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lunes, octubre 27, 2014

Perfil en las redes como elemento de búsqueda de empleo



Ayer mismo se clausuró el 3er Congreso Internacional de Corrección de Textos en Español, al que tuve la suerte de acudir. 
Desde que comenzó este periodo de crisis, una crisis que ha afectado al sector de los guionistas tanto como a todos los sectores, un servidor se intenta buscar la vida como puede. Una de las muletas con las que he decidido apoyarme para andar sobre estas aguas turbulentas ha sido el de la formación. Me he intentado formar (y seguir formando) en profesiones que me gustan tanto como la mía y en las que no me importaría desarrollarme. Por eso realicé un curso de Community Manager y he terminado dos ya de corrección (y un tercero que comenzaré en noviembre). 
No, no es que quiera venderme, es que este periplo de búsqueda de un futuro si no diferente al menos alternativo me ha hecho plantearme algo, sobre todo tras la intervención de Xoxé Castro en el congreso, una ponencia muy divertida en que se nos intentaba dar claves para buscar trabajo. A eso voy. 
Hace ya algunos añitos acudí a un seminario para emprendedores, a ver si yo podía convertirme en uno de esos seres que iban a sacar a España del atolladero. Una de las primeras cosas que se nos dijo fue que teníamos que tener presencia en las redes sociales, y que si no teníamos un about.me, ya estábamos tardando en hacérnoslo. Yo, que siempre he sido un alumno servicial, me abrí el mío.

Como también soy escritor, fui a una charla sobre cómo publicar. Tanto el editor como la agente literaria coincidieron en que un autor que busque publicar tiene que tener presencia en redes sociales, pero no como persona, sino como escritor, un perfil claro de literato con opiniones en foros y blogs, blog literario propio, facebook en que hable solo de temas literarios, etc.

Después hice un curso de Community Manager. Más de lo mismo. Teníamos que crear nuestro perfil de community, vendernos en las redes, hacernos visibles, demostrar que somos buenos communities en el corazón mismo de su profesión, en las redes.

Ayer, Xoxé vino a decir lo mismo. Tener presencia en internet no te garantiza un trabajo, pero no tenerla te lo dificulta. Hay que situarse en san Google, hay que dejar claro en nuestro perfil que somos correctores (o asesores lingüísticos, como se propone ahora pasar a denominarnos), y tener actividad para que nos encuentren a la primera.

Pero es que, además, yo tengo también un perfil docente. Doy charlas, clases online, talleres, cursillos presenciales… Y también quiero que sigan saliéndome trabajos en este sector.

Entonces, ¿qué ocurre ahora? ¿Qué tiene que hacer alguien que no quiere renunciar a todas sus facetas? ¿Tengo que crear un perfil con un nombre como guionista, otro como community, otro como corrector, otro como escrito y otro como docente? Si lo hago así, voy a ser un caso claro de personalidad múltiple, con muchas papeletas para acabar en Ciempozuelos. Y es que, encima, con tan solo dedicar un ratito al día a cada uno de mis nombres, no iba a tener tiempo para lo de veras necesario: trabajar
Qué lío, madre mía, qué lio.  

2 comentarios:

Carmela dijo...

Antoñete, qué razón tienes, tanta presencia en redes sociales cuando lo que se busca es presencia en el mercado laboral.

Lorenzo Gallardo dijo...

Gran Antoñete, tienes razón. Las cosas son así. El problema es que tener esa presencia en las redes es un trabajo en sí mismo. Manejando tantas redes, participando en foros, actualizando blogs... ¿Cuándo coño nos ponemos a escribir?. Propongo crear otro oficio: Asesor literario del Community Manager...