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miércoles, diciembre 27, 2006

El destino en nuestras manos

Ahora que estoy viendo Héroes, puedo decir que los guionistas de Hospital Central algunas veces nos hemos creído dotados de algún tipo de superpoder. Un superpoder que hacía que se cumpliera lo que escribíamos, como si las páginas del guión fueran una especie de libro del destino.

Sí, amigos, si estábamos escribiendo sobre un apagón en la ciudad, poco después ocurría un apagón en Madrid, si la idea era un accidente en un túnel, el accidente en el túnel ocurría, si alguien había escrito sobre un médico loco que apuñalaba, aparecía una médica que hacía lo propio...

El poder, en verdad, resultaba aterrador, porque podías llegar a sentirte culpable de las desgracias que ocurrían a tu alrededor. Suplicabas para pasar desapercibido en la cola del mercado y que nadie gritara: ¡¡es él!! ¡¡El culpable de lo que está ocurriendo!!

Pero puestos a pensar, nos dijimos: tal vez también se cumpla lo bueno. Y estas navidades lo intentamos. Llegó la hora de escribir el capítulo navideño. ¿Qué tal si ponemos un número de lotería de navidad e insinuamos que ése es el número que va a tocar? No perdíamos nada por intentarlo. Así que al estructurar el capítulo en cuentos, el soldadito de El soldadito de plomo pasó a ser vendedor de lotería. Pero claro, el guión debía estar escrito antes de que en la empresa se hubieran comprado los décimos de lotería, pero la grabación se realizaría cuando esos décimos estuvieran ya en nuestro poder. Por eso en el guión, en el lugar que debía figurar el número que el lotero vendía, había sólo varias equis (xxxx) y una aclaración entre paréntesis (poner aquí el número que juguemos en Videomedia). Como la acción de los capítulos de Hospital Central transcurre en un sólo día, no podíamos dar aquel número como ganador, pero sí insinuar que el lotero, desde el más allá, haría lo posible para que ese número saliera.

El número era éste:

Como habréis podido comprobar, hemos perdido todos nuestros poderes. No hemos ganado ni un duro, pero al menos dejamos de sentir la responsabilidad de jugar con vuestros destinos.

Ahora, sólo espero no leer en un futuro inmediato ninguna noticia sobre un vendedor de lotería atropellado en la puerta de un teatro.

2 comentarios:

Carmen dijo...

Jejejeje...pues...si hubiéseis puesto el numero que vendían en el bar de en frente de los estudios, aún hubiera cruzado los dedos para que saliese(mira que me fijé en el numerito);-)

Aunque pensandolo bien...quizás hubiese sido bueno que os hubiese tocado el numerito..así, estaríais contentos, y quizás eso repercutiría en lso guiones y todo para la temporada que viene sería pastelo! jejeje.

Gracias por la historia Antonio...a ver si el año que viene hay más suerte.

Mariló García dijo...

Yo ya he devorado los primeros 11 episodios de Heroes emitidos en EEUU, y es de lo mejor que hay ahora mismo (y eso que sigo Prison Break, Eureka, Perdidos, House y alguna más). Creo que el problema de las series españolas es que no arriesgan. ¿Hospital central cuando existía hace la ostia Urgencias? ¿Porque no le damos una vuelta? ¿Porqué Vilches cae tan mal y House no?