Yo tengo la solución. Ni biografías, ni autobiografías, lo que hay que leer son memorias, concretamente, las Memorias de un mindundi, memorias de infancia de un tipo cualquiera. El protagonista no muere, y como la infancia es finita, tampoco tiene un "continuará". De venta en el enlace a la izquierda de este mismo blog o, para los vagos, pinchado aquí.
Ya no hay excusas.
2 comentarios:
Antoñito, Antoñito... Que últimamente estás aprovechando cualquier cosa para hacer publi de tu libro... Que pareces Francisco Umbral... :P
Yo te aconsejo que, en lugar de hacer "posts-promocionales-tipo-teletienda" cambies la publicidad. Es decir, en tu blog se ve mucho más el banner de patio maravillas que el de tu libro... Sin más :)
Yo lo he leído y merece la pena, amiguitos. Pero Antonio estoy de acuerdo con Amarrosita (me encanta nick, ja, ja, ja) en lo de cambiar el modo de publicitarlo. Un beso, amogggg.
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