Inmensos Planetas en Sevilla

El viernes pasado acudí en Sevilla a una sesión de un ciclo que lleva ya diez años y al que yo asisto por primera vez: La música contada.

Se trata de charlas más o menos informales en las que músicos o no músicos van hablando sobre la música de sus vidas, poniendo canciones y contando qué significan para ellos esas canciones. Otra modalidad es la de los conciertos contados, en que los músicos tocan sus temas o temas de otros y también establecen una charla con el público en los mismos términos.

Pues bien, debo decir que fue un auténtico placer asistir a la sesión protagonizada por Jota y Florent (Los Planetas), el primero con guitarra acústica y el segundo con eléctrica y un montón de pedales para ir creando esas atmósferas tan propias del grupo. Dada la timidez de ambos artistas, entraron directamente a tocar y cantar, como para ir calentando un poco y conociendo al público antes de atreverse a establecer un diálogo. Tocaron algunos temas antiguos, un par de temas de su próximo disco y bastantes de "La leyenda del tiempo". Debo reconocer que a mí ese giro hacia el flamenco "aplanetado" no es que no me guste, pero me gusta menos que las canciones de sus otros discos. Aún así, disfruté enormemente con este concierto tan peculiar y tan cercano.

Después pincharon un par de canciones de grupos que les gustan y se pasó al turno de preguntas y respuestas, donde pudimos ver que, efectivamente, el don de palabra no es algo que haya tocado a ninguno de los dos. Fue bastante divertido.

Tenéis una crónica de este evento mucho más detallada en El detonador emx-3.

Para terminar, una chica le preguntó sobre la presencia del rencor en sus canciones. Tras responder algo sobre que el rencor y la violencia está presente en la sociedad y que ellos, como parte de la sociedad, sólo hacen reflejar lo que les toca, se arrancó a versionar el tema de un grupo amigo, Anntona: "Y además bastante fea". Aquí os dejo el momento con el que acabó la impresionante sesión de Jota y Florent.
(He leído por ahí que tal vez este ciclo ininterrumpido se pase también por Madrid alguna vez, a ver si es verdad).