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jueves, julio 19, 2012

Comprar en el barrio

Si con todo lo que está cayendo las tiendas de barrio consiguen sobrevivir (no será gracias a la ayuda del Gobierno, eso desde luego), yo recomiendo visitarlas y comprar en ellas. ¿Por qué? Pues porque hoy me ha sucedido algo que extrañamente te puede suceder en una gran superficie.

Ayer hacía "musha caló", así que fui con mi mujer y mi hija a una piscina pública. Para un chapuzón, le pedí las gafas de nadar a mi mujer, y cuando intenté ponérmelas, la gomilla se rompió. Tal vez es que soy muy cabezón o tal vez la goma no estaba en buenas condiciones, aunque las gafas apenas tienen unos meses y son de buena marca.

El caso es que esta mañana me acerqué a Deportes Florencio, en el Paseo de Extremadura a preguntar si vendían gomillas sueltas.

Delante de mí entró una chica buscando zapatillas para correr. Ella dijo que era pronadora. El tal Florencio (supongo que es él), le dijo que sólo tenía zapatillas neutras, que no trabajaba pronación ni supinación, que eso lo podía encontrar en Deportes Marathinez o en tiendas así, pero que le saldrían más caras. Y le sacó una gama de buenas zapatillas a precios muy baratos diciendo "yo tengo cosas muy buenas". La verdad es que unas Mizuno a menos de cincuenta euros sí me parecen buenos precios.

Y me tocó a mí. Le cuento mi caso, y se extraña de la rotura alabando la marca. Dice que la trabajaba antes, pero que ya no. Y entonces recuerda que le llegó una partida de gafas que tenían roto un enganche, y que por pereza o porque iba a ser más lío que otra cosa, no las devolvió. Así que el tipo le quita una goma a una de esas gafas e intenta romperle un trozo de plástico que molesta para meterla en las mías, pero está muy duro, no lo consigue, y hay otro cliente esperando. Así que me dice, mira, tenlas y entretente en casa intentándolo tú. Y aquí viene lo mejor, me dice: "Te las regalo". Es la primera vez que entro en esta tienda y el tipo me regala algo que yo estaba dispuesto a comprar.

Y es que además, al ver lo que tenía que romper, yo le dije que esperaba no romper algo equivocado y que no pudiera después usarla, a lo que me dijo: "Si te pasa, vuelve y te regalo otra goma, tengo más".

Ya se ha ganado un cliente.

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