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jueves, diciembre 03, 2009

Disciplina y mierda

Ayer fui a correr a eso de las ocho y media de la mañana. A quien le gusta correr, sabe que para continuar con la rutina, hay que tener bastante disciplina. El entrenamiento (por placer o para preparar alguna prueba) es un buen aprendizaje para aplicar esta disciplina a cualquier otra actividad, como al escribir.

Esto viene, porque no quiero pasar por alto la noticia sobre el ganador del Maratón de San Sebastián del fin de semana pasado.

Rafa Iglesias quería batir su propia marca y ganar el maratón. Parecía que lo estaba consiguiendo cuando sintió unas terribles ganas de cagar. El hombre siguió, aguantando las ganas, pero cuando aquello ya era insostenible tenía sólo dos opciones: parar a cagar, con lo que perdería tiempo, puede que le adelantaran y, sobre todo, tendría muy difícil recuperar el ritmo, o hacérselo encima. Se lo hizo encima.

Y ganó.

Estoy seguro de que esta anéctoda oculta algún mensaje, una moraleja sobre la vida. Pero aún no sé cuál.

7 comentarios:

Carmen dijo...

De los ciclistas ya se sabía, pero nunca había oído yo esto de algún corredor...Cuando ví la noticia en la tv pensé: menuda incomodidad!! Y menos mal que se quedó todo en su sitio ¿no? jajaja

4M dijo...

Sin duda tiene moraleja.
Con lo bonito que es San Sebastián...
Pero que este chico vaya al médico, que no es la primera vez que le pasa.

Anónimo dijo...

Pues yo sólo veo lo absurdo de la noticia y el sensacionalismo en ella. Vamos, que si no se hubiera cagado no salía en ningún periódico, eso es lo triste.

saludos

el tronco
http://tronco.bitacoras.com

Zero Neuronas dijo...

Hombre pues claro. Ganadores de maratón hay casi cada domingo, pero que lleguen cagados a meta, no. La noticia es eso, lo diferente. Hombre muerde perro.

María dijo...

para ganar algo, hay que pringarse :)

Alberto Ramos dijo...

"Había leído esto en los libros y sabía que un día me podía suceder. Hice exactamente lo que he leído en todas partes."

La moraleja está clara: no hay que fiarse de lo que dicen los libros.

Small Blue Thing dijo...

No, si luego dirán que sólo sabemos hacer cine costumbrista...