Esta tarde comí fuera de casa. Por casualidad, me llevaron a un bar argentino (el Buenas y Santas, en Legazpi) justo cuando estaba el descanso del partido de Argentina. La camarera nos advirtió: está el partido muy fuerte. Pero no nos importó.
La verdad es que la comida fue toda una experiencia. Nos sentimos envueltos en el calor de la hinchada argentina, que aplaudía y gritaba como si estuvieran en el campo. Cuando vi que se aproximaba una jugada que prometía terminar en gol, saqué mi móvil y me puse a grabar. No me equivoqué. Aquí está documentado el momento de una pequeña parte de Argentina celebrando el juego de su selección desde Madrid.
Por cierto, la comida, muy buena.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario