De uno de mis recientes viajes a Asturias, me traje un kilo de fabas asturianas (regalo de mi suegro). Otras veces hemos hecho con ellas la clásica fabada, pero ayer cambié un poco el registro e hice unas deliciosas fabas estofadas.
Empleé de verdura: una cebolla, dos dientes de ajo, un trozo de puerro, una zanahoria, un cuarto de pimiento rojo, cuatro o cinco judías verdes, una patata mediana y una hoja de laurel. Y de carne: un chorizo asturiano, un trozo de panceta salada y un hueso de jamón.
La cosa no puede ser más simple. Se pone aceite en la olla. El ajo se echa pelado pero entero (o sólo partido por la mitad), y la cebolla se pica. Cuando la cebolla empieza a estar transparente, se añade el resto de la verdura también picada (las patatas según el tamaño en que deseemos encontrárnosla) y se sigue haciendo el sofrito un rato más. Después se añade el laurel, el chorizo entero, la panceta troceada y el hueso de jamón. Se le da un par de vueltas. Nos quedará algo así.
Después se añaden las fabas escurridas (han tenido que estar en remojo al menos doce horas) y se cubren con agua fría. Yo añado la sal en este momento.
Lo ponemos a fuego medio o lento para que empiece a calentar poco a poco. Justo cuando empiece a hervir, echamos medio vasito de agua fría y esperamos a que vuelva a hervir de nuevo. Entonces comenzarán a aflorar las impurezas en forma de espuma.
Vamos quitando esta espuma con un cucharón con cuidado, poco a poco. Cuando pase un rato y apenas salga más, lo dejamos hervir a fuego medio. Yo lo tuve hora y media al fuego.
Después sólo queda servir y comer. Os aseguro que el plato estaba riquísimo. Tanto, que hoy hemos repetido. Eso sí, hay que aprender a convivir con el daño colateral en forma de gases.
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2 comentarios:
Creo que puedo hacer una versión vegeta (o al menos sin jalufo) para compartir con amigos vegetarianos, musulmanes o simplemente con las transaminasas marchosas. Ya te contaré qué tal me sale.
Lo que más me ha molado es el pedazo de sartén que tienes. ¡Sólo le faltaba la trébede!
Pues sí, ya me contarás.
Ah, no es una sartén, es una olla. Y creo que la trébede no funciona en con la inducción. :-)
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