Dicen que cuando el Papa vio La Pasión de Cristo, la de Mel Gibson, guardó unos segundos de respetuoso silencio tras los que, con gran seriedad, afirmó algo como: "Así fue". Al parecer él, como representante de Dios en la Tierra, estuvo allí.
Bien. Ayer yo fui al cine a ver La Clase con mi chica, que es profesora. Y también dijo algo parecido, pero en presente: "Así es". La diferencia es que ella sí vive el día a día de la educación.
La Clase no es una película al uso. No hay una historia con presentación, nudo y desenlace. Es más bien el relato resumido de un año académico en la clase de lengua (y alrededores) de un instituto de los arrabales de París. Más que un interés narrativo, tiene un interés casi documental y dramático. No conocemos qué les pasa a los personajes fuera de los muros del título francés; si acaso, sólo cuando se refleja en lo que ocurre dentro. Y es, desde luego, un buen ejemplo de retrato de jóvenes de 13 a 15 años.
En el otro extremo, la semana pasada vi RocknRolla. Me pareció tan artificiosa y tan mala, que mejor ni hablo más de ella.
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1 comentario:
Ok, otra peli que me añado para ver en cuanto cobre.
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