Empiezo a verme un poco más liberado e intentaré ir recuperando el ritmo habitual del blog poco a poco. Por lo pronto, hoy os dejo esta segunda entrada retomando una de las temáticas habituales: la cocina.
Para volver con tranquilidad, vamos a hacer algo muy sencillo: unas patatas a lo pobre, con un toque personal.
Se cogen unas patatas (depende de cuánta gente vaya a comer, digamos que una gorda por persona y otra de regalo por cada tres personas) y una cebolla o dos. Se pelan las patatas y se cortan en rodajas ni muy finas ni muy gordas. La cebolla se pela y se corta en trozos no demasiado finos. Se echa todo junto en aceite caliente y se fríe. Más correcto sería decir que se empieza cociendo en aceite para terminar friéndolo todo.
Una vez hechas las patatas (no muy crujientes, que queden fritas, pero blanditas), se sacan y se escurre de aceite. Ahora salamos el conjunto, añadimos perejil y un chorrito de vinagre. Lo movemos todo, y servimos. Es sencillo y bastante rico.
En la foto está el plato que me comí. Cuando lo hice estaba solo en casa y tiene una patata y una cebolla.
Eso tiene buena pinta hasta para mí.
ResponderEliminarYo le suelo añadir también 1 diente de ajo picado por persona.
ResponderEliminary lo de ácidas??
ResponderEliminarQué buena pinta, me encantan las patatas a lo pobre :D
ResponderEliminarPotatos are just like pizza and sex. Even when they're bad, they're good.
ResponderEliminarLo de ácidas va por el toque de vinagre.
ResponderEliminara estas horas de la mañana es muy duro leer este post.....!!!
ResponderEliminarpor dios, que hambre!!!