho porque me comentaron que incluso chavales no muy inclinados a la lectura disfrutaron con El caso del hada falsamente ahogada.

Y si alguien quiere que dé alguna charla más de este tipo, que sepa que me lo pasé tan bien que estoy dispuesto a repetir donde sea.

3 comentarios:

4M dijo...

Uy, Antonio, yo trabajé al ladito al ladito del Isidra, pero aquí entre nosotros, se decia que los del Isidra eran los buenos. Me alegro de tu éxito.

Anónimo dijo...

Buenas Antonio, comentas que hubo chavales que no pudieron comprar el libro, yo fui a comprarlo a un pequeña libreria de barrio, y el librero me comento que siempre tenían problemas con la distribuidora de la novela porque les obligaba a comprar un número elevado de libros para realizar un envío, y que por este motivo no podían encargarlo.

Zero Neuronas dijo...

Pues no entiendo esa política, de verdad. ¿Prefieren no vender ninguno a vender uno o dos? Inexplicable.